𝘗𝘳𝘰́𝘭𝘰𝘨𝘰

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 Hyunjin desde que tiene memoria es alguien que se deja llevar por sus sentimientos. Siempre dispuesto a hacer cualquier cosa solo porque se sentía de tal manera un día, básicamente porque se le daba la gana. Su madre le decía que eso no estaba bien, su padre le decía que debía aprender a controlar sus emociones porque si no un día ellas lo controlarían a él.

 Y no habría vuelta atrás.

 Aunque para Hyunjin esa advertencia había llegado tarde. Demasiado tarde. Mantenía una perfecta fachada de niño caprichoso, pero él mismo sabía que podía estallar en cualquier momento. Nada sano para él ni para los que lo rodeaban. En especial para ese tal Lee Minho que tenía de amigo.

 —Por favor, Min —se quejó, tomándolo del brazo y aferrándose a él—. ¿Ese? Es un idiota, está en el equipo de básquet, seguro no se baña, no tiene buena pinta y hasta me parece que tiene novia —Hyunjin susurró—. Te lo digo en serio, ya tuvo varias parejas y no terminaron bien…

 Minho suspiró, rodando los ojos por las quejas de su amigo. No eran particularmente actitudes molestas, solo de vez en cuando llegaban a serlo, a Minho le daba gracia como intentaba protegerlo de cualquier posible pretendiente que se le acercase que luego, cómo había predicho, mostraba ser un idiota. Daba la casualidad que sus ex parejas terminaban odiando a Hyunjin luego de todo.

 Minho no sabía porqué eso pasaba, Hyunjin era muy atento, amable, buen amigo y alguien muy comprensivo. No mataría a una mosca y era muy divertido. En otras circunstancias tal vez hubieran sido pareja, sin embargo estaban bien así, como amigos. Disfrutaban de su compañía y varias veces se habían quedado a dormir en la casa de alguno de los dos, compartían cama, ya que ninguno tenía un colchón extra ni quería que el contrario durmiera en el piso.

 —¿Y tu Hyunnie?

 Ambos estaban sentados en una banca, disfrutando de un café mientras pasaban las personas. En unas semanas empezaba la primavera, a ambos les gustaba, hacía un lindo clima y pasaban mucho tiempo juntos. Hyunjin solo se quejaba de que muchas personas iban a hablarle a su amigo, Minho era alguien muy atractivo y sociable, era algo lógico que hubiera más de un par queriendo salir con él o estar cerca suyo.

 —¿Yo? —preguntó el chico, no entendiendo su pregunta y dándole un sorbo a su café. Ese día estaba particularmente fresco.

 —¿No te interesa nadie?

 Hyunjin lo vio confundido, dejando su vista posarse en los profundos ojos de Minho, eran como un estanque, un enorme y hermoso estanque. Rio con sutileza y negó lentamente.

 —No me interesan esas cosas, Min —dijo simplemente. Hyunjin, por otro lado, no era tan social, toleraba hablar con desconocidos, se juntaba con la gente con la que compartía clase un par de veces a la semana solo para almorzar, sin embargo con tener a Minho de amigo estaba bien y según él era suficiente.

 —Ah, no tienes remedio —suspiró, dejó el vaso a un lado suyo, empujando con ligereza a su amigo, jugando—. Eres como un niño.

 —Te lo dije muchas veces, no me interesa salir con nadie. Estoy bien así.

 Y era cierto, desde su última pareja no le había interesado nadie. Para tener pareja debía salir y conocer nuevas personas y encima de eso esa nueva persona debía ser alguien que a Hyunjin le cayera bien. Eso era algo muy difícil de lograr, por lo general no le caían bien las personas, Minho era la excepción claramente, y había sido muy difícil encontrar un amigo como él. Hasta ese momento ninguno había sido igual o similar a Minho, así que básicamente no tenía amigos a parte de él. No era como si le molestara tampoco.

 —Está bien… —Minho se levantó de su asiento y le extendió una mano a su amigo—. Ya vamos. Oye ¿Quieres venir a mi casa el sábado? Podemos ver unas películas y comer pizza.

 Hyunjin se levantó del lugar y siguió a Minho por la plaza, tiró el vaso de café vacío que ambos tenían antes de responden con un gruñido. Se rascó la nuca con duda y una mueca en el rostro.

 —No lo sé… —suspiró—. El viernes voy al gimnasio, sería un desperdicio de tiempo y esfuerzo comer pizza el día siguiente.

 —Luego entrenaremos juntos, yo voy el sábado a la tarde, puedes venir conmigo —comentó, dándole un pequeño empujón con alegría—. ¡Vamos! Di que sí.

 Hyunjin conocía muy bien a Minho, sabía que si decía que no, o si lo dudaba iba a insistir hasta que haya desistido. Le mandaría mensajes, lo llamaría y estaría arriba suyo hasta que accediera a lo que él quisiera hacer. Por eso pasaba la mayor parte del tiempo con él, aunque a ese punto ya se había acostumbrado a sus caprichos.

 —Está bien —rezongó—. Que insistente eres, voy a engordar por tu culpa…

 —¡No vas a engordar por un par de rebanadas de pizza, no seas exagerado, Hwang! —rio Minho, causando un efecto cadena y que su amigo también hiciera lo mismo. A Hyunjin le gustaba la risa de Minho, era sumamente contagiosa. Siempre la pasaba bien cada vez que estaba su lado.

 A Hyunjin le ponía muy feliz que solo fueran Minho y él, no había un tercero, ni un cuarto, ni nadie más que ellos dos. Cada vez que llegaba alguien más a sus vidas se iban unas semanas después, no tenía idea porqué. Estaba consiente de que era pesado, insistente, terco y hasta un poco celoso pero no era un amigo de mierda, se preocupaba mucho por las parejas de Minho, porque lo trataran bien y sean decentes. Pero siempre terminaban siendo unos tarados.

 Minho siempre le comentaba como hubo varias veces que solo lo buscaban para tener sexo y luego olvidarse de él al día siguiente, a esos los odiaba. Minho decía que no le molestaba esa idea en general, lo que le molestaba eran las actitudes altaneras que tenían luego, "ah, si, me acosté con Lee Minho, no fue algo fácil, estaba su guardaespaldas con él, no quería dejarnos solos".

 Hyunjin estaba harto de esos idiotas. Nadie que tratara así a Minho lo merecía.

 Nadie lo merecía.

 No entendía cómo era que siempre se topaba con gente así, tarados que solo querían aprovecharse o que querían alejarlo de él, dañaban y jugaban con los sentimientos de Minho constantemente, si no fuera porque él lo consolaba probablemente hubiera terminado con el corazón hecho añicos. A Hyunjin también habían intentado hacerle lo mismo, sin embargo no era tan ingenuo, podía darse cuenta a kilómetros las intenciones de las personas. Gracias a eso siempre estaba cuidando a Minho para no volver a caer por gente como esa.

 Pero no siempre podía estar cerca de él para cuidarlo, así que tenía que recurrir a otros métodos.















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Aclaro también que todo esto es ficticio, no apruebo ni aliento ninguna de las acciones tomadas por los personajes, ni es un ataque ni insinuanción a ningún artista.

𝐕𝐄𝐍𝐎𝐌 ☠ HyunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora