Primera noche de trabajo. Alma no se imaginaría que lo más próximo que estaría de cumplir su sueño de convertirse en una gran bailarina sería bailar en una barra de pole dance en un club nocturno donde también habría "prostitución selectiva". Esa noche, la primera, se plantó a las siete de la tarde en la puerta trasera del club.
Dio un par de golpes por probar, no se esperaba que nadie la abriese. Al fin y al cabo, llegaba horas antes de la hora a la que se prepara el local...—¡Alma-chan, pero qué pronto llegas!
—¿Juli-chan? ¿Es que vives aquí?
—¡Qué va!—se ríe la chica morena, con su característico buen humor.—Es que hoy Baji-san me pidió un favor porque tiene una reunión de negocios que se va a alargar hasta tarde.
—¿Y qué favor?
—Recibir al transportista, tiene que traernos un pedido de bebidas. Me dijo que llegaría antes de las ocho, y como él no podía venir...
—Tienes una relación muy estrecha con Baji-san, ¿no? ¿Es algo más que tu jefe?
—¡Ja, ja, ja, ja! ¡Alma-chan, se nota que eres extranjera! Una japonesa jamás preguntaría algo tan personal de forma tan directa, ¡me agradas! Anda, pasa, hablemos un rato hasta que llegue el transportista y luego me ayudas a vaciar las cajas y colocar las botellas, ¿vale?
—¿Baji-san me pagará por esto también?
Julieta se ríe con muy buen humor, a pesar de que Alma le hacía la pregunta en serio. Entran en el local y toman asiento en una mesa y sillas no muy lejos de la puerta, para escuchar al transportista cuando llegue. Julieta le ofrece algo de beber a Alma y ella le responde que agua. No obstante, cuando Alma le da un sorbo a su vaso, descubre que Julieta le sirvió algo más fuerte que el agua.
—No recordaba que existiera agua con sabor a vodka de naranja.
—Es para los nervios, mujer.—bromea la joven, quitándole importancia.
Alma sonríe con resignación. La verdad es que no le viene mal una copa.
—¿Y bien? ¿Estás liada con el jefe?
—Lamento decepcionarte, pero no.—le responde, sin ofenderse, sino más bien divirtiéndose, su compañera.—Nuestro encantador, precioso, guapísimo y arrebatador jefe ya está pillado.
—¿Y entonces por qué parecéis tan cercanos?
—Llevo casi cinco años trabajando en el Luxury. Respeto a Baji-san tanto como lo admiro, él me ha ayudado desde que me conoció. Créeme, Alma-chan, él de verdad cuida a sus empleados, procura que se sientan cómodos desde el principio; si nota que necesitan algo, lo consigue sin que se lo pidan; les presenta a personas con las que intuye que tendrán una buena relación... Nos cuida como si fuésemos su familia y es irónico, porque la mayoría aquí no tenemos familia, nos ha rechazado o la hemos perdido... Bueno, cada uno tiene un caso particular, así que, poder contar con el cuidado de Baji-san es realmente esperanzador...
En ese momento, Alma se dio cuenta: Baji Keisuke apareció como la forma de recuperar la esperanza. Por un instante, se sintió mal por desconfiar tanto de él; pero, rápidamente rechazó ese sentimiento, porque si hubiese desconfiado de Haiden-san en primer lugar, ahora no estaría en la situación en la que está.
—Además—sigue hablando Julieta.—, él nos trata de forma muy cercana. Ya lo verás por ti misma, todos lo queremos mucho.
—De eso no me cabe duda...
—Pero dime, Alma-chan, ¿alguna vez has bailado en el tubo?
—¿Te refieres a la barra de pole dance?
—Sí, claro. Has bailado, ¿eh?
—Sí, fui a unas cuantas clases en una ocasión, pero de eso hace bastante tiempo... No sé si podré estar a la altura esta noche...
—¿Por eso estás tan nerviosa? Bueno, venga, haz una prueba.
Julieta, ante la atenta y sorprendida mirada de Alma, se sube a la cabina del dj y, no muy alta, pone la música.
—¡Vamos, sube a la barra y demuestra lo que puedes hacer!—le grita Julieta, animada.
En el local, hay tres escenarios con barras y una plataforma elevada y cerrada debajo de lo que parece una fuente que ahora mismo no está en funcionamiento. Con duda y cierta timidez, Alma se sube a una de las plataformas con la barra. Al principio, camina alrededor de ella al ritmo de la música, sin atreverse a subir a ella. Después, intenta una pequeña aproximación. Nota que resbala, así que vuelve a dar vueltas moviendo las caderas al son de música, acariciando su cuerpo con la barra, hasta que se siente preparada para subirse a ella. Se agarra con fuerza, trepa con cuidado y cierto temor, pero, de repente, en su cabeza solamente retumba la música.
Al son de ella, baja dando vueltas, estira su pierna cuando dice "more" por primera vez e intercambia con la otra en el conjunto de palabras "give more". Ya no tiene miedo, no está insegura, solamente siente la música fluyendo por su cuerpo y la necesidad imperiosa de este de seguir el ritmo. Utiliza la barra y deja de hacerlo según avanza la canción, con movimientos sensuales y completos, en sintonía con la música. Hace que la barra y la plataforma sean suyos y recuerda de golpe que lo que más le gusta en el mundo es bailar, no importa el qué. Se siente tan dentro de la canción que la hace suya, sus expresiones acompasan la letra, sus movimientos sincronizados a la perfección parecen completamente planeados. Julieta, que la animaba al principio con voces y gestos, deja de moverse y de hablar, hipnotizada por el baile de su nueva compañera. Jamás había visto a nadie bailar así: como si la canción le perteneciese, como si fuera una con la música. No podía apartar la mirada, no concebía en su mente nada más que a Euba Alma bailando.
Cuando la canción terminó, Julieta todavía tardó unos segundos en regresar a la realidad, a ser consciente de dónde estaba y de su alrededor. Contempló a Alma, que había terminado en el suelo con un brazo en alto, respirando acelerada, mojada por el sudor del esfuerzo, como si mirase a una persona totalmente diferente a la chica perdida y divertida que Baji había reclutado tras la marcha repentina y sin explicaciones de Misty. Julieta sabe que Baji-san tiene un ojo increíble para contratar empleados dignos del Luxury, pero no imaginaba que sería capaz de hallar con tanta certeza y rapidez a una persona capaz no solo de reemplazar a Misty, sino de superar a la que era insuperable.
—Cómo era de esperarse de Baji-san, siempre rompiendo las expectativas...—se dice Julieta, dándose cuenta de lo mucho que la noche promete.
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Be My Dancer [Tokyo Revengers]
Fanfiction[Mikey x OC] [Mikey x (personaje)] Alma Euba es una chica extranjera en Japón que viajó a este país bajo la promesa de cumplir un sueño: ser bailarina profesional. Tras pasar un tiempo y no obtener nada más que palabras, Alma descubrió que el hombr...