'𝗨𝗻 𝗽𝗲𝗾𝘂𝗲𝗻̃𝗼 𝗮𝗰𝗼𝘀𝗮𝗱𝗼𝗿 ๑' SooGyu [Adapt.]

๑°+OCHO*❀

La hora del almuerzo llegó y con eso los nervios de Soobin aumentaron.

Estaba por ver a Beomgyu, iba a ver al chico que le gusta.

— Tranquilo. — se dijo a sí mismo, tomando todas sus cosas y dirigiéndose a la cancha de fútbol — Sólo se tú, tienes que ser tú.

Tenía que ser él mismo, tenía que hablar con su hyung y conquistarlo.

Él podía, sabía que si.

Apresuró sus pasos y cuando llegó a su destino se fue hacía las gradas, caminó tranquilamente hasta que lo vio, su bonito hyung estaba sentado en el verde césped, jugando con una pequeña flor que se encontraba en su mano.

Caminó nervioso hacía él, Beomgyu aún no había notado su presencia lo cuale daba la oportunidad de huir, pero no lo haría, claro que no, esta era su oportunidad y no iba a desperdiciarla.

Cuando estuvo a su lado fue cuando Beomgyu lo vio.

Soobin le sonrió nervioso y Beomgyu lo miró con suma vergüenza y es que vamos, estaba frente al chico que le enviaba notas diciéndole lo perfecto que era ante sus ojos.

Ambos se miraron atentos, el silencio dominaba y ningunl se atrevió a romperlo, bueno, al menos no Soobin.

— Hola. — decidió hablar el mayor — ¿Eres el chico de las cartas?

Soobin asintió rápidamente.

— S-si, soy yo.

Las mejillas del mayor se pintaron de un leve color carmesí y Soobin no pudo evitar sonreír encantado.

— ¿No te sentarás?

Soonib nuevamente asintió y tomó asiendo frente al bonito chico.

Era la hora, tenía que presentarse.

— Soy Choi Soobin. — dijo — Estudio psicología.

Beomgyu asintió.

— Kim Beomgyu, aunque supongo que eso ya lo sabes.

Soobin se ruborizó h Beomgyu sonrió por primera vez delante del menor.

Soobin se enamoró de esa sonrisa.

Y es que era imposible no amar sus pequeños dientes acoplados perfectamente bajo sus rosadas encías, era no imposible no enamorarse de la forma que su pequeña naríz se arrugaba y como sus mejillas se veían más esponjosas y redondas, era prácticamente imposible para Choi Soobin no caer rendido al ver cómo sus ojitos se cerraban y se volvían dos líneas perfectas y hermosas acompañadas de unas negras y arqueadas pestañas.

— Eres tan bonito.

Y aunque Soobin no haya tenido la intención de decirlo en vos alta, para bien o para mal, esas palabras fueron escuchadas por el mayor, el cual se volvió un tomate ante el halago.

Fue perfecto, esa pequeña charla, con sutiles halagos, sonrisas sinceras y avergonzadas y más y más sonrojos, fue pasando, dándole paso a una nueva amistad y muchos sentimientos.

Todo estaba bien, ahora ellos ya se conocían.

kookgiYoon-saira 🐻🐰