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 Esa había sido una tarde bastante tranquila. Minho se había tomado un tiempo para ir a la tienda y Hyunjin y Gahyeon habían quedado en su casa. Sus padres trabajaban, así que estaban completamente solos.

 La muchacha se sentía intranquila cerca del amigo de Minho, no podía quedarse quieta, así que, supuso que cocinar algo o dibujar la distraería. O tal vez hacer las dos cosas al mismo tiempo. Tal vez hornear un par de galletas mientras dibujaba cualquier cosa que se le venía a la cabeza, ayudaría.

 Pero la curiosidad y la incertidumbre eran más fuertes que ella.

 —Hyun, ¿Podemos hablar? —preguntó, dejando a un lado el lápiz de repente. Hyunjin estaba viendo la tele, en la sala-comedor, bajó el volumen y se dispuso a prestarle atención a la joven.

 —Claro, Hyeon, ¿Qué sucede?

 Gahyeon no lo miró a la cara, no pudo hacerlo. Su voz era suave y amigable pero ella sabía que la mirada que le iba a hacer cuando le preguntara lo que quería saber, cambiaría completamente. Jugó con su pelo y trató de hablar lo más claro posible.

 —¿A ti… te gusta Minho?

 —¿Qué?

 Oh, la mirada sobre ella cambió de manera drástica y rápida, justo como lo había previsto. Eso no se sentía bien, su corazón palpitaba con fuerza, no le gustaba estar en esa posición de presa, pero era algo que debía hablar, eran dos personas totalmente capacez de comunicarse de buena manera, ¿Verdad?

 —La otra vez que nosotros… lo hicimos… yo, bueno, pude verte espiando por la puerta. —Su voz casi susurraba, estaba incómoda, en cualquier momento comenzaría a temblar—. Él dijo que estabas durmiendo así que no le presté mucha atención…

 —¿Qué te hace pensar eso? —Hyunjin dejó atrás su posición cómoda y se sentó derecho, viendo directamente a Gahyeon.

 —Acabo de decir que pude verte…

 —Pues eso jamás pasó, porque yo estaba durmiendo.

 A diferencia de ella, su voz era firme, hablaba por encima suyo y la miraba fijamente. Ella no podía sostenerle la mirada, ni siquiera podía quedarse mirando a un punto fijo por más de tres segundos. Trató de regular su respiración y no hacer una escena.

 —Pasó más de una vez, Hyun… —respondió, finalmente. Suspiró y trató de tomar la misma posición que el chico—. Mira, si sientes algo por Minho, no me interesa, pero me incomoda bastante que…

 —¿Crees que eso va a funcionar? —La cortó, sin importarle lo que fuera que hubiera querido decir—. ¿Que mentir e inventar cosas que no pasaron va a hacer que Minho se aleje de mi?

 Gahyeon sonrió por cortesía, no entendiendo, ni creyendo tampoco, lo que había salido de la boca del chico. Parpadeó un par de veces, confundida.

 —¿Disculpa?…

 —¿Crees que eres la primera perra que viene con esos cuentos? —Hyunjin se levantó de su silla para acercarse lentamente a la joven—. No quieras pasarte de lista conmigo. Si no quieres terminar como todos los demás, deja de hablar estupideces.

 —Yo…

 —Si vuelves a decir algo parecido o se lo comentas a Minho, me voy a asegurar de que nunca vuelvas a acercarte a él. ¿Me entendiste bien? —Sus rostros estaban demasiado cerca, Gahyeon se encogió en su lugar, sin verlo a los ojos, temiendo lo peor—. ¿Entendiste?

 A lo único que pudo atinar fue a asentir sin pensarlo dos veces, segundos antes de que escucharan la puerta abrirse. Minho había vuelto. Hyunjin le alejó de ella, haciéndole una seña de que cerrara la boca y ella sintio como el sudor le bajaba por la frente. Debió de ser por el calor del horno prendido.

𝐕𝐄𝐍𝐎𝐌 ☠ HyunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora