ELEVEN'S (REEMPLZADO) ADAPTACIÓN TERMINADA

Capitulo 3

Historia Original de RetseyekhDiment

—¿Que ocurre P'? –preguntó Great mientras miraba al mayor.

—¿Quien mierda se cree?
–levantó su cabeza mientras
caminaba de lado a lado —osea ya, está bien, es Kao, es como su hermano, pero ese
comentario fue innecesario.

—¿Celos?

—¿Celos yo? Por favor, me
sentí más puesto por debajo,
me explico, soy increíble y él
solo habló de Kao, sabiendo
que yo soy su novio –alegó.

—Lamentablemente si él supiera esto ya habría terminado contigo, no sería tan estúpido para ignorar todos nuestros acercamientos, ¿O si?

—No tengo idea.

—Bueno, pero por ahora.

Se levantó, tomó los hombros
de Mew y lo hizo caer en la cama colocándose encima
mientras lo besaba y movía sus caderas sobre el cuerpo
contrario, creando fricción
entre su trasero y el miembro
del mayor.

—Malvado –sonrió Mew para luego darle lo que tanto le
pedía.

Entre tanto, en otro lado, Kao estaba besando a Gulf, ambos se habían perdido en el momento, paso de estar consolando a su Nong a besarlo con cierta desesperación.

—¿Hacemos lo correcto? –preguntó Gulf.

—Contigo todo es correcto.

Los besos subían de tono a medida que la cosa se iba calentando más y más, hasta que el toque en la puerta
llamó la atención de ambos.

—P's, es hora de comer –se escuchó la voz de Perth.

Kao se puso un poco nervioso y aún así contestó.

—Está bien, iremos en un
momento.

Se escucharon pasos que daban a entender que el menor se había ido, Gulf miró a Kao con la vista desorbitada, sin duda esos besos lo dejaron en mal estado y el mayor lo notó.

—¿Gulf?...

El menor se lanzó a los brazos contrarios devorando con gusto la boca del mayor,
el calor le había subido hasta la cabeza, cosa que lo provocaba soltar quejidos
ahogados mientras besaba a Kao, este otro se impresionó y aferrando la cintura del menor se sentó en el sofá atrás de ambos, colocando al menor sobre sus piernas
mientras se besaban.

Nuevamente la puerta sonó,
está vez era Great, su voz los despertó a los dos.

—Am... ¿Los esperamos o
comemos? –se escuchó desde
afuera.

—¡Ya vamos!

Se escucharon pasos nuevamente, está vez si salieron de la habitación para ir con el resto, obviamente antes se ordenaron, se acomodaron las camisetas y el pelo, aunque algo en el cuello de Kao dejaba mucha evidencia, un chupetón se encontraba en su cuello.

—¿No podías hacerlo en otro
lado? –recriminó al menor.

—Lo siento, no estaba
cuerdo...

Noppakao se rió y tomó un poco de maquillaje para taparlo, así sería más fácil sobrevivir la comida con el resto.

Una vez sentados todos juntos en la mesa comenzaron a comer, se reían, bromeaban, etc, Mew y Gulf hablaban con normalidad, cosa que calmó al resto, pues pensaron que de verdad estarían peleados.

Tommy se acercó al líder y se
sentó junto a él.

—Oh, P' tienes una basurita en el cuello –limpió con su dedo aquella "basurita"

Esta acción provocó que la
base de maquillaje se corriera, llamando la atención del menor que siguió limpiando, Kao se percató de ello tarde, así que se levantó de golpe en cuanto Perth vió la marca.

—¿¡ES UN CHUPETÓN?!? –
Gritó llamando la atención del resto.

—¿Que? ¿Kao? Con un chupetón? Tiene que ser juego –dijo Ritz.

—No, es cierto –apunto Talay.

Noppakao sacó sus manos
apenado, ahí estaba la marca,
un poco morada y roja, era
bastante grande como para
verse y bastante pequeña
como para no ser algo bestial.

Varios se miraron y luego al mayor, este simplemente
camino hasta el baño, entre tanto, Gulf intentaba aparentar de que él no había
sido, mientras jugaba con Mew.

—¿Quien habrá marcado a P'? –pregunto War.

—Quizás una aventura femenina que tuvo en algún
momento y no nos dimos
cuenta –mencionó Great.

—Todos conocemos a Kao, un Playboy adicto al sexo –se burló Mew en lo que comía.

—No eres quien para decirlo
–soltó Gulf.

Todos miraron al pelinegro, su expresión estaba sería, sus
ojos se habían clavado en la
mesa para luego levantarse ir por Kao.

Mew miró impresionado al pelinegro, si bien varias veces se ponía así de serio, nunca le había dicho eso antes, así que en ese momento un mal augurio corrió por la espalda de este, "¿Y si se enteró? ¿Pero como? No, no creo, es muy iluso como para hacerlo" suspiró un poco y siguió comiendo, haciendo que el resto siguiera también.

Entre tanto, dentro del baño,
Kao intentaba volver a ocultar la marca.

—P'...

Kao lo miró y enseguida Gulf
se acobardó, saliendo del baño y yendo a su habitación.

Pasaron 2 días, Gulf había vuelto a tener esa actitud con Mew, lo ignoraba, pasaba de él pero está vez parecía estar pensando todo el tiempo, como si algo atormentara su
cabeza.

Ahora ya era común encontrar escenas entre Mew y Great, se había vuelto, casi, normal, obviamente Gulf y Kao los habían visto y sabían, no tenían pensado decirle al
resto, más que nada para no
poner incómodas las cosas.

Un día, finalmente Kanawut se los.pilló de frente, Mew estaba nervioso y Sapol se quedó paralizado, el rostro del pelinegro estaba serio ya no era impresión, ni siquiera sentía tristeza ni nada.

—Gulf... podemos explicarlo
–decía Mew mientras tenía a Great sobre la mesa donde
almorzaban.

—Lo sé hace más de 3 meses,
no me sorprende.

Sentenció para seguir con lo
que estaba haciendo, chatear
con Kao y escuchar música.

Mew se quedó paralizado, al igual que Great.

El que no va a querer
creersela después serás tú
pensó Gulf con una gran sonrisa en su rostro.

Pasaron unos minutos cuando llegó al gimnasio dónde estaba Noppakao entrenando, Kanawut lo
saludó con una sonrisa oculta, ya que estaban algunos de los miembros ahí.

—¿Listo para entrenar? –preguntó sonriendo Kao.

—Obvio.

La idea del pelinegro menor era simple, iba a cambiar, se iba a ver más irresistible y le iba a jugar una mala pasada a Mew, gracias a su P' todo sería más rápido, así que no apuró nada.

Entre los entrenamientos
había una que otra palabra
que hacía sonreír como
bobo al menor y después de
entrenar iban a ejercitar de
otra forma, más privada y
cómodamente.

Antes de empezar con aquello, una llamada llegó al teléfono de Gulf, aunque este ni se percató por estar con su P', además el teléfono estaba en silencio sobre la mesa de noche de Kao, vibraba, vibraba, después los mensajes, de nuevo llamada,
así se repetía durante todo el
tiempo que estuvo con Noppakao.