(COMISIÓN) Lessons about a heartbreak |Choso x Noritoshi|

01/02

Noritoshi estaba en sus tiernos dieciocho años cuando entro a la facultad de ciencias políticas y sociales a estudiar relaciones internacionales, recién cumplidos y todo, pues había tenido la dicha de nacer justo en el comienzo de verano.

Había sido un niño estudioso y serio desde que tenía memoria y sus padres y los adultos en general lo adoraban por eso. Siempre era el favorito de los maestros y las niñeras y el orgullo de su familia, aunque eso lo volviera un niño solitario. Los chicos de su edad lo veían cómo el callado o el estirado de la clase y casi nunca convivían con él

Incluso entre sus amigos de la infancia nunca encajó del todo, pues mientras los demás niños eran ruidosos, despreocupados e intensos el siempre se quedaba adelantando sus tareas, leyendo un libro o practicando algún idioma. Y si aveces se sentía fuera de lugar se le pasaba pronto cuando todos le decían lo adelantado a su edad que era, cuán talentoso y maduro o responsable

Y ese sentimiento de superioridad fue el que lo distrajo del vacío que empezaba a construirse en su vida y la insatisfacción que lo asaltaba de vez en cuando en cuanto su mente no tuviera en que ocuparse. Siempre era callado con sus gustos personales cómo la música de rock que le gustaba, las caricaturas o las sagas de fantasía que solía leer para que nadie creyera que era otro muchacho inmaduro y se refugio en internet, a veces ni el mismo podría creer que el Nori que conocían en línea era el mismo chico que conocían sus padres, no podía ni siquiera imaginarse ser tan expresivo cómo lo era ahí en la escuela o en su hogar

Con la llegada de sus años adolescentes eso se hizo más evidente, el golpe le llegó justo cuando sus compañeros compartían anécdotas tontas y divertidas de su infancia y le preguntaron a él por una

Se dio cuenta de que no tenía nada que decir, no recordaba nada divertido o remarcable. No se le venía a la mente ninguna locura, ningún juego o experiencia, sólo tenía recuerdos de estar encerrado en su habitación estudiando o jugando videojuegos a escondidas de sus padres y de sentarse lejos en los recreos mientras leía algún libro o hacía tarea. ¿Cómo era posible que absolutamente todos hubieran tenido una infancia tan remarcable excepto él? ¿en serio se estaba perdiendo de tantas cosas?

Esa noche Nori no pudo dormir sin antes llorar acurrucado en su sábana, nunca se había sentido tan solo y vacío en su vida. Por más que lo intentaba no podía encajar, los adolescentes de su edad estaban muy ocupados desobedeciendo a sus padres, escapándose a fiestas y consiguiendo su primer pareja sentimental y Noritoshi se volvió todavía más un marginado de lo que ya era, nadie lo invitaba a nada y si lo hacían el pobre no tenía manera de explicar que tenía que pedirle permiso a sus padres y que seguramente no se lo darían

Todavía le gustaba cuando lo felicitaban y cómo le sonreían los maestros cuando entregaban sus calificaciones o sus proyectos, pero se empezaba a hacer difícil ignorar las miradas despectivas y burlonas. Tampoco llegó a sentirse atraído por nadie pues todos le parecían demasiado inmaduros o estúpidos

Lo hablo con su madre en una ocasión, de cómo se sentía solo y rechazado por los demás. Ella sólo rio mientras le acariciaba el cabello y lo miró con suavidad

- Es normal, cariño - le dijo - Tu eres ese uno en millón y todos los chicos prodigio cómo tú suelen ser incomprendidos porque no eres cómo esos delincuentes que no se preocupan por su futuro, tú podrías incluso llegar a ser el presidente, es la carga que conlleva ser mejor que los demás

"Pero yo no quiero ser mejor que los demás, quiero divertirme como ellos y ser felíz" iba a contestarle, pero cómo siempre no tuvo el coraje

Así que simplemente ignoro el vacío y las palabras crueles o el rechazo de los idiotas de sus compañeros de escuela. Ocupo su mente con la escuela y las actividades extracurriculares, se concentro en buscar buenas universidades y en todas las cosas positivas que los adultos decían de él convenciendose a sí mismo de que debería sentirse orgulloso por estar tan encima de los demás, el señorito perfecto