𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐌𝐀𝐍𝐈𝐂𝐎𝐌𝐈𝐎 ➪ 𝐊𝐌 [Adaptación]📚

T h r e e

-Me encanta tener tu presencia, hace que me sienta menos solito -Forma un puchero en su labio inferior.

- ¿Salió tu lado de infante? -Pregunta con diversión y ríe.

-Oh señor Park, no sabe cuánto amo que esté aquí, pese a sus feas bromas que no dan risa.

Luego del sueño o quizá pesadilla de Jimin, dejó de ir a la cárcel por 2 semanas. Su meta era no ir por 1 mes y falló terriblemente.

- ¿Acaso eres bueno contando chistes?

-Noup -Respondió como un pequeño.

-Entonces no te quejes.

-Pero cuento muy buenas historias.

-A ver, dime una -Se levantó de su silla para acariciar su cabello mientras escuchaba atentamente la narración de Jungkook.

- ¿Quieres saber la historia de esta cicatriz? -Señala su mejilla izquierda.

-Cuéntame.

-Cuando era muy chiquito mami murió y eso dolía tanto en mi corazoncito, siempre traía una horrible expresión en el rostro, mi papi era un loco de primera, un día llegó de tomar y estaba más loco de lo normal, me dijo: ¿Por qué mi pequeño tiene esa cara? Yo no respondí nada, no quería hacerlo, se acercó más y repitió: ¿Por qué mi pequeño tiene esa cara? Sacó su navaja y estando más cerca dibujó una sonrisa en mi rostro.

Park Jimin había escuchado atentamente toda la historia narrada por Jungkook, se acercó mucho y depositó un casto beso en la comisura de sus labios.

-Quiero ver esa sonrisa siempre -Y Jungkook sonrió.

-Su compañía es increíble señor Park Jimin.

-Jimin, solo dime Jimin -Sonríe bobamente.

-Quiero algo Jimin -Dice sin ninguna expresión en el rostro.

- ¿Qué quieres, Jungkook?

-Sabes perfectamente lo que quiero -Esa sádica pero hermosa sonrisa se hizo presente.

-Claro que no.

-Te quiero a ti -lentamente se acercaba un poco más, pero sorprendentemente no había temor alguno- ¿No tienes miedo? ¿No te asusta lo que te he dicho? -Una pizca de picardía y confusión en su voz.

-Crees que me das miedo, pero lo conozco perfectamente y tú no te asemejas en lo más mínimo.

- ¿Eso crees? -Preguntó tan cerca de su rostro.
-Eso es -Afirma mirándolo fijamente. Se lanza sobre él para devorar sus labios en un caliente y salvaje beso lleno de lujuria y deseo.

Lo sienta sobre la mesa y desliza su izquierda por sus muslos mientras que con la derecha une más su rostro para profundizar el beso.

- ¿No te preocupa que alguien entre?