𝓢𝓸𝓵𝓪𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓾𝓷 𝓻𝓮𝓮𝓶𝓹𝓵𝓪𝔃𝓸

Extra 1

Sanzu despertó en su apartamento con un terrible dolor de cabeza, levantándose lentamente de la cama y caminando con pasos pesados, pateando alguna que otra lata de cerveza tirada por el suelo. El pelirosa miró hacia todas direcciones, frunciendo el ceño.

-Que desastre...- susurró para si mismo, observando todas las botanas , helado, alcohol y alguna u otra caja de cigarrillos, todo eso tirado por el suelo, mesa y sofá de su sala.

Suspiró agotado mientras se dirigía hacia la cocina para agarrar la escoba y limpiar el desastre que el mismo causó..
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Ahora mismo se encontraba tumbado en el sofá de su sala después de haber limpiado esta, frunciendo el ceño cuándo escuchó el timbre sonar, haciendo que su cabeza doliera y soltara un pequeño gruñido,se levantó del sofá sin ganas y abrió la puerta, sus ojos cansados abriéndose de golpe, alerta, pues Takemichi se encontraba en su puerta llorando.

El Hanagaki nada más ver al Akashi se abalanzó contra sus brazos, Sanzu por supuesto lo atrapó y correspondió a su abrazo

-pasa dentro, hace frío- ofreció amablemente y con preocupación, apartándose para dejar pasar al otro ojiazul para después cerrar la puerta - lo atrapaste de nuevo, cierto?- preguntó acunando la cara del azabache

-M-me dijo que no lo vol-volvería a hacer- dijo entrecortado por las lágrimas

Sanzu no sabía cómo consolarlo, así que solamente lo abrazó, lo abrazó cómo nunca antes lo había hecho.

Y así se quedó con Takemichi ese día, consolándolo y diciéndole palabras dulces, bromeando, leyendo mangas que a Sanzu no le agradaban, besándose aunque Sanzu supiera que solo era una distracción para no pensar en Kisaki, pero hey, cualquier cosa por Takemichi, el lo ama tanto que se apuñalaría a si mismo si así lo quisiera Takemichi, lo quería y amaba tanto que le daba igual si salía herido, Takemichi lo podía usar y tirar las veces que quiera y a el no le importaría, pero aún así, el corazón del de cicatrices no podía evitar estrujarse cuándo la persona que amaba Takemichi era Kisaki y no el...

Haruchiyo caminó tranquilamente a la casa de Kisaki Tetta, jugando con el objeto en su bolsillo y mostrándose serio cómo siempre lo hacía, tocó el timbre de la gran casa, nada comparada con su departamento, pues Kisaki tenía muchas riquezas, era por eso que Takemichi lo quería? No, a Takemichi le importa una mierda lo material. El moreno lo invitó a pasar a tomar el té, la casa aunque fuera bonita por fuera y dentro lograba dar arcadas a Sanzu, el olor a Kisaki llenaba todo ese lugar, observó al moreno mientras este le hablaba sobre quien sabe que, su cuello decorado con mordeduras inútilmente tapadas por sus ropas elegantes pero mal colocadas.

Sanzu cerró sus ojos al ver unos cuantos cabellos rosa melocotón en su traje, al parecer Kisaki había logrado su objetivo, tener a Hinata Tachibana en sus manos, eso explicaba porque Takemichi estuvo llorando por horas ayer. Kisaki Tetta no solo lo engañó, pero lo botó, lo usó y simplemente cuando ya tuvo su capricho rompió con el, importándole una mierda si destrozaba el corazón del menor.

Los dientes de Sanzu se apretaron en furia, sosteniendo con fuerza la taza de té hirviendo, levantándose y tirando el líquido caliente en su cara, haciendo que este soltara unos gritos de dolor, Sanzu se abalanzó contra él, sacando la daga de su bolsillo, apuñalando y cortando la cara de Kisaki, no lo quería muerto aún, ese imbécil no se merecía una muerte rápida. Sanzu llamó a unos pandilleros débiles y que harían cualquier cosa por un poco de dinero, pidiéndole a estos que lo llevaran a su apartamento mientras él limpiaba el desastre .

Con el paso de las semanas Sanzu torturaba a Kisaki a diario, aveces le arrancaba trozos de piel, cortaba sus dedos y se los enviaba a las personas con las que engañado a Takemichi, rompiendo huesos, colgarlo con unas cadenas y perforando las palmas de sus asquerosas manos que alguna vez golpearon a Takemichi con ganchos gruesos de metal hasta que sus músculos se entumecieran mientras lo usaba de saco de boxeo, recordando como el azabache solía ser insultado por Kisaki , golpeándolo más y más fuerte cada vez.

Eso le pasaba por fingir ser un buen amante con takemichi, eso le pasa por maltratarlo y abusar de el, eso le pasa por engañarlo, eso le pasa por quitárselo a Sanzu haciendo que su corazón doliera como el infierno y que llorara por las noches cada vez que los veía juntos.

Ahora mismo se encontraba en un bosque al que le citó Takemichi, este le estaba agarrando de las manos, y con un sonrojo que Sanzu nunca había visto en el ni siquiera cuándo salía con Kisaki, sus ojos zafiro abriéndose de sobremanera cuando el Hanagaki susurró un leve pero audible "me gustas".

-Sanzu kun me gustas, lo lamento, me di cuenta muy tarde de que mi corazón te amaba a ti, el simple pensamiento de estar a tu lado eternamente me alegra como no tienes idea,escuchar tu voz es todo lo que deseo. No habrá nada que pueda llenar mi vida de felicidad e ilusión. Así que... Haruchiyo san, saldrías conmigo? Por favor?- preguntó avergonzado con sus manos temblando levemente del nerviosismo

Sanzu se quedó en shock por unos momentos

- es esto un sueño?- preguntó acercándose al rostro del más bajo por unos centímetros

-No Sanzu kun-

Sanzu comenzó a sonreír, y agarrando al azabache de la nuca y cintura lo besó, un beso tan tierno pero a la vez desesperado que hizo a Takemichi derretirse ante su tacto.

-A mi también me gustas, no sabes cuanto, me vuelves loco. Estoy aprendiendo que esta forma de enloquecimiento dulce y feliz es la mejor forma de vivir, no me dejes nunca por favor- pidió abrazándolo con amor

-No lo haré- susurró sonrojado ante la confesión del pelirosa mientras se escondía en el cuello de este y cerraba sus ojos disfrutando al fin de la calidez que por primera vez estaba sintiendo ...

Fin del extra 1.'.'.'