|Capítulo 36|

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|¡Avisar de errores ortográficos, por favor!|

Me ayudarían mucho dejando un comentario y un voto. Muchas gracias. <3

Lea

Abrí la puerta con mi mano izquierda, la cual temblaba a más no poder.

Los tres se encontraban frente a mí y todos con un ramo de rosas rojas entre sus manos.

Los repasé con la mirada lentamente a todos e inconscientemente mordí mi labio inferior; Dante traía puesto unos jeans negros rasgados, una camisa del mismo color, arremangada hasta los codos y con los primeros tres botones desprendidos.

Lucca vestía con una camisa blanca y un pantalón negro y Bruno vestía con un pantalón azul y una camisa del mismo color.

El olor de sus perfumes llegó a mis fosas nasales y suspiré profundamente para olfatear aún más sus fragancias.

-Hola- saludé nerviosa. Los chicos y Emma se encontraban escondidos detrás de la puerta, escuchando absolutamente todo.

-Te ves hermosa, cielo- halagó Bruno y luego me tendió el ramo de rosas. Tomé entre mis manos los ramos de sus hermanos y me sonrojé levemente

-Gracias por el halago y también por las rosas- agradecí- Se ven muy bien- admití. Sonrieron y Lucca se acercó para tomar mi mano.

-¿Nos vamos?- preguntó.

-Iré a dejarlas en agua y ya vuelvo- asintió sonriendo al ver mis nervios y me adentré a la casa rápidamente.

(...)

El trayecto hacia no se dónde se está haciendo demasiado largo. Llevamos en el auto al menos una hora y media.

Durante todo ese rato tuve una venda en mis ojos que no me permitió ver absolutamente nada.

Tenía miedo, joder. Noah también había hecho esto una vez y no terminó para nada bien...

-Confía en nosotros, nena. No te haremos daño- Dante a mi lado derecho trató de tranquilizarme. Pero no podía relajarme, no cuando Noah también me había dicho lo mismo.

-Chicos, sáquenme la venda- pedí y me removí en el asiento-

-Confía en mí, Muñeca, te aseguro que ninguno de nosotros te hará daño- habló Lucca mientras conducía.

Confía en mí...

Confía en mí...

Confía en mí...

Confía en mí...

Confía en mí...

Mis recuerdos viajaron hacia cuando Noah me pidió exactamente lo mismo.

Flashback

-¿A dónde me llevas?- pregunté y mordí mi labio inferior, nerviosa.

-Sorpresa- fue lo único que respondió.

-¿Me dirás a dónde vamos?- pregunté nuevamente luego de unos diez minutos aproximadamente.

-¡Cállate de una puta vez!- gritó. Me encogí en mi lugar y cerré mis ojos debajo de la venda que traía puesta, la cual no me permitía ver.

-Relájate, Noah... Solo quería saber- sollocé y sentí mis manos temblar.

La relación con Noah era tóxica, bueno... demasiado tóxica. Habían momentos en donde estábamos bien y luego reaccionaba mal y se desquitaba conmigo, como ahora...

Lea [SUSPENDIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora