Mi mayor regalo tú

Nuevos días

- ¡No les estoy pidiendo su permiso! - Alegó ofendido - Luffy será mi esposa, las demás concursantes pueden volver a sus familias

- Es un omega recesivo y el linaje de los trafalgar debe ser asegurado - Alegó Diamante uno de los miembros principales de su consejo - ¿Que posibilidades hay que tengamos un heredero?

- Lo tendremos - Aseguró - Se que tendremos nuestro hijo en el momento adecuado y aun si no fuera así, ustedes tienen herederos nombraré uno en último recurso

- Eso no está permitido - Agrego Doffy - Es tu deber como alfa principal, naciste dominante y debes traer alfas u omegas de tu mismo linaje

Law fruncio el ceño cansado de sus negativas - No me casaré con nadie más que Luffy

- Nadie te niega la oportunidad de casarte con él, puede ser tu esposa principal, el líder del Harem, pero si no puede darte el hijo que necesitas tendrás a tus concubinas

- No lo quiero de esa manera - Agrego insistente

- Tienes seis meses para que él quede en embarazo, si quieres casarte hazlo, pero ten algo en cuenta si el tiempo se cumple y no muestras que tú omega es fértil restauraremos el Harem

- No es un trato justo - Agrego furioso - Luffy tiene diecinueve años, aun es muy joven

- Ya es mayor de edad - Alegó Diamante - Será tu esposa y dueño de gran parte de tus pertenencias ¿No crees que es sufiente? , es el único trato que podemos aceptar

Law suspiro cansado sin saber como le diría esto al menor - Hasta que yo de la orden Luffy no debe enterarse de esto o yo mismo volaré cabezas ¿Esta claro?

Les escucho asentir y camino hasta su recamara donde Luffy aún guardaba reposo debido al resfriado que adquirió hacia ya una semana

Todos los días llegaba del trabajo a buscarlo, amaba encontrarlo dormido en su cama, aun tenía los guardias vigilando su entrada y salida, el miedo incesante de que se escapara de sus manos era tangible

Abrió las puertas de su cuarto y le encontró en el jardín jugando con un pequeño gato que se había colado en el jardín

- ¿Volvió de nuevo? - Pregunto una vez estuvo cerca

- Si, creo que no tiene un hogar, ¿podemos dejarlo con nosotros Torao?

- Si tú lo quieres entonces hazlo

Luffy sonrió asintiendo y besando su mejilla - Gracias Torao

El alfa sonrió besandole recibiendo las manos del menor en su cuello, en definitiva amaba ser recibido de esa manera

- ¿Te sientes mejor? - Pregunto besando su mano

- Si, la fiebre se ha ido y la tos ya no es constante, Torao...¿Puedo pedirte algo?

- Te escucho

- Quiero estar en la boda de mi hermano, iré con los guardias que me pidas ¿Si?

- Iremos ambos - Explico tranquilo- Quiero hablar con tú padre

- ¿De que? - Pregunto curioso

- De cierto omega que me tiene comiendo de su mano - Explico con calma mientras con sus manos lo acercaban a su cuerpo - Un joven pelinegro de hermosa sonrisa que cada vez que me besa me postra a sus pies

Luffy sintió sus mejillas arder ante sus palabras y se abrazo a su cuerpo disfrutando de aquella sensación tan nueva, ver como el mayor le mostraba a todos que era él a quien quería

Y eso cada día calaba más y más en él, se veía ahora esperando su llegada y añorando estar en sus brazos, a pesar que sus gustos variaban tanto, Law siempre encontraba la manera de disfrutar sus noches juntos

Rompiendo incluso una tradición de habitaciones separadas para ambos ya que como él solía decirle dormían mejor cuando estaban juntos

El alfa había cumplido su palabra y estaba buscando la manera de anular el Harem, pronto volverían a sus hogares

Monnet estaba inusualmente tranquila y aunque no dejaba de preocuparle no quería pensar que tuviera otras intenciones

- Law..- le llamó sonriendo - Gracias...por todo

- Eres mi futura esposa y daría todo por que fueras feliz

Luffy se abrazo a su cintura aspirando su aroma - Me gusta tú olor

- Amaría poder sentir el tuyo - Agrego sobando su espalda

- Eso se puede corregir- Respondió viéndole- Perdóname por no haberlo hecho antes - Se disculpo tocando su mejilla - Eres un alfa maravilloso Torao

Law le vio confundido- ¿Hacer que?

- Este es mi aroma - Agrego cerrando sus ojos dejando salir por primera vez delante del mayor su olor aquel que el alfa llevaba buscando por semanas

Law abrió sus ojos en sorpresa al sentir ese dulce olor, su alfa le sentía feliz en su interior al encontrar su dueño y era la persona que más añoraba que fuera por eso se negaba a creer que fuera aquella omega, se aferro a su cuello aspirando su dulce aroma y suspiro extasiado con el

- Entonces eras tú, el que estaba en el jardín aquella tarde

- ¿Como lo sabes?

- Sentí tu aroma ese día, me negué a creer que era otra persona, porque aunque mi alfa reconoció su aroma y deseaba encontrarlo si no eras tú no valía la pena empeñarse en buscarlo

- Siento que no te merezco- Agrego culpable, si Law se enteraba que Zoro le había tocado antes aunque aún siguiera siendo virgen no sabía si lo aceptaría

- ¿Estas loco? - Alegó alzándolo - El que no cree merecerte soy yo, encontrarte a ti y que me hayas permitido conocerte y amarte me hace el más afortunado de todos

El menor sintió sus ojos llenarse de lágrimas ante sus palabras y tomando su rostro lo beso, deseaba profundamente enamorarse con locura del mayor, el primer paso ya lo había dado y era lo mejor que había hecho, día a día el mayor se ganaba su cariño sabia que pronto sería Law a quien amaría toda su vida