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~Primera parte del final de esta historia, espero les guste~
(1/2)✨

JiMin y Jin terminaban de pelar las nueces, sentados alrededor de la mesa del comedor. Estas nueces se utilizarían en la elaboración de los chiles en nogada que se servirían como platillo principal en la boda del día siguiente.

Todos los demás miembros de la familia los habían dejado solos desertando de la mesa del comedor con uno u otro pretexto.

Sólo estos dos ilustres cocineros continuaban al pie del cañón. La verdad, JiMin no los culpaba.
Bastante les habían ayudado ya durante toda la semana y el entendía muy bien que no era
fácil pelar mil nueces sin agotarse.

La única persona que conoció que podía hacerlo sin mostrar signos de cansancio en ningún momento fue Park ShinHye.
Ella no sólo podía partir costales y costales de nueces en pocos días, sino que gozaba enormemente practicando esta labor. Prensar, destrozar y despellejar eran algunas
de sus actividades favoritas. Las horas se le iban sin darse cuenta cuando se sentaba en el patio
con un costal de nueces entre las piernas y no se levantaba hasta que terminaba con él.
Para ella hubiera sido un juego de niños el partir estas mil nueces, que tanto trabajo les
habían costado a todos ellos.

Esta descomunal cantidad se debía a que como para cada 25 chiles en nogada se necesitan pelar 100 nueces, lógicamente a 250 chiles les correspondían 1.000 nueces. Habían invitado a la boda a 80 personas entre parientes y amigos de los más íntimos. Cada uno podría comer, si así lo deseaba, 3 chiles, lo cual era un cálculo muy decente.
Se trataba de una boda íntima, considerablemente pequeña comparada con la de Rose y YoonGi, pero de cualquier forma JiMin quería dar un banquete de 20 platos, como los
que ya no se daban, y por supuesto no podían faltar en él los deliciosos chiles en nogada, pues
la memorable celebración así lo ameritaba, aunque esto representara un trabajo tan intenso.

A JiMin no le importaba tener los dedos negros después de haber desollado tanta nuez. Esta
boda bien valía el sacrificio, pues tenía un significado de lo más especial para él justamente.
El mismo casi que el que tenía para el doctor Kim Namjoon. Él estaba tan feliz que había sido uno de sus más entusiastas colaboradores en la preparación del banquete. Justamente, él fue uno de los últimos en retirarse a descansar. Ese alfa se merecía un buen descanso.

-Pasa buena noche cariño- le deseó su omega, antes de que su alfa se despidiera de él con un dulce pico en los labios.

-Vayan a dormir temprano, ambos merecen descansar- y tras comentarle eso al par de omegas risueños, se retiró.

En el baño, Namjoon se limpiaba las manos muerto de cansancio. Le dolían las uñas
de tanto pelar nueces. Se dispuso a dormir experimentando una intensa emoción.
Dentro de unas horas estaría más cerca de Park JiMin y esto le satisfacía enormemente. La boda
estaba programada para las 12 del día. Revisó con la mirada el esmoquin que reposaba sobre
una silla. Toda la indumentaria que se pondría al día siguiente estaba meticulosamente acomodada, esperando el mejor momento para lucirse. Los zapatos brillaban como nunca y la corbata, de moño, la faja y la camisa estaban impecables.
Sintiéndose satisfecho de que todo estaba en orden, tomó una larga respiración, se acostó y
en cuanto puso la cabeza sobre la almohada se quedó profundamente dormido.

En cambio del otro lado de la hacienda Min YoonGi no podía conciliar el sueño. Unos celos infernales le corroían las entrañas, no sabía que podia llegar querer boicotear tanto un evento.
No le agradaba nada tener que asistir a la boda y soportar ver la imagen de JiMin junto a Namjoon.
No entendía nada la actitud del doctorcito Kim, ¡parecía que tenía atole en las venas! Sabía muy bien lo que existía entre JiMin y él, sabía que eran destinados. ¡Y aun así seguía actuando como si nada! Esta tarde cuando el omega pelicastaño estaba tratando de encender el horno, no encontraba los cerillos por ningún lado.
Entonces "Namjoon-hyung", el eterno galante, rápidamente se ofreció a ayudarlo. ¡Ah pero eso no fue todo!
Después de haber prendido el fuego le obsequió a JiMin la caja de cerillos tomándole sus manos entre las suyas como si el contexto de ese obsequio fuera un secreto entre ambos. ¿Qué tenía que andar dándole a JiMin ese tipo de regalos tontos? Sólo era un buen pretexto del alfa para acariciarle las manos al omega delante de él. YoonGi no sabe cómo logro controlarse en ese momento para no lanzarse a la garganta del doctor. Su lobo tampoco soportaba al otro alfa, de seguro se creía muy civilizado, pero él le iba a enseñar lo que un alfa hace y cómo defiende lo que ama, cuando de verdad quiere a un omega.

Como Agua para Chocolate - Adaptación Yoonmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora