SINCE WE WERE BORN || BITTER MOON [WOOGYU]

8

-¡Líder, líder Sungkyu! ¿se encuentra usted bien?

-Por favor, doojoon, líder necesita descansar unas horas.

-Pero...

-Estoy bien, di lo que tengas que decir.

-Líder...

Sungkyu observó severamente a la omega a su lado como última advertencia. A pesar del dolor que lastimaba su cuerpo en ese momento, sabía que doojoon traía noticias importantes sobre su hermano.
Le dio una señal para que la omega se retirará y el alfa pudiera darle la información. Escucho atentamente cada una de sus palabras y sus ojos se vaciaron completamente. Carente de expresión, sin poder formular una palabra se levantó de su cama para observar por la ventana las secuelas del ataque que vivió su manada hace lunas atrás. Su cuerpo parecía débil, no podía sostenerse debidamente, pero su orgullo es tan grande que se mantuvo de pie procesando todos los acontecimientos de ese entonces con la información que doojoon le dijo.
Y todo coincidio.
Confirmar lo que había estado sospechando por tanto tiempo, envolvía su corazón en espinas que lo hacían llorar por dentro.
Su padre.
Todas las omegas, los niños, cada miembro de la manada que los vio crecer fueron asesinados por él. 

-Estamos seguros de que, dentro de dos lunas, atacaran nuevamente.

-No comprendo sus razones.

-Por mucho que lo piense, tampoco tengo respuestas. Lo que si podría decirle, alfa líder, es que la relación de su padre y su hermano se vio afectada por alguien en particular. Un humano.

-¿Humano? -doojoon asiente- Imposible. Mi hermano ... sería realmente absurdo que asesinara a su propia gente por un simple humano. Ningún motivo debe ser lo suficiente como para cometer tal atrocidad.

Aunque fuera difícil buscar cuáles son las verdaderas razones por las que Hoya se convirtió en un desertor, y un asesino sungkyu sabía que su deber como líder de la manada es proteger a cada uno de sus miembros. Sea quien sea el que intente hacerles daño.
Respiro profundamente sintiendo el dolor punzante en su pecho, y al voltear hacía doojoon camino hacia él.

-Prepara a nuestros guerreros más fuertes, debemos estar preparados.

-Enseguida. -contesto el Alfa, pero aún  reacio a moverse de su posición.

-¿Qué sucede?

-Esto es algo que personalmente he pensado, líder. Existe la posibilidad de que, en realidad nosotros no seamos el ataque principal.

-¿A qué te refieres?

Doojoon suspiro con una expresión seria.

-Según los alfas que vigilan las orillas de la manada del norte desde hace un tiempo rondan lobos desertores, salvajes, que van en jauría. Se han infiltrado en sus tierras como si conocieran el lugar exacto de caza dejando a la manada del norte con pocos recursos.

-Esto quiere decir...

-Que posiblemente, sea una estrategia para atacarlos primero. Nuestras aldeas mantienen un acuerdo de años; si atacan a una manada tenemos la obligación de responder al auxilio de ellos y viceversa. Eso implica que los guerreros se desplacen de un lado a otro, dejando en desventaja a la aldea para poder...

-Entiendo. Ve con los demás y preparenlos. Yo, hablaré con Woohyun.

- No parece estar en condiciones para....

Sungkyu gruño amenazadoramente contra el alfa para que se retirará de sus aposentos. No estaba dispuesto a recibir ni una palabra más cuando tenía la cabeza revuelta con tanta porquería.
Por dentro estaba muriendo, y no comprendía por qué woohyun le hacía esto. Su lobo lloraba débilmente al no sentir la conexión con su compañero. Fuera estruendosos truenos se escuchaban a lo lejos de las montañas, se avecinaban días de incertidumbre, y peligro.
Sungkyu tenía en mente la imagen de su padre el día en que Hoya trajo su cadáver entre lágrimas y agonía en su mirada. Jamás se imagino que, su hermano, era el causante de todas las vidas perdidas. Y, aunque quisiera encontrar la calma en su interior, no la encontraba.
¿Por qué woohyun lo está castigando de esta manera? ¿por qué no llegó al sitio y a la hora de siempre?
El lobo de pelaje cobrizo tomó una prenda que cubriera su rostro y cuerpo entero para salir de sus aposentos una vez más. Al dar unos pasos fuera percibió, el olor a muerte, estaba cerca.
Con el corazón herido, y una fuerza decadente se adentró al bosque para ir en busca del único ser que podría salvarlo aunque le doliera tanto admitirlo.