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- Sakura yo la amo, y nadie me va a poder separar de ella - Confesó aquel elegante y apuesto hombre.

- Entonces para ti solo fui un juguete igual que las demás.— Exclamó entre sollozos la chica de largos cabellos color rosa.

Las lágrimas se acumularon en sus ojos, sus orbes color jade lo miraban fijamente, se notaba el dolor y la tristeza en el bello rostro de aquella chica y es que las palabras que él le había dicho la habian destrozado por dentro al punto de quebrarla por completo, destruyendo así cualquier sentimiento que la chica hubiera sentido por él.

- Lo nuestro fue un simple contrato, Sakura, no te confundas, de mi parte nunca hubo atracción o amor hacia tu persona, cumplí con lo que se pidió al igual que tú, expresó nuevamente aquel hombre, era bueno en oratoria, se notaba tan tranquilo, típico de aquel exitoso abogado...quien se mostraba más preocupado por no arrugar su costoso traje hecho a medida.

- ¿Y qué hay de mi? ¿Mis sentimientos no importan? -

- Lidia con ellos de la misma forma que yo hago con los míos... -

- ¡Eres de lo peor! - Grito mostrando sus frustración.

Expresando nuevamente su frustración ella volvió a gritar tan fuerte que la garganta le ardió al instante; una masa enorme de dolor se apoderó de su pecho, respirar le era difícil gracias esta mismo.

Él en cambio lucía tan tranquilo, con ambas manos dentro de los bolsillos de su pantalón, la miraba fijamente, ni se inmutó cuando ella se dejó de caer de rodillas al suelo.

- Tengo que irme, hasta luego -

Fue aquella la última palabra que el pelinegro pudo decirle a aquella chica a quien le juró amor eterno frente al altar, ella lo amaba...eso lo sabía él muy bien, pero los sentimientos del pelinegro no eran los mismos y sin importarle el estado de la chica él abandonó la mansión.









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Se preguntaran como el destino de esta chica termino de este modo, bueno pues todo comenzó con la protagonista que tiene por nombre Sakura Haruno, hija de Mebuki y Jiraiya Haruno, un matrimonio feliz que educaron con mucho amor a su única hija.

Mebuki y Jiraiya eran humildes pero muy trabajadores, el padre de familia tenía un puesto importante dentro de una de las alcaldías de Japón, pero por una enfermedad terminal dejó su cargo y dedicó sus últimos días en compañía de su amada esposa y su pequeña hija.

La muerte del señor Haruno las destrozó ambas, pero al final pudieron salir adelante, la pequeña niña hija del matrimonio apenas tenía ocho años cuando vio a su padre partir de este mundo.

Fue Sakura quien ayudó a su madre a sobrellevar la perdida, pero no duró por mucho tiempo ya que cuando ella tenía diecisiete su madre no soporto la depresión y acabó con su vida una tarde de agosto.

Desde entonces Sakura quedo sola, ya que su familiar más cercano vive en otro país, por ello decidió salir adelante y trabajar arduamente por varios años hasta terminar trabajando para una importante firma de abogados.

Su jefe directo era nadie mas que Sasuke Uchiha, es un hombre apuesto de treinta y dos años, a simple vista se hace ver como una persona seria, pero era todo lo contrario.

Él Uchiha era muy arrogante siempre gana sus casos con muchas trampas siempre buscando algún beneficio para ganar sus casos más difíciles, por ejemplo si eran mujeres hermosas que pedían su ayuda él no desaprovechaba la oportunidad de acostarse con ellas.

No tiene escrúpulos y nunca se le ha conocido a una mujer estable en su vida, antes de aprenderse su nombre termina con ellas, y una que otra mujer terminaba despechada queriéndole arruinar su carrera pero al final él sabía cómo tratar con ellas.

Puede que fuera un adonis como las mujeres lo lleguen a llamar, pero podría destruirte si no andas con cuidado con él.

- ¡¡Sakuraaaaa!! ¡¡Sakuraaaa!! ¿Dónde estás? - Levanta la voz Sasuke que buscaba con desespero a su secretaria.

- Aquí señor Uchiha - Respondió al ingresar al despacho.

- ¿Sakura cuantas veces tengo que llamarte para que escuches? - Hablo en un tono molesto al tiempo que acomodaba unos documentos dentro de un folders de cuero negro.

- Lo lamentó Señor Uchiha, pero estaba en el teléfono atendiendo a un cliente importante - Se disculpó bajando un poco la cabeza.

- Da igual Sakura voy a tener una reunión con la Señorita Ayame, así que por favor no me pases recados y no quiero que me moleste nadie, ya que tengo un tema importante que hablar con la señorita - Pronunció tras haber dibujado una sonrisa en sus labios.

Si claro reunión lo que pasa es que se va a acostar con ella.

Pensó con molestia la joven chica, al momento de dar un leve suspiro y dar la media vuelta para regresar a su escritorio asignado fuera del despacho del abogado.

- Si claro que sí señor Uchiha -

- No te he dicho que no uses faldas largas, toda mujer debe lucir sus piernas ya que las hace ver más sexy - La miró de forma lasciva de tal modo que provoco un leve sonrojo sobre las mejillas de Sakura.

Sakura trato de ignorar su comentario, pero cuando estaba por cruzar la puerta de madera, él la sujetó con fuerza de la muñeca al tiempo que cerraba la puerta y la arrinconaba.

- ¿Qué hace? -

- ¿Aún no aceptas mi invitación? - Exclamó con una sonrisa arrogante.

- Ya le he dicho que soy su secretaria no una de sus mujeres; muévase por favor - Molesta trato de empujarlo, pero con cada intento, él se pegaba aún más a su cuerpo sintiendo el aroma de su perfume.

- Podrías ser una de ellas si quisieras -

- Deje de jugar conmigo Señor Uchiha, me voy... - Lo empujo por última vez y a excepción de las otras veces sí logró zafarse de su agarre y salir del despacho.

Sakura tendría que pasar por esto cada día que trabajaba con el abogado Uchiha, ya que el gustaba de molestarla de este modo, ya que sentía algún tipo de placer hacerla sonrojar ante sus insinuaciones.

Así que Sakura trato de llevar su tarde lo más tranquilo que podía y dejar de pensar en el joven abogado que tantos enojos le ocasionaba, su concentración estaba sobre unos documentos cuando fue sorprendida por una de sus mas grandes amigas.

- Que pasa Sakura no me digas que te volvió acosar el guapísimo de tu jefe, dios lo que haría yo porque un hombre como él se interesara en mí - Dijo tras dar un respiro de chica enamorada.

Ese tipo de expresiones Sakura odiaba ya que detestaba que su jefe fuera de esa manera con ella.

- No digas tonterías Ino, por mi fuera no trabajaría aquí, pero..... -

- Pero te pagan muy bien así que te aguantas - La interrumpió para después bufarse de su compañera.

- ¡¡Cállate Ino!! ¿A qué viniste por cierto? - Preguntó tras desviar su vista de nuevo a los documentos.

- Mañana es el cumpleaños de mi novio y vamos a festejarlo en una discoteca, y te quiero presentar a su amigo, por favor Sakura tienes que ir - Suplicó la rubia al momento que hacía un leve puchero.

- Ese tipo de lugares nunca me han gustado Ino no quiero ir - Replicó con molestia.

- Vamos Sakura por favor solo esta vez, Shikamaru me prometió que su amigo no es nada feo y es soltero como tú, por favor hazlo por mi -

Ante la fuerte insistencia de su única y mejor amiga Sakura aceptó a regañadientes porque a pesar de ser ellas totalmente diferentes la rubia siempre ha estado cuando ella la necesitaba, así que acepto como forma de agradecimientos por esos años juntas.

Las chicas acordaron de encontrarse en el apartamento de Sakura a las siete de la noche ya que Ino se ofreció para arreglarla personalmente ya que no confiaba en el gusto particular de su amiga.

Sakura permaneció en su lugar terminando de sellar unos documentos sobre una sucesión de derechos, ya que nuevamente el abogado Uchiha utilizó sus artimañas.

La joven estaba por tomar su horario de comida cuando suena el interfon de su escritorio, ella toma la llamada y al hacerlo de inmediato se percata que la voz del otro lado de la línea correspondía a esa mujer.

- Ábreme tonta tengo una reunión importante con Sasuke - Habló la mujer en un tono arrogante.

- Sí Señorita Ayame - Le respondió tras darle acceso al despacho.

La joven ingresó primero al despacho para indicarle a su jefe que la joven que estaba esperando ya había llegado, como era de esperarse Sasuke afilo su mirada tras morder un poco su labio le indico que dejaba pasar a la chica de cabellos negros.

- Sasuke cariño, hay que hablar de negocios - Habló la mujer que contoneaba sus caderas con paso para después terminar sentándose en las piernas de Sasuke.

- Sakura que nadie nos moleste - Dijo tras meter sus manos por debajo del vestido de Ayame.

Sakura desvió la mirada haciendo una leve expresión de y salió de ese despacho para por fin tomar su hora de comida, dejando que su jefe descargara sus deseos sexuales.

Esa misma noche Sakura llego agotada a su departamento para relajarse y poder descansar un poco ya que el día de mañana tendría la salida con su mejor amiga Ino, aunque aún le causaba un poco de desagrado ya no podría echarse para atrás.

A la mañana siguiente despertó con el mejor ánimo, cepillo su cabello largo y se colocó un conjunto de vestir para poder ir de una manera cómoda y elegante a su trabajo.

Después de una jornada laboriosa y con los acosos de jefe por fin algo de paz tuvo la joven pelirosa, ya que ahora podría concentrarse en fiesta de cumpleaños del novio de Ino.

Sakura al llegar a su apartamento agradeció no quedarse más tiempo en el despacho ya que su jefe había tenido la visita de otra joven por ello le permitió salir más temprano, ella aprovechó para llegar a casa y tomarse un merecido baño de burbujas.

Se sentía tan fresca tan relajada que colocó sobre su cuerpo desnudo una colonia con aroma a rosas, sonrió al tiempo que se ponía una toalla y se dirigía descalza hasta su banquillo para poder maquillarse para la ocasión.

Se colocó un vestido blanco que le llegaba por debajo de sus rodillas, su maquillaje era sencillo ya que no estaba acostumbrada a arreglarse en exceso.

Tal vez no era el atuendo adecuado para una fiesta en una discoteca, pero poco le importaba, sin embargo cuando su amiga Ino fue por ella a su apartamento de inmediato la miró decepcionada.

- ¡¡Por dios Sakura qué diablos traes puesto así no conquistaras a nadie!! - Exclamó con desagrado.

- De que hablas Ino no estoy mal vestida, hasta me puse un vestido - Dijo con confusión.

- Querida tienes buen cuerpo aprovéchalo al máximo, lo bueno que traigo mi maleta de emergencias - Respondió tras tomar a su amiga de la muñeca e ingresar nuevamente a su habitación.

La rubia sacó de su maleta un entallado vestido rojo que era un poco escotado del pecho, entre pataletas y golpes por fin Ino logra que Sakura se ponga el vestido con unas zapatillas altas, después de maquillarla y peinarla de manera que hiciera juego con los que llevaba puesto las chicas tomaron un taxi y se fueron hasta la discoteca.

La joven de ojos jades en cada momento bajaba con sus manos el vestido tratando de mostrar de más sus piernas, pero su amiga cada ves que la veía se burlaba un poco de ella.

Tras ingresar a la discoteca el novio de Ino un joven apuesto de cabellos negros que casi siempre lo tenía amarrado con una coleta las recibió con una sonrisa.

- Me alegro que vinieran, sobre todo tu Sakura - Masculló el chico para después tomar de la mano a su novia.

- La verdad es que preferiría estar en casa viendo una película - Dijo entre una media sonrisa llena de nerviosismo.

La música estaba extremadamente alta y apenas si podría escuchar las voces de sus amigos, se sentía incomoda ya que no era un ambiente en el cual ella deseaba estar, así que en repetidas ocasiones Sakura le pedía a Ino que quería irse, pero la respuesta de ella es que no fuera amargada y de disfrutará de la noche.

La pelirosa no tuvo de otra más que soportar la noche, para su suerte ella pensaba que el "Dicho amigo" que querían presentarle no había llegado así que para ella de algún modo aguantaría estar en ese lugar un poco más.

- Vamos Sakura cambia esa cara acaso quieres arruinar tu juventud no haciendo nada, además te prometo que el chico que te presentaremos es muy guapo y tiene unos músculos de ensueño - Hablo Ino haciendo una expresión obscena sin importarle que su novio la mirara.

- No lo se, este tipo de lugares me parecen muy aburridos. - Exhalo - Pero ¿Acaso tú ya lo conoces ? - Pregunto la chica tras darle un sorbo a su copa.

- Lo he visto un par de veces, pero créeme quedarás enamorada de él en cuanto lo veas - Respondió dando una sonrisa un tanto burlona. - Así que tranquila que tu mi quería Julieta pronto llegará tu apuesto Romero -

La joven pelirosa miró a su amiga con decepción, ya que odiaba que Ino le presentará a chicos solo para que según ella no estuviera sola, todo el tiempo le hacía indirectas que necesitaba más vida sexual.

Lo cual a Sakura no le llamaba demasiado la atención ya que su última relación terminó bastante mal y con el corazón destrozado, así que por ahora no buscaba pareja por esa misma razón tenia mas de cinco años soltera.

La discoteca estaba abarrotada de gente y Sakura permaneció sentaba sobre un banquillo alto bebiendo whisky y aunque su sabor no le agradaba del todo, poco a poco se fue acostumbrando.

- Buenas noches - Escucha una voz masculina detrás de ella.

- Finalmente llegas Sasuke - Hablo Shikamaru al momento que extendía su brazo para saludar a su amigo.

Por su parte Sakura se quedó extrañada al escuchar ese nombre ya que era el mismo nombre que el de su jefe, por su cabeza nunca imaginó que fueran la misma persona ya que de algún modo no pensaba que su amiga le haría una broma como esa sabiendo el historial que tenía el abogado.

- Debe ser otro tipo - Repetía ella con una leve sonrisa, pero al girarse quedó completamente anonadada al ver a la persona de pie frente a ella.

- ¿¿Sakura?? - Sonríe al momento que la mira de arriba a bajó de manera pervertida.

- ¿¿je-jefe ?? - Levanta la voz sorprendida.

Sasuke llevaba puesto una camino blanca entreabierta dejando ver parte de su pecho que a simple vista se notaba sus músculos bien formados, pantalón de mezclilla un poco roto y para completar su apariencia de chico malo tenía anillos y un costo reloj rolex.

El joven abogado no apartaba su vista de la chica y en todo momento tenía una sonrisa coqueta en sus labios, por su parte Sakura estaba sorprendida y se acercó a su amiga para susurrarle.

- ¿Cómo rayos no me dijiste que era mi jefe? - Dijo en un tono un poco molesta.

- Lo siento, creo que lo confundí con otro Sasuke - Sonríe de manera sarcástica.

- ¡¡¡Como otro Sasuke!!! ¿¿Y crees que voy a creerme eso ?? - Le cuestionó de inmediato pero su amiga se alejó para dejarlos solos.

Sakura se sentía nerviosa, ver a su jefe de esa manera vestido y mirándola de esa manera aún más lujuriosa que antes sin duda la hacía sentir extraña.

- Supongo que nunca es tarde para conocer mejor a tus empleados, no crees Sakura - Sonríe y se acerca lentamente a ella para tomarla de la mano con suavidad.- Sakura.... -

- Sí dígame - Le respondió rápidamente.

- No estamos en la oficina, dime Sasuke - Le sonrió nuevamente, pero ante su insistencia ella aceptó llamarlo por su nombre.

- E-esta bien Sasuke -

Él sonrió al lograr su cometido de hacerla decir su nombre ya que de al ser su secretaria Sakura siempre era muy respetuosa y dedicada a su trabajo por ello siempre lo llamaba por su apellido.

- Ven vamos a tomar algo - Dice tras llevarla directamente hasta la barra de la discoteca.

El barban en cuanto vio a Sasuke se acercó hasta él y le ofreció una de las mejores bebidas del lugar.

- ¿Usted viene muy seguido aquí verdad? - Preguntó ella al ver como él bebía con entusiasmó el contenido del vaso.

- mm sí un poco, pero deja de llamarme por usted y llámame de tú que no estamos en el trabajo, aunque tampoco me molestaría que me llames por mi nombre en el despacho. - Sonríe y se acerca hasta ella de tal manera que sus rostros están frente a frente. - Ya que seria muy excitante que me digas de ese modo -

- No diga esas tonterías - Dijo avergonzada ante las palabras de su jefe.

Desvió la mirada para tomar un sorbo de aquel trago y así evitar la mirada de fija de Sasuke, que él de inmediato se percató del sonrojo que había sobre sus mejillas, así que aprovecho el momento para acercarse aún más.

- Sabes, realmente te queda mucho mejor algo corto, ya que de este modo puedo apreciar mejor tus esbeltas piernas - Pronunció de manera coqueta tras tocar las piernas de la chica con las yemas de sus dedos.

- ¡¡No tiene sed!! Por qué no pedimos algo para tomar - Respondió nerviosa para alejarse un poco.

Ella en ese momento no entendía lo que pasaba por su mente ni mucho menos el porque sus amigos la habian dejado en una situación así con su jefe, por dentro Sakura pensaba el porque no se iba de ahí para regresar a su hogar.

- Ok como gustes- Río para después ordenar un par de tragos mas, al instante observo como la pelirosa lo bebía con rapidez haciendo una expresión de desagrado. -¿Eres buena tomando alcohol? -

- Si soy buena ?? Cla- claro que sí..... - Dijo con orgullo para después tomar otro trago del mismo modo que el anterior.

- Bien, entonces eso lo veremos - Dio una media sonrisa y tomó su trago del mismo modo que la ojiverde lo hizo.

Sasuke no apartaba su mirada de ella, simplemente estaba asombrado ante el cambio que ella había dado ya que Sakura al ser su secretaria acostumbraba a usar faldas muy cortas o pantalones de vestir que no le hacían lucir su figura.

Sakura no tenía grandes pechos o exuberantes caderas a las que estaba acostumbrado Sasuke, de hecho era delgada y su figura la hacía lucir especialmente hermosa y de ello se había percatado el pelinegro.

Trago tras trago no pasó ni un una hora cuando se dio cuenta que las mejillas de Sakura estaban extremadamente rojas y su hablar no era muy coordinado, al parecer el alcohol le estaba haciendo efecto rápidamente.

- Menos mal que dijiste que eras buena tomando, ya estás ebria - Dijo tras bufarse de ella.

- ¡¡Y-yo no estoy ebria!! ¡Entendió Sa-Sasuke Uchi-ha! - Le respondió tras mover su mano con su trago de un lado a otro.

- Si como diga señorita ebria - Volvió a reír para después tomar otro trago.

- Us- usted siempre busca una opo-oportunidad para molestarme, ¿Aca-acaso eso le divierte? - Ella le miró y él solamente le sonrió.

- De hecho sí, me encanta molestar a mi secretaria favorita - Le respondió tras burlarse un poco.

Sakura se molesto por la forma en la que él la estaba provocando, así que decidida extendió sus manos y lo tomó de la camisa con tanta fuerza que lo acercó de tal modo de sus labios estaban muy cerca uno del otro.

- Us-usted cree que tiene el derecho de ha-hacer lo que se le pla-plazca con una mujer, pero la verdad no es así - Ella le retó.

- ¿Enserio? Dime por qué no puedo hacer lo que yo quiera - Le cuestiono y Sakura afilo un poco su mirada.

- Po- porque usted es un ti-tipo muy cruel que u-usa a las mu-mujeres, alguien como usted ja-jamás.... sabrá lo q-que es el amor ver-verdadero -

- ¿Amor verdadero? ¿Qué estupidez es esa? - Cuestiono rápidamente ya que para él era un tema que le desagradaba hablar.

- N-o son estu-estupideces, usted es el único estúpido aquí - Gritó con tanta fuerza que su aliento olía a alcohol.

- Si realmente crees eso, enséñame lo que es el verdadero amor Sakura -

- Usted es muy ra-raro, ya lo dije al-alguien como usted jamás sabrá na-nada acerca del amor - Le volvió a explicar de manera tajante, pero solo provoco que él la tomará del menton y así acercarse aún más a ella.

- ¿Y tu si sabes sobre eso? - Pregunto tras rozar levemente sus labios.

- Cla- claro que sí - Contestó avergonzada ante esa acercamiento.

- Entonces enséñame Sakura - Dijo tras mirar fijamente aquellos labios rosados de su secretaria.

Sin embargo cuando estaban por unirse en un beso ella pierde el conocimiento y después de eso la joven pelirosa no recuerda lo que ocurrió esa noche tras tener ese debate con Sasuke.

Todo era confuso para Sakura, su cabeza dolía y extendió un poco sus brazos sintiendo lo suave de las sabanas, con lentitud abrió sus ojos para que estos se acostumbrarán a los rayos del sol.

Rasco un poco sus ojos y miró a su alrededor tras despertarse lentamente.

- ¿Qué fue lo que pasó? - Preguntó tras sentarse sobre la cama y llevar su mano hasta su frente. - ¿Dónde estoy? Este no es mi departamento -

Se cuestionó y al bajar su mirada se percató que estaba completamente desnuda, rápidamente se cubrió con aquella sábana blanca, miró en su entorno dándose cuenta que estaba en un apartamento diferente al suyo.

- ¡¡Qué diablos hago aquí!! ¿Qué fue lo que pasó anoche? Solo recuerdo estar hablando con el jefe y ... - Un flashback se vino a la mente al recordar su discusión de anoche, pero cuando estaba tratando de pensar con claridad escucha una voz que la saca de sus pensamientos.

- Al fin despiertas dormilona -

- ¡¡¡Señor Uchiha!!! - Gritó con sorpresa al verlo de pie con una toalla envuelta en su cadera. - ¿Qué mierda fue lo que pasó? -

ℓσνє αgяєємєηтDonde viven las historias. Descúbrelo ahora