Capítulo 1

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11 llamadas perdidas de Ro.

Apenas pude abrir los ojos cuando mi teléfono empezó a sonar por undécima vez.
La luz solar entraba por las pequeñas aberturas de la ventana que daba hacia al balcón de mi habitación.
Desperté un poco acalorada. Era primavera y el cambio de temperatura se notaba. El débil rayo de sol alumbraba al escritorio que tenia al costado de mi cama y fue ahí donde supe que eran cerca de las 3 de la tarde.
Pase tanto tiempo encerrada en mi cuarto durante años que me aprendí la zona horaria de la luz que entraba en este. No se si me serviría de algo en esta vida, pero la única ventaja que le encontraba era que no tenia que mirar ningún tipo de aparato electrónico para saber la hora aproximada en la que me encontraba.

La llamada número 12 en mi teléfono, hizo que salga de mis pensamientos que intentaban adivinar la hora del día.
Me froté los ojos con las manos y trate de estirarme aún estando acostada. Por lo general ayudaba a que mi cuerpo se despierte un poco, pero la suavidad de las sábanas y el calorcito que se filtraba desde la ventana, no permitían que me despierte por completo.
Tenía ganas de seguir durmiendo, aunque sabía que mis padres iban a venir a levantarme pronto si no lo hacia.
Mientras analizaba todo esto, la mente se me agotó y me quede dormida... Hasta que la llamada 13 creó que mis ojos se abran de una vez por todas.
Atendí mi celular un poco enojada, odiaba que me despierten y más con el sonido irritante del teléfono.
Cuando elevé mi tronco en el respaldo de la cama, sentí como todavía quedaba un poco del alcohol que había tomado la noche anterior en mi cabeza. Odiaba la resaca.
Al tomar el teléfono y leer el nombre de quien llamaba, me irrité el doble:

-¡¿Podrías explicarme por qué tengo 13 llamadas perdidas tuyas Ro?!- Grité cabreada.

Ro era mi mejor amiga. La verdad es que no es la típica amiga de la infancia que todos tienen y nunca van a dejar su hermosa amistad porque pasaron su vida entera y crecieron juntos.
Nos conocimos en la iglesia hace 2 años y desde que me acerqué a ella, no puede volver a alejarme.

-¡¿Tú te acuerdas de algo de lo que has hecho anoche?!- Exclamó en un tono indescifrable. No podía darme cuenta si era algo bueno o malo. Rocio era tan impredecible, creo que es una de sus tantas cualidades que me encantan.
Justo antes de darle mi respuesta a lo que Rocio preguntó, flash backs de ayer en la noche invadieron mi cabeza.

Recuerdo que llegamos a la discoteca junto con Ro.
La imagen del rostro de un hombre de unos 20 años llego a mis ojos recordando que nos había regalado la entrada de la discoteca, sin embargo no recuerdo el por qué.
Otro flash back azotó mis recuerdos en la situación de estar bailando sensualmente en la tarima que había en la parte izquierda del boliche mientras todos me alentaban a que siguiera.

-¿Hola?- Habló Rocio através del móvil para recordarme que seguía allí.

-¿Me preguntaste que si me acuerdo de lo que hice anoche?-
-Mmm... ¡SI!-
-jajaja... puede que algo- dije nerviosa disminuyendo la voz al terminar la frase al saber lo que Ro respondería a ese comentario. Sabia que Rocio me quería mucho y por eso cuidaba de mi cada vez que saliamos de fiesta.
Ambas éramos muy inteligentes al armar nuestros planes de fuga para que nuestros padres no se enteren que salíamos, pero la mente de Ro era muy creativa y eso nos daba muchas ventajas. Aunque ella no era muy buena improvisando, yo si. Por lo que entre las dos formábamos una dupla implacable.

Recuerdo que al llegar cada fin de semana, desde este año, teníamos que crear historias para decírselas a nuestros padres.

Mi familia es muy religiosa, por lo que yo también me crié en ese ámbito.
Mi padre era el pastor de la iglesia principal de mi ciudad (Ciudad de Safara). Por lo cual muchísimas personas de la comunidad nos conocían.
Mi familia se suponía que era la "familia ejemplar y perfecta" ante los ojos de todos. Pero lo que nadie en verdad sabia era que el trasfondo real del disfraz de que usábamos era muy distinto al que aparentábamos.
No digo que mi familia era corrupta y no tenia principios y que solo se ocupaba de la iglesia central por dinero, pero a lo que me refiero es que las personas nos tomaban de perfectos cuando también teníamos nuestros problemas y nuestros defectos, como cualquier familia.
Pero como decía papá: "Debemos cuidar nuestra imagen, aunque ninguna familia sea perfecta, el pensamiento de la sociedad
piensa que la nuestra si. Nuestra reputación debe estar intacta para que la gente siga a Dios y nos puedan tomar de ejemplo".

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⏰ Última actualización: Apr 25, 2022 ⏰

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