[III]

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{𝑁𝑜 𝑚𝑎́𝑠 𝑑𝑜𝑙𝑜𝑟}

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No recordaba cuantas veces lo había intentado, las esperanzas de poder salvarlo eran nulas, de no ser porque el día repetía sentía de que lo ha estado intentando durante meses, unos muy largos.

Veía por milésima vez el atardecer con el pecoso enfrente quien esta vez tenía la vista en blanco, notaba como su expresión entristecía al chico que seguramente pensaba que no la estaba pasando para nada bien.

Pero aunque sufra, la imágen de Izuku con aquella luz anaranjada....Se veía precioso, en esos cortos momento que vivió con el peliverde pudo notar cosas, o mejor dicho sentimientos, florecer en su interior.

Entendió de que no podría vivir sin su sonrisa, por muy cursi que sonara.

—¿Ocurre algo Kacchan? — parpadeó un par de veces antes de dirigir la mirada hacia Deku, éste no dejaba de jugar con sus dedos nervioso.

—No pasa nada. — Izuku no le creyó.

—Si ocurre algo malo puedes decírmelo. — Katsuki negó con la cabeza y dejó de insistir.

Izuku murió de muchas maneras más después de ello, homicidio, secuestro, ahogado, drogado, violado...

Más de una vez Katsuki quiso darle fin a su vida, saber que le ocurrió todo eso y él ni siquiera lo recuerda.

Pero esta vez fue diferente.

Antes de volver Izuku se quedó viendo un llavero de All Might, él tenía un millón de esas pero por alguna razón–de toda la mercancía que había–eso le llamo más la atención. El cenizo no dudo en comprarlo.

—N-no hace falta. — Katsuki gruñó.

—Acéptalo.— Izuku lo acepto sonrojado, Katsuki quiso disfrutar de las charlas que daba el chico antes de que su final llegara nuevamente.

Iban caminado por las calles, un camino distinto cada vez, intentado que haya alguna diferencia. Izuku iba tarareando una canción que se le había hecho pegadiza al rubio.

—Muchas gracias por hoy — Katsuki asintió. El pecoso desvío la mirada un poco avergonzado, se acercó al cenizo tomando sus manos. —Hay....hay algo que quiero decirte.

Eso es nuevo, pensaba Katsuki.

—Habla — la vergüenza lo carcomía por dentro pensando en retractarse, pero ya no había marcha atrás.

—Me gustas Kacchan — cerró fuertemente los ojos esperando a que lo rechazaran, sin embargo, la respuesta jamás llegó. Poco a poco los abrió y vio algo que jamás creyó ver.

Katsuki estaba asombrado con los ojos bien abiertos, sus mejillas se tiñeron de rojo y tenía la boca entreabierta por la declaración repentina. Izuku lo llamo un poco preocupado y al mismo tiempo su corazón latía a máxima velocidad lleno de esperanza de ser correspondido.

Katsuki tosió intentando romper ese ambiente, volvió a mirar sus bellos ojos esmeralda tomándose el tiempo de contestar.

—A mí también. — respondió con sinceridad, unas pequeñas lágrimas amenazaban por salir en los ojos del peliverde de la emoción. Quería abrazarlo y lo necesitaba, pero....

¿Cómo Puedo Salvarte?  (Katsudeku) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora