•.° No quería recurrir a él, no tenía más opciones si nadie era compatible. Luego del rechazo, Juvia no quiso saber nada de Gray, pero lo necesita. Su hijo lo necesita para salvar su vida.
Quizás, sería una nueva oportunidad para hablar lo que pasó...
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Ha pasado una semana desde que a Gray no estuvo atento con el medicamente de Greige, ahora lo ha estado todos estos días. Es un avance a los ojos de Silver y un poco en Juvia. El niño no manifiesta estar animado con Gray por muy padre biológico que fuera.
A diferencia de Silver, Greige lo llama "abuelo". Más cercano a él.
En esa situación, Juvia decide darle una mano a Gray. Ni ella se lo cree. Lo hará por su hijo.
Durante la noche entra a la habitación de Gray, antes golpeando. Le entrega un libro mientras él está ocupado en su trabajo. Gray mira el libro y luego a Juvia.
―No soy fanático de la lectura infantil.
―No es para ti, es para que le leas un cuento a Greige antes de dormir.
― ¿Quieres que le lea un cuento?
―Si quieres acercarte a él.
―Sí, bueno yo... ―mira la portada del libro, es un gato azul gigante con alas, llamado "Happy, el gato feliz"― De acuerdo. ―toma el libro y se pone de pie dirigiéndose al pasillo, directo al cuarto del niño. Nunca ha relatado nada a un mocoso para dormirlo. De seguro no será tan complicado. Si ha podido llevarse un poco mejor con Juvia, hasta tener una conversación en las cenas sin pelearse, podrá con el niño. Si tiene su genio será un problema.
En la puerta del cuarto, carraspea la garganta acaparando la atención del niño, quien yace recostado en la cama, queriendo ver a su mamá en vez de Gray.
Gray le sonríe meneando el libro en la mano, sentándose al lado de las piernas del menor.
― ¿Qué tal un cuento para dormir? ―preguntando, el niño no dice nada abrazando el peluche de conejo blanco. Gray lo toma como un sí, abriendo el libro en la primera página― Había una vez, un gato azul llamado Happy, tenía alas y...Oye, ¿no me estás prestando atención? ―molesto, Greige se gira dándole la espalda sin querer escucharlo y que se vaya luego. Desea a su mamá.
Resignado, Gray suspira cerrando el libro y dejándolo a un lado en la cama. Sí heredó su carácter.
Juvia le mencionó que a Greige no le simpatizaba, así que debe hacer un esfuerzo por agradarle un poco. ¿Qué le gusta a su hijo? Se siente raro pensar de esa manera... En realidad sí es su hijo, y tiene un riñón de él.
Dando una revisión por la habitación, ve muchos muñecos de superhéroes.
Superhéroes, poderes, magia...
¡Eso es!
― ¿Te gusta la magia? ―¿a qué niño no le gusta? Sin esperar respuesta, se levanta buscando un pañuelo o una toalla para cubrir su mano y hacer la gran desaparición de un juguete de una repisa.
