Conociéndonos.

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Primero que nada, les informó que los capítulos son demasiado largos, por lo cual tardo una semana en hacerlos, eso es un aproximado dependiendo de mi trabajo, servicio social, mis ganas de morir o cualquier intento de suicidio

XDDD

Broma, el punto es que este fic es corto en capítulos, pero largo en palabras, así que espero que disfruten cada capítulo que haga.


Sin más como ya es costumbre en mí, espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.




Capítulo 1.

- Ya le dije que si no se comporta lo voy a sacar del consultorio – tenía mis brazos en forma de jarra, veía al hombre a los ojos y obviamente mi mirada gritaba que estaba molesto.

- ¿Disculpa? – el alfa me veía con enojo y estaba expulsando muchas feromonas, todos los presentes ya estaban bastante mareados e inclinándose ante él.

- Ya me oyó, así que por favor siéntese allá – le señalé el sofá al hombre de cabello castaño y de ojos azules congelantes, me vio con más odio, pero aun así se sentó en el fondo del consultorio y todos los demás presentes seguían afectados por la presencia, pero aún más sorprendidos por mi determinación en correrlo de mi lado – hola amiguito, tanto tiempo sin vernos – le sonreí al niño que estaba sentado en la camilla, era la copia en miniatura del molesto hombre que tenía detrás de mí, pero a diferencia del castaño mayor, este niño si me agrada.

- Hola – me saludó como si nada, él no entendía aun de peleas entre adultos y no habíamos gritado, así que solo pensaba en que había sido una charla muy vistosa - ¿qué clase de médico eres?

- Para ser más específico soy pediatra, ósea atiendo a personas pequeñitas como tú – le hice cosquillas en la panza y el niño se rio, era una ternura de muchacho – ¿Cómo te pegaste en la cabeza? – pregunté mientras empezaba a limpiar su herida, sabía que no era grave ya que el niño no lloraba, pero lo malo de esas heridas es que eran muy escandalosas, salía sangre de inmediato y eso asustaba a los padres, sobre todo si eran primerizos.

- Estaba sobre mi cocodrilo y me caí – imaginé que era un cocodrilo de peluche o algo por el estilo.

- Has sido muy valiente con esta herida, no todos los niños la aguantan – el menor me vio emocionado.

- Mi papá dice que los alfas debemos de ser valientes y no demostrar emociones.

- Sí, estoy seguro que es algo que tu papá diría, pero tranquilo estas heridas no son nada para ti, además de que los adultos luego exageran mucho – mandé la indirecta hacía el padre.

- Tenía mucha sangre – se excusó y volvió a mostrar su molestia.

- Claro – de nuevo contesté con sarcasmo, terminé de curar al pequeño y le di un dulce como acostumbraba hacer con todos mis mini pacientes – muy bien Sr. Kaiba, si hijo no tiene absolutamente nada malo, solo fue un rasguño y ya está curado – lo bajé de la camilla y se lo entregué, no sin antes dedicarle una sonrisa sarcástica.

Lo vi tomar a su hijo y salir bastante enojado de mi consultorio, la verdad estaba harto de ese sujeto él era todo lo que odiaba de un ser humano, era un alfa, millonario, déspota, soberbio en su propia razón y sobre todo malhumorado, todas las veces que nos habíamos visto nuestro carácter había chocado como dos placas tectónicas.

Salí del consultorio y fui por otro de mis mini pacientes para seguir con mis clínicas normales, mientras recordaba cómo había conocido al gato roñoso de Kaiba.

Me confundes SetoxJoey (Yaoi 18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora