Capítulo unico

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Si, definitivamente, había sido otra aburrida boda. ¿Cómo era posible que su madre a los cuarenta y cinco años ya hubiera tenido más de seis esposos? No estaba seguro, pero por lo menos no dejó un reguero de hijos, él era el único.

Estaba cansado, con hambre y sueño, por lo menos el terrible momento había terminado y ahora podía estar tranquilo en el apartamento de su padre.

—Te deseo suerte pobre perdedor, espero que la mitad de tu fortuna no esté engrosando la de mi madre dentro de un año —dijo Izuku al techo mientras levantaba una mano.

El joven universitario de veinte años ya estaba cansado del desfile de padrastros. Desde que sus padres se divorciaron cuando él tenía cuatro años, su madre había estado de hombre en hombre, había tenido tantos apellidos que sus maestros no habían sabido qué decir después del señora. Si, su madre era una completa libertina, y por supuesto para nada fiel.

Izuku se encaminó al baño para poder quitarse su incómodo traje. Él vivía con su padre desde los trece años, cuando no soportó más la forma de ser de su madre. Midoriya Hisashi, era un hombre de clase media, trabajador y tranquilo. Con él no tenía todos los lujos que de seguro gozaría viviendo con su madre, sin embargo, lo prefería así, al menos allí había estabilidad.

Sintiendo como la libertad rozaba su piel, ahora que su ropa yacía en el suelo, Izuku se lavó el rostro, deshaciéndose del maquillaje que su madre le obligó a usar, bajo la excusa de que sus pecas lo hacían lucir ridículo y demasiado parecido a su patético padre. Él nunca contestaba a eso, muy temprano en su vida se dio cuenta de que aquello era inútil.

Por un momento se le vino a la mente la última víctima de su madre. Sintió lástima por el pobre hombre, aunque rara vez la tuvo por alguno de los antiguos esposos de esta, no obstante, el actual no había roto la relación anterior de su progenitora.

El muchacho, con apenas seis años más que Izuku, era un modelo y empresario, alguien trabajador, según lo poco que leyó de su biografía, y demasiado temperamental, pero realmente apuesto. Debía admitir que se veía muy bien a lado de su esbelta y bella madre.

—Izuku, ¿ya estás de vuelta? —preguntó su padre encendiendo la luz de la sala.

—¡Si papá! —gritó Izuku poniéndose rápidamente el pantalón de su pijama y saliendo al encuentro del mayor—. Me robé algunos bocadillos para ti. Estaban sirviendo caviar.

—Pobre chico —dijo Hisashi haciendo una mueca.

—Pobre chico. —Estuvo de acuerdo Izuku.

🌼🌼🌼

Habían pasado seis meses desde la boda de su madre, todo iba bien, según decían los titulares de las revistas que de vez en cuando su mejor amiga, Uraraka Ochaco, le mostraba. Izuku dejó de prestarle atención a ese tema después de la boda, pero su amiga, la cual tenía un enamoramiento platónico con el modelo, se negaba a dejarlo ser.

—En serio, me da pena por él —dijo Uraraka guardando la revista en su mochila—. Tu madre le va a hacer daño.

—Bueno, él tuvo que fijarse mejor, para nadie es un secreto el historiar de mi madre —comentó Izuku abriéndole la puerta de la cafetería a su amiga.

Para desgracia de los dos, aún tenían una clase más antes de por fin poderse ir de la universidad para pasar su fin de semana, y para lograr salir victoriosos de su clase de cálculo, debían comer algo.

—Es Todoroki —mencionó la castaña nada más entrar a la cafetería, viendo a un chico con el cabello pintado de blanco de un lado y rojo del otro.

El séptimo esposo de mi madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora