Prologo

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Zenitsu estaba durmiendo en su cama, un poco sudado y con la respiracion agitada. Otro sueño tonto se hacía presente en su tranquilo descanso

En el sueño

—Nisiquiera para esto sirves—Kaigaku empujó a Zenitsu y empezó a hacer las cosas bien.

Kaigaku le había pedido a Zenitsu unos papeles de su escritorio, el rubio al no saber cuales eran llevo los primeros que vio a lo que Kaigaku se enfado con el por no hacer "las cosas bien", se levato del sillón y fue a buscar los papeles por su cuenta.

Zenitsu se quedó ahí, aguantando las lágrimas y rogando que las voces de su cabeza se callaran de una vez

"No sirves para nada"

"Solo estorbas ¿Sabes?"

"Ni para eso sirves"

Dio media vuelta y volvió a la cocina donde estaba inicialmente.

Cambio la escena

Ahora Zenitsu se encontraba caminando a la escuela por la mañana, tenía sus manos en los bolsillos por el frío que hacía, también tenía la mirada baja aguantando las ganas de llorar en ese mismo lugar.

Quería llorar, gritar, decir todo lo que pensaba, hablar con su abuelo y contarle sobre lo que le pasaba, pero no quería, bueno, más bien no podía, si decía algo lo tomarían por loco o exagerado solo por tener 14.

_____

Zenitsu se sobre salto y miro a su alrededor. Miro por la ventana y comprobó que aún era tarde, tomo su teléfono, eran las 04:52AM. Debía levantarse a las 7AM, aún le quedaba tiempo para dormir.

Se levantó y fue a la cocina a tomar algo de agua, luego fue al baño a lavarse la cara, aun así las lágrimas seguian corriendo por sus mejillas.

Se quedó mirando su reflejo mientras lamentaba no haber muerto el día del accidente.

Empezó a agacharse lentamente y puso sus manos en su cabeza, empezó a llorar nuevamente preguntándose cual era el motivo por el que había nacido.

—Porque, porque, porque—golpeó su cabeza con la pared en la que apoyaba su espalda—¿porque carajo nací?—agarro un mechón de su cabello y empezó a jalarlo con fuerza, se lo merecía, penso—porque...

Haci estuvo unos 30 minutos, golpeando golpeando cabeza, tirándose el cabello y queriendo encontrar una razón por la cual nació.

Volvió a su habitación, aún llorando, le sorprendió no haber despertado a su abuelo con sus sollozos. Cerró la puerta y se dirigió a su cama.

Se tapo hasta la cabeza con su manta como si lo protegiera de algo, siguió llorando hasta que por fin se quedó dormido. Cuando sono su despertador tenía los ojos rojos y adoloridos, se levantó con dificultad, le dolia todo el cuerpo y estaba mareado, resultado de no haber comido por una semana completa.

Pánico... [UzuZen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora