Capitán 🔞

2.4K 122 8
                                    

—¡Oh, sí!

—Eso es, reina. Gime para mí, quiero que grites mi nombre.

—¡Sasuke-kun!

Escuchar el exquisito gemido que salió de sus adictivos labios lo animó a marcar un ritmo frenético en sus envestidas.

—Quiero que me claves tus uñas para, cuando me cubra con el sudor de mi victoria, acordarme de ti y de cómo te he hecho mía en el vestuario.

—Claro que te acordarás de mi —Rió, intentando controlar los sonidos obscenos que salían de su boca—. Cuando salga a animar a nuestro equipo, gritaré hasta reventarte los tímpanos.

Sasuke puso los brazos a los lados de su cabeza.

—Aráñame la puta espalda. Hazme sangrar.

—¿Te excita sentir dolor, cariño?

—Puede ser —murmuró en su oído, mordiendo el lóbulo de su oreja.

Algo que la chica odiaba era que le dijeran qué hacer, pero, por ese maldito chico, se arrastraría. Haría todo lo que él le pidiera con tal de que la siguiera follando igual de bien que siempre. Obedientemente arrastró sus uñas por su ancha y definida espalda desnuda, dejando unas marcadas líneas rojas y la piel irritada. Dios, había apretado tan fuerte que hasta le salieron puntos de sangre. Sasuke sintió el escozor de las heridas de inmediato, y le encantó. Con ese estimulante, sus envestidas se volvieron mucho más profundas, haciendo que Sakura soltara verdaderos gritos de placer. Ella sentía perfectamente como su largo miembro palpitante la golpeaba hasta el fondo de su sexo.

—Eres tan jodidamente estrecha —balbuceó. Sacó la lengua para retirar una gota de sudor que se deslizaba por la frente de la ardiente pelirrosa—. Estoy tan jodidamente enamorado de tu coño.

Paró en seco por un momento para después clavarse en ella por completo.

—¡AH, SÍ! ¡Ahí, justo ahí!

Fue una delicia cuando sus paredes apretaron su miembro con fuerza. Amaba cuando su húmeda y caliente vagina se contraía y hacía esa agradable presión sobre su dureza, así como adoraba oírla gemir como toda una perra en celo. Ella estaba totalmente ida sintiendo su grueso y caliente falo erecto penetrándola una y otra vez, entrando y saliendo sin freno, haciendo una fricción sumamente placentera.

—¡Sasuke-kun! ¡Hazme sentir como una puta! 

—Ya lo eres —Sonrió con arrogancia—. Eres mi puta.

—¡Oh, sí! —Arqueó la espalda—. ¡Solo tuya!

Cuando Sakura llegó al orgasmo, tras haber sido fuertemente embestida más de cinco veces en su punto G, su sexo se estrechó tanto que el solo abrazo de sus paredes vaginales le sacó un potente gemido a Sasuke, quien fue arrastrado con ella por una ola de placer enloquecedora.

—Eso es, Sasuke-kun. ¡Córrete por completo dentro de mi!

Derramó cada cálida gota de su catarsis en su interior, dejándola llena de su esencia. Su espalda hervía, se mordió la lengua para no quejarse. Vio como Sakura se mordía el labio con deseo, con una sonrisa de complacencia adornando su encantador rostro.

—Sasuke-kun~.

—Silencio, mi reina. Todavía no he terminado contigo.

Sasuke no era un ser lascivo. Nunca se había dejado llevar por sentimientos tan insustanciales como la lujuria, pero estaba obsesionado con esa maldita animadora. Joder, sí lo estaba. Insatisfecho con haberla hecho irse únicamente dos veces, profanando esa vagina que tanto le gustaba, necesitaba hacerla perderse una tercera, degustando su apetecible y mojada entrada. Se agachó frente a ella, la tomó con firmeza de los muslos y los abrió, metiéndose entre esas largas y torneadas piernas. No le importó una mierda saborear su propio semen mezclado con esos deleitosos fluidos con los que quería empaparse la boca. 

Le proporcionó, para empezar, unas buenas lamidas, salivando sobre su sexo para humedecerlo todavía más. Atrapó sus labios vaginales entre sus dientes y los acarició con ellos, haciéndola suspirar. Pegó sus labios y hundió su lengua en esa deliciosa vagina, penetrándola con ella. Sakura lo agarró del pelo, chillando por la corriente eléctrica que la recorrió desde su parte intima hasta el final de su columna. Sasuke movió su húmeda y resbaladiza lengua sobre su suave rajita y chupó y succionó su clítoris hasta hacerla tener su tercer y último orgasmo. Fue tan jodidamente excitante sentir como explotaba en su boca. Esa chica lo volvía loco. Volvió a lamerla hasta dejarla completamente limpia y se levantó, pasando el dorso de su mano por sus labios. Como siempre hacían, sin decir una palabra, se limpiaron y se vistieron, con la diferencia de que el silencio que reinó entre ellos se volvió bastante incómodo. 

—Y hasta aquí llega nuestro acuerdo, Sakura —dijo, mientras veía como su más grande perdición ajustaba su sedoso y ondulado cabello rosa en una floja y sexy coleta alta, dejando algunos mechones fuera.

El pacto era que solo se acostarían juntos siete veces, haciendo referencia al número de la camiseta del capitán del equipo de fútbol americano, Sasuke Uchiha, el chico más guapo y codiciado de todo el instituto, el mismo que jamás estuvo interesado en absolutamente nadie hasta que la vio y decidió entregarle su virginidad y tantos momentos de pasión. El que, a su vez, se había enamorado perdidamente de esa zorra que lo corrompió hasta la médula. 

Ella estuvo a punto de replicar, pero Sasuke la interrumpió comiéndole la boca. Sus expertos labios hacían estragos en ella, la besaban lentamente y abrían paso a su lengua juguetona. El capitán del equipo la tomó de la cintura posesivamente con una mano y puso la otra en su mejilla. Sus sensuales besos la seducían a niveles estratosféricos. La conexión entre ellos era mágica.

—Sé mi novia.

Ella lo miró con cierta sorpresa y un gran sonrojo.

—¿T-Tu novia?

—Sí —Deslizó un mechón de su pelo por sus yemas y lo enrolló en su dedo, jugueteando con él—. Quiero que seas mi Primera Dama.

—Se me olvidaba que también eres el presidente del consejo de estudiantil.

—Soy la cabeza de este centro, este instituto es mío —Le dio un cariñoso beso en la mejilla—. Pero, me siento incompleto si tú, en concreto, no eres exclusivamente mía.

—Eso de ser exclusivamente tuya suena muy bien —Descansó la cabeza en su pecho, escuchando con claridad las aceleradas sacudidas de su corazón—. ¿Hay sentimientos involucrados?

—Los hay.

—¿Te gusto?

—Más que eso.

Sakura lo tomó de las mejillas y lo miró tiernamente a los ojos.

—Considérame tu querida novia desde ahora mismo.

—Mi querida y preciosa novia exclusivamente mía.

Ella sonrió y él le dio un dulce beso en la frente.

SasuSaku: Escenarios 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora