My Last

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My Last por Janembajuice.

Traduccion por Linkinm1a1.




—¿¡Por qué nunca me lo dijiste!? —me gritó a la cara.

No me atreví a mirarla a los ojos, ni siquiera a responder su pregunta.

—Lo siento...

Fue todo lo que pude decir. La culpa me consumió demasiado.

—¡Murió por tus manos! —Gritó con voz quebrada— ¡Y me lo ocultaste todo este tiempo!

Sí, es verdad. Hay sangre en mis manos. E... incluso si no lo hubiera hecho deliberadamente, fue mi culpa. Mis demonios internos me mostraron a mí ya todos los demás cómo me sentía realmente. Tanto literal como figurativamente...

Ella que no sabía era el hecho de que había perdido el control de mí mismo, en lugar de que yo realizara la acción en sí... pero sentí que no importaría de todos modos.

La persona que ella amaba estaba muerta.

Y yo tenía la culpa.

—T-tu nunca fuiste a quien amé de todos modos... ¡Pero no tenías que hacerlo!

Todavía estoy vivo, ¿no es así?

Entonces, ¿por qué siento que perdí mi corazón...?




Todo el gremio se volvió desconfiado de mí, pero eso no es lo que más duele.

Desde que se enteró, se mantuvo alejada de mí. Y por más que me dolía, sentí que me lo merecía. Este fue mi castigo.

La privé de su amor, y lo mismo para mí... Es justo.

Simplemente duele mucho... Sabiendo de quién te has preocupado mucho, ahora te odia con todo tu ser.

Estoy siendo completamente destrozado. Esta es la carga que tuve que soportar por toda la eternidad, pero no creo que pueda aguantar más.

Pero...

Siempre hay una solución...




Fue difícil aceptar su muerte... y aún más difícil aceptar el hecho de descubrir quién fue el responsable. Sabía que había una razón por la que hizo lo que había hecho, pero no pude evitarlo...

Le dije esas palabras a él...

No sé si realmente lo dije...

No estaba claro si era eso, que sentía roerme, o si era la pena que había estado sintiendo.

Realmente los extraño a los dos...

De cualquier manera, siento que mi armadura ya no es suficiente para mantenerme a salvo...

Visito su tumba semanalmente. Yo también hablo con él. Por alguna extraña razón, siento que él responde algunas veces, diciéndome que sea feliz.

Me dirigí al monumento conmemorativo, con un paraguas para cubrir la lluvia torrencial de arriba.

Llegué a la entrada del cementerio, y eso fue cuando lo vi... a él ...

Una ráfaga de una mezcla de emociones que brotaban de Ira y confusión vinieron en mi cabeza.

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