Entre la oscuridad.

El inicio del fin.

Abrí los ojos una mañana 22 de abril,era un día común,una mañana común nada fuera de lo normal, me levante algo somnolienta y mire a través de mi ventana, un bello paisaje adorno mi somnolienta mirada, sonreí levemente y baje al primer piso de mi departamento para preparar mi café matutino, saque el taper donde guardaba el café, serví en la cafetera un poco de agua fresca y la mezcle con el café junto con un poco de azúcar, el olor penetro en mi nariz produciendo un sentimiento positivo, amo el olor a café matutino simplemente hace que mi mañana inicie con un buen indicio. 

Mientras mi delicioso café se preparaba yo también debía hacerlo si no quería llegar tarde así que respire hondo, tome las cosas que necesitaba y corrí a la ducha, prendí unas velitas con un dulce olor a vainilla y las coloque en un lugar seguro, cerré mis ojos y me deje llevar por el aroma simplemente hipnotizante, me desprendí lentamente de mi ropa y me metí a la ducha, el agua tibia recorría mi frió y pálido cuerpo e iba calentándome de a poco, era simplemente calmante y reconfortante, tome el jabón y después de limpiar bien cada zona volví a abrir la llave dejando salir ese delicioso vapor, abrí mis ojos y mire la pared, mis recuerdos mas profundos venían  a mi mente y poco a poco me dejaba ir, parpadee un par de veces y tome mi toalla, seque mi cara y mi cuerpo para luego rodearme con la toalla y salir de la ducha, ponerme mis zapatos y mirar el empañado espejo, lo limpie y mire mi reflejo, sonreí levemente mientras detallaba cada parte de mi. 

— "Veo que me eh estado pasando mucho mi horario de dormir, si sigo así me convertiré en una zombie, debería también empezar a pensar un poco mas en mi. Hmm, bueno mas importante es mi trabajo y prometí dar lo mejor de mi, unas horitas menos de descanso no me mataran."

Escuche la cafetera hacer su particular sonido cuando ya acaba de colar el café, vuelvo a reaccionar y miro la hora, mi piel se eriza por una brisa fría que recorre mi alrededor, siento un ambiente pesado de repente y un mal presentimiento, me apresuro al arreglarme, me coloco mi uniforme retoco un poco mi maquillaje y me hago una coleta alta y sirviendo mi café en un vaso plástico con un cartón para no quemarme, tome apresuradamente mi maleta y corrí al parqueadero, sentí que algo iba mal y debía averiguar que era. 

Coloque mi maleta atrás y abroche mi cinturón y coloque la radio, encendí mi coche y empece a conducir al trabajo buscando la ruta mas rápida para llegar, no vivía muy lejos de mi destino, mas o menos unos 35 minutos si no había demasiado trafico, lastimosamente hoy no pude disfrutar del aire matutino y de un viaje tranquilo y relajante, en vez me fui con los vidrios arriba, aire y explotandole el teléfono a mi compañero de trabajo Matias. Eh trabajado muchos años al lado de el y ya era como mi mejor amigo y alguien de mucha confianza, pero no me respondía y poco a poco la desesperación se apoderaba de mi, intente nublar mi mente y calmar mi cuerpo hasta que llegaba sana y salva al trabajo, pare en un semáforo y mire por la ventana, un pajarito se poso en uno de los espejos delanteros del coche, no pude evitar mirarlo y lentamente bajar el vidrio y tomarle una fotografía, era una toma muy linda, una mañana iluminada, los arboles brotando sus hermosas y verdes hojas que caen por el alrededor creando una linda vista, junto con el pequeño pajarito azul con blanco y un fino pico negro mirando a cámara, era casi inevitable no tomarle una foto. Después de ese pequeño descanso y que el pajarito se fuera sano y salvo seguí mi ruta hacia el trabajo ya mas calmada, sin imaginarme con las noticias que me hallaría al llegar.