“Jade”.
5 días para la luna roja.
Hace dos días que sucedió lo de la cueva y aún no le he contado nada a Jereniah, pero supongo que esta vez si necesito de su ayuda.
—¿Cazamos juntos?—le pregunto interrumpiendo su conversación con Shadia, la chica de nuestro clan que sé que le gusta.
Me mira unos segundos como si quisiera desaparecerme, pero se da por vendido cuando vé que no tiene ese tipo de poderes, obviamente.
—Por supuesto, princesa. —Le ofrece una disculpa a Shadia y camina conmigo hasta estar un poco alejados de los demás—. ¿Que te sucede? Ya habiamos planeado todo.
—¿Quieres morir? Sabes perfectamente como somos, le vas a clavar el diente a la fruta antes de comprarla y te harán pagar por eso.
—¿De donde sacas esas cosas? Me confundes tanto, Jade —se queja y rio.
—Los humanos dicen cosas raras, ¿verdad? Si te tomas el tiempo de observarlos bien, puedes aprender muchas cosas de ellos.
—Como sea, no le iba a clavar el diente, o lo que sea que hayas intentado decir.
—Jere, ¿recuerdas lo que sucedió en mi cumpleaños 117? —cuestiono y su rostro pálido se sonroja aunque eso sea casi imposible en nuestra especie.
—Solo ocurrió esa vez y fue tu culpa por dejarnos solos —responde a la defensiva.
—Esa humana no te gustaba y la calentura te ganó, si hubiese sido una de nosotros estarías muerto cuando tu olor estuviera en ella para siempre. Tuviste suerte.
—Jamás vuelvo a tratar con humanos, sólo son comida, no debí hacerte caso.
—Era linda, su sangre era tan perfecta. —Mis colmillos salen al recordar su olor—, lástima que te la hayas bebido toda.
—Controla esos instintos, tus ojos cambiaron de color y puedo imaginar lo mojada que estás debajo de ese pantalón de cuero.
—Pervertido —lo acuso divertida, pero está en lo cierto, aunque no se lo vaya a decir.
—Sólo digo lo que sé, somos así, no podemos evitarlo. Ahora dime para que me necesitas.
—Quiero que me consigas más sangre, mantente alejado de los demás y tarda lo suficiente para que me dé tiempo de regresar. Juro que vendré antes de que la cacería termine, nadie sabrá que no estuve.
—¿Por qué? ¿A dónde irás? —me da su mirada acusatoria.
—Te lo explicaré cuando lo tenga en mis manos, por favor.
Se queda en silencio unos minutos -tal vez arrepintiendose de ser mi amigo- hasta que suspira y acepta.
—Ya es media noche, la cacería termina a las tres, te quiero aquí a las dos. Jade, si no llegas te juro que te dejaré de hablar.
—Estaré aquí, lo prometo. —Le doy un beso en la mejilla que lo deja en shock, ya que sabe que no soy de tener esas muestras de cariño con nadie—. Eres el mejor, cuida esos colmillos, no quiero perderte por andar de caliente.
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MÁS ALLÁ DEL LAGO
VampireExisten dos tipos de vampiros: Los que se mantienen en las sombras alejados de los humanos, cazan por la noche para no ser vistos, eligen muy bien sus presas y no matan, sólo toman lo necesario para poder vivir. Y los que prefieren dejar rastro, se...