VIII

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Después de unas largas vacaciones entre ellos dos, regresan a la mansión donde los esperan, especialmente Urame a Sukuna para dejar de realizar todos esos deberes que debió respaldar por su ausencia, eran demasiados como para un ser como él, sólo una bestia como Sukuna (único en su especie) logra con inmensas cantidades de papeleo.

Así que cuando Urame los vio sus ojos brillaron de que podría descansar como debía. Sin embargo, cuando aquella pareja estaba ingresando a la mansión mientras se dirigía a ellos a lo largo del patio porque estaba trabajando como para recibirlos correctamente, observó que Sukuna lo traía entre sus brazos de manera nupcial. Cosa que a Urame no le sorprendió, pero Yuuji se encontraba preocupado, incluso este chico estuvo durante estos días aprovechando que Sukuna no estuviese para disfrutarla al máximo (la mansión) haciendo cosas que habitualmente no se le permitirían, más siempre se mantuvo intranquilo respecto a la salud de su hermano mayor.

Yuuji entiende que Sukuna hace lo que quiere y ama, pero ciertas cosas deben evitarse. Eso es lo que lo mantiene preocupado y una vez que Sukuna termine con lo que sea que este haciendo con Megumi, lo examinará.

Megumi se queda con Urame mientras que Sukuna y Yuuji salen a visitar a un ser querido de hace muchos años, aunque realmente a lo que se debía su salida tan pronto como Sukuna volvió era ir a al hospital mas prometedor del reino.

Durante el viaje Yuuji estuvo hablando con su hermano respecto a varias cosas que vivió en el extranjero, tanto lo profesional como lo personal. Al menos la relación entre ellos dos no era tan terrible, pues, eran la única familia uno del otro con relación sanguínea, si, porque ahora Megumi formaba parte de ellos al igual que Urame desde hace muchísimos años.

—Tu condición no te permite que te esfuerces, pero confío en que te has cuidado en todo lo demás, ¿cierto? —mencionó Yuuji con angustia.

Además de la angustia expresada en su rostro, su cuerpo lo mantenía presente, especialmente con sus manos que se movían constantemente frotándose.

A Yuuji le hubiese gustado quedarse todo ese tiempo que se marchó para cuidar de Sukuna, no obstante, la oportunidad de aprender todo respecto a sus intereses despertados por parte de Gojo Satoru fue tomada, más que nada por insistencia de su familiar porque Sukuna bien sabia lo tanto que le interesaba ayudar a las personas y, sobre todo, aprender del corazón humano.

Sukuna no es de admitir libremente sus pensamientos o sentimientos, pero Yuuji sabe perfectamente que Sukuna lo había convencido porque no era apropiado que un chico tan joven como él desperdicie su tiempo cuidando de alguien que posiblemente muera más pronto de lo que aparenta.

Yuuji tampoco es de aceptar simplemente por una razón tan simple, él podía abandonar sus sueños por su hermano. Sin embargo, «la oportunidad de salvar a Sukuna» fue lo que le hizo no dar mas vueltas al asunto e irse, para regresar con la esperanza de lograrlo.

Es todo lo que importa. Su temor de momento es que algo suceda, un simple desmayo.

Yuuji necesita saber en que condiciones se encuentra su hermano a través de todas las examinaciones posibles sin dejar al aire un solo detalle, ya que, su vida esta en riesgo y lo que esta por realizar es una simple teoría donde puede sobrevivir o no. Se sabe que no esta permitido en muchos imperios que los doctores atiendan a sus familiares, sólo que ellos son una situación especial que de hecho ni les importa ir en contra de las reglas.

Entonces, Yuuji no puede evitar sentirse lleno de preocupación y sollozar silenciosamente frente a la persona mas importante en su vida, ante esa jodida posibilidad de jamás volverlo a ver como sus padres.

Su padre había muerto por la maldita enfermedad hereditaria y su madre no pudo soportar el inmenso vacío de estar sin su esposo Ryomen. Sukuna en el momento que su madre prefirió marcharse y dejarlos solos cuando simplemente tenía ocho años la odió. Tuvo que esforzarse mas que nadie para sobresalir y sacar adelante a su hermano, al menos no estuvo solo porque tuvo un motivo para continuar y tuvo el apoyo incondicional de Urame.

¿Es una broma? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora