cap. 2

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Cap. 2.

La melodía de la dichosa alarma dió comienzo al segundo día de la semana, y cómo de costumbre, Kisaki no estaba de un muy buen humor, pero nada que no pudiera controlar.
A esa hora de la mañana terminaría por despertarlo una ducha de agua tibia, disminuyendo la tensión en sus músculos y su cansancio. Frente al espejo observaba su desganado rostro, con ojeras un tanto notables si te tomabas el tiempo y la dedicación de examinar su rostro (pero nadie haría tal cosa), entre el hastío del horroroso momento, levantó ambas manos y con dos de sus dedos, acarició suavemente sus sienes; concentrándose. Debía dejar los problemas del ayer, ya se había estado lamentando mucho por los errores del pasado; no se refería a la muerte de Hinata y/o las consecuencias que ocasionó llevar a cabo la misma, si no a la posible evidencia que pudo dejar. Han pasado tres años, y en ese tiempo pudo tomar consciencia de pequeños imperfectos en su planes de antaño. Los cuáles no se perdonaría.

Su conciencia lo sacó de aquel trance cuándo su teléfono comenzó a sonar, el tono indicaba que era una llamada. Envuelto en una de sus batas, Tetta salió del baño y leyó el nombre de la persona que estaba molestandolo tan temprano; Hanma Shuji. Sinceramente, se lo esperaba. Aquel "Dios de la muerte" era el único con los huevos tan grandes y crujientes cómo para que su osadía llegará al punto de llamarlo cuándo se le antojaba; uno de los grandes motivos por el cuál dormía con su teléfono en silencio, las sorpresas son la especialidad de Hanma. Cortó la llamada, con eso le hacía entender que ya iba a salir y lanzó de mala gana el aparato a la cama. Entre tantas maldiciones, terminó de secarse y vestirse. No le gustaba la ropa muy extravagante, de hecho, siempre buscaba lucir lo más normal y apegado a la moda de ese año, descartando algunas tendencias raras que se les ocurrían a la gente. Al terminar de arreglarse, guardó su teléfono, su billetera y sus llaves antes de salir de la casa, respirando el aire fresco de la mañana; era agradable y reconfortante... Hasta que dos par de ojos amarillentos penetraron en su cuerpo, haciendo que un escalofrío bajara por toda su espina dorsal. esa silueta alta y entrenada que estaba parada fuera del portón de la casa, mostrando los dientes en una gran y estúpida sonrisa... Sin duda, su día sería sofocante.

– ¡Kisaki! ♡ – Entre un largo respiro, el mencionado abrió el portón para salir y al segundo de cerrarlo, estando ya afuera, Hanma se apegó a él, sin borrar esa sonrisa tan molesta –. Kisaki, ¿Sabes que día es mañana?

El más chico subió su mano, para que su dedo medio levantara los anteojos que traía sobre el puente de su nariz, al tener que alzar la mirada para buscar el rostro de aquel ser tan alto, e insufrible.

– ¿Tu funeral? No faltare. Te llevare algún presente.

Al terminar dichas palabras, sintió uno de los dedos de Hanma sobre su pómulo, levantando sus anteojos para bordear con la yema de su dedo la piel bajo sus ojos. Esa sonrisa había disminuido, pero seguía manteniéndose alegre.

Tienes Ojeras. ¿Estás durmiendo bien últimamente?

El estupor que sintió Kisaki en ese momento duro apenas dos segundos, ya que se centro en librarse del acorralamiento, alejándose unos pasos del más alto. Quizás sus ojeras si eran notables después de todo, ¿Verdad?

No importa si daba un paso por hora, o si corría, Hanma aún así lo seguiría. Lo cuál, le daba curiosidad, quería saber el "Por qué" de ello, ya que la utilidad de Shuji ya no existía, no había ningún motivo para mantenerlo cerca; pero estaba junto a él ahora mismo y estuvo ahí por muchos años.
Hanma no le dió ninguna pista de lo tan importante que parecía ser el evento de mañana, no volvió a hablar del asunto en toda la caminata, es más, los temas que tocaba sólo eran más de la salud de Kisaki y las cosas que había hecho el más alto la noche anterior.
. . .

El sexto sentido de Kisaki se presentó en forma de electricidad sobre su pecho, obligandole a voltear al sentirse observado por otros ojos apartes de los de Shuji. Los orbes azulados del moreno recorrieron toda la calle, miraron a todos los transeúntes, quienes estaban distraídos en sus propios problemas. Siguió buscando, moviendo su cuerpo de un lado a otro, esa sensación aún seguía, aún lo amenazaba... Se sobresaltó cuándo Hanma se Inclinó sobre su cuerpo, apoyando su mentón en la cabeza del rubio, mirando atentó cada rincón de la vereda. Se había dado cuenta después de esa alerta tan repentina que Kisaki mostraba, era como un gato sintiéndose amenazado, no podía ignorarlo luego de verlo tan exaltado; y nunca lo haría.

No veo nadie sospechoso. Relájate. Yo estoy para cuidar tu pequeña espalda – Hanma se enderezó, poniendo una mano detrás de la cabeza de Kisaki, buscando calmarlo, pero terminó siendo apartado de forma algo brusca –. Bueno, tomaré eso cómo un "Gracias, confío en ti".

El más chico mantuvo su mirada de soslayo en Hanma antes de volver a caminar. Quizás estaba exagerando, pero desde hace un tiempo se siente observado. Aunque últimamente se vuelve más frecuente, esa sensación de peligro comenzaba unos minutos luego de salir de su casa. Ya no sabe que hacer o cómo debería enfrentar la situación. Shuji calmó sus pensamientos cuándo pusó una mano en su hombro, sonriéndole cómo de costumbre. Kisaki no admitiría que se sintió seguro en ese momento, ya que Hanma lo ha defendido y salvado en muchas ocasiones, incluso arriesgando su propia vida. Shuji Hanma, era un torbellino de emociones para Kisaki, en donde gobernaban los sentimientos negativos, pero su contraparte aún permanecía allí. 

. . .
Hanma siguió a Kisaki por todos lados, no presentó ninguna queja, claro, hasta que veía algo que le gustaba y le pedía al menor que se detuviera y no se fuera. Luego de eso, el más alto parecía estar más tranquilo, más callado que lo normal, a lo que Kisaki no supo como reaccionar a esto; ni le molestaba, al contrario.

Se detuvieron a unas cuadras de la casa de Kisaki, Hanma parecía tener algo que hacer.

Me despido aquí. Llámame por si pasa algo, o si necesitas de compañía – su sonrisa amplia fue acompañada de una risitas bajas, mientras que Kisaki permanecía serio, esperando a que se fuera de una vez por todas –. O, por cierto, Kisaki – dramáticamente, Hanma se separó unos pasos del menor, dándole la espalda. Estaba acomodando su chaqueta. Kisaki se quedo a escucharlo por educación, pero la paciencia se le terminaba. Suspiró malhumorado, comenzando a caminar a dirección a su casa –. Mañana es mi cumpleaños. Adiós, Kisaki ♡.

El mencionado se detuvó, volteando a ver a Shuji, quién ya se había alejado. ¿Ese era el motivo de su actitud? Hanma nunca antes le había dicho sobre su cumpleaños, que él recuerde. De todos modos, ¿Cuál era el motivo de decirlo? ¿Una invitación, quería ser saludado por parte del rubio?

Kisaki negó, no tenía tiempo de pensar en eso, no le interesaba el cumpleaños de Hanma ni ningún otro. Antes de que se hiciera más tarde, caminó a su casa, sosteniendo las bolsas de compras mientras mentalizaba todo lo que tenía y confirmar que nada se le hubiera olvidado. Pero otra vez, esa sensación de ser observado volvió, haciendo que se sintiera un poco agobiado. Miró los callejones sin detenerse, intentando visualizar alguna silueta que le confirmara sus sospechas. Tetta podía vencer a una persona promedio sin problema, aunque no era tan fuerte, sabía cómo defenderse, hasta cierto punto.
Unos metros antes de llegar a la cuadra de su casa, ese tenso momento se desvaneció, sintiéndose más seguro, pero aún alerta. ¿Era un acosador? Podía descartar esa opción, ya que no lo seguía a su casa, tampoco está seguro que fuera una persona. No creía en fantasmas, así que cualquier idea paranormal fue tachada desde antes... Rápidamente dió la conclusión de que era su cabeza jugandole en contra por la falta de descanso, si alguien quisiera atacarle, ya lo hubieran hecho; pero no tacharía esa opción por el momento.

Iría a dormir después de cerrar bien todo y mañana poder tener la mente clara para pensar que podía darle a Hanma; tenerlo cerca le daba una ventaja bastante buena ante cualquier situación, así que lo consentiría por primera vez.

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⏰ Última actualización: Mar 22, 2022 ⏰

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El teatro del Dios De La Muerte | [𝐇𝐚𝐧𝐤𝐢𝐬𝐚]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora