" ғ ʀ ᴇ ɪ ʜ ᴇ ɪ ᴛ " - ʟᴇᴠɪ ᴀᴄᴋᴇʀᴍᴀɴ

Cap 3: Kuchel

-Tranquila conmigo estas segura... Mi nombre es Kuchel.-

Finalmente había podido enderezarme lentamente en la cama, frote un poco mis ojos y afine un poco mi garganta, la cual aún dolía.

-¿Ya te sientes mejor? -pregunto gentilmente la mujer. Al igual que yo se había sentado en la cama junto a mi.

-¿Qué me pasó? ¿Porqué estoy aquí? -pregunté antes de cualquier cosa.

-Te encontré en medio de la calle, estabas desmayada y con una alta fiebre-

Y ella tenia razón.

-¿Porqué me trajiste? - pregunte sin mucho ánimo.

-No iba a dejarte morir - dijo con una expresión seria en su rostro.

En un pequeño susurro conteste- yo si quería hacerlo...

Note en el rostro de la mujer sorpresa, si me había oído bien.

-¿Cuál es tu nombre? - me miro fijamente a los ojos.

Los ojos de ella eran de un gris intenso junto un azul oscuro, su mirada podía llegar a ser intimidante incluso si no me miraba con esa intención.

En un intento de no sentirme nerviosa desvíe mis ojos- Me llamo Lyra...

- ¿Algun apellido? -

-Fre-Freiheit... - esta era la primera vez que decía mi nombre frente a alguien.

-Lyra Freiheit... es un bonito nombre - me sonrio suavemente - Dime ¿como te sientes?

-mucho mejor, aun que la garganta aún me molesta un poco...-

- Ya veo, estuviste mucho tiempo afuera antes de que me encontrara contigo y estuviste inconsciente casi por dos días -

Ante eso último me sorprendi.

- ¿dos días? - y por un instante recordé todo lo que había soñado, un escalofrío recorrió mi cuerpo.

-¿Qué ocurre? -en un acto de preocupación toco mi mejilla - ¿Te subió la fiebre? Te ves palida.

Lleve una de mis manos a mi cabeza en forma de tratar de contener aquellos recuerdos- Si, solo tuve un mal sueño.

Un suspiro salio de ella- hubo unos momentos en los que tosias demasiado, incluso hubieron veces en los que perdiste el aire y empezabas ahogarte.-

Yo la miraba atónita - ¿Qué cosa me pasó?

-Estuviste demasiado enferma, pero en mi ausencia mi hijo supo ayudarte.

En ese momento recordé que estaba hablando con una completa desconocida que aún que me allá recibido no sabia que intenciones tenía, y al parecer... Ella lo noto.

-Puedes estar tranquila Lyra, aquí nadie te ha hecho ni te hará daño. Solo somos mi hijo Levi y yo.

Baje mi mirada para reflexionar un poco ¿que más opciones tenía? Vivir o morir, no me interesaba cual me tocaba pero si iba a morir no quería ser maltratada o abusada de alguna forma.

-Puedes estar tranquila-repitio gentilmente- Puedes estar aquí el tiempo que necesites para recuperarte, y si así lo deseas luego puedes irte. Nadie te lo impedirá.

Podía reconocerlo, parecía ser alguien amable.

-Muchas gracias, Kuchel.- respondí.

Luego vi como se ponía de pie para luego dirigirse a la puerta.

-Hay comida caliente, te recomendaría que te tomes tu tiempo y luego vengas a comer con nosotros -abrió la puerta y antes de salir hablo por última vez- Si necesitas algo no dudes en pedirlo -seguido de eso salio.