Relatos Cotidianos

Relato #2

¿Por qué corazón? ¿Por qué dueles tanto? Creí que ya lo habíamos superado, creí que podíamos seguir adelante. Su cálido y a la vez frio recuerdo invade mi mente una y otra vez, y es por tu culpa, porque todos los días a todo momento recuerdas como te decía un te amo cuando tal vez no lo sentía. Y vuelves a sacar otro recuerdo de ella cuando creí que nunca más la volverías a amar, pero tú y yo sabemos que eso es imposible, porque, aun así, viéndola desde aquí llevando un ramo de flores, su cara sin ninguna imperfección y su cuerpo bien vestido, no puedo evitar no amarla, no puedo evitar volver a revivir todos los momentos con ella, porque ella, ella es la mujer que solo existe una vez, que solo se encuentra una vez y no hay nadie parecida a ella. No hay nadie como ella. Y entonces mi corazón toma las riendas de mi débil cuerpo y traza un camino a donde te encontrabas. Con la cara empapada, la respiración acelerada y el corazón hecho añicos me acerco a su pálido rostro y le robo un suave y ligero beso en sus labios que creí que jamás volvería a sentir. Vuelve por favor, solo abre los ojos y déjame pedirte disculpas una vez más, déjame ver tus ojos una vez más y grabarlos en mi alma para nunca olvidarlos, escuchar tu voz que son como los ángeles que destruyen a mis demonios, déjame besar tu cuerpo una vez más para recordar su dulce sabor. Oh amor mío, ¿Por qué me dejaste? ¿por qué dejaste a tu esposo y a tus hijos? Tus hijos que eran la luz de tus ojos, tu felicidad y tu alegría, hijos que no son míos y ahora los observo llorar y gritar que ya no estas. Esposo que no soy yo, te casaste con alguien que amaste al igual que me amaste a mí, pero nuestra historia nunca será contada porque el mundo decidió apartarte de mi lado y ya no soy lo suficientemente valiente para recordar los maravillosos momentos que pasamos y ¡mierda! como duele. Verte bajar lentamente mientras tu familia está muriendo en vida, tus hijos preguntando por qué su madre no despierta y tu esposo ahogándose en su perdida. Luego estoy yo, la persona que dijo que nunca dejaría de amarte aun así le rompieras el corazón una y otra vez, estoy viendo como entierran al amor de mi vida y junto contigo llevas mi corazón a tu lado, solo tuyo y por siempre tuyo, la dueña de mi sonrisa y mi esperanza, la razón de mi existir. Espero que algún día puedas perdonarme y en otra vida completar lo que no terminamos en esta, volvernos a encontrar como desconocidos y terminarla siendo ancianos en sus últimos días, pero sobre todo juntos, decirte que un te amo no es nada a comparación de lo que verdaderamente siento por ti, las palabras no alcanzan para describir lo que significas para mí. Ahora mi amor voy al lugar donde nos conocimos para recordar ese hermoso y doloroso momento, sentarme en el lugar donde nos acostamos a mirar las estrellas y rezar por volver a estar contigo. Una, dos, tres ...ocho, quince, veinte perlas mágicas bastaron para cerrar mis ojos y emocionado por irte a buscar una vez más. Solo recuerda que, si te encuentro, el pedazo de metal afilado volverá a clavarse en el mismo lugar donde lo hizo la primera vez y tu sangre se extenderá por mis manos, y mis ojos verán como toman la vida que solo puede ser pertenecida por mí. Te amo.