Avery, una cantante conocida en Estados Unidos y que se está dando a conocer por el mundo, se reencuentra con su amor platónico adolescente, el cual no ve hace cinco años, tras un concierto en su ciudad natal ¿Conseguirá Avery lo que no consiguió en...
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Estoy preparándome para salir al lugar que hace cinco años se convirtió mi segunda casa, el escenario.
Soy Avery Parker, tengo 20 años y soy cantante, comencé en la industria componiendo canciones hasta que una discografía me acogió con los brazos abiertos, la verdad es que mi mánager, Nikolay, es como un segundo padre para mí.
Bueno a lo que iba, hoy acaba mi primera gira por los Estados Unidos y decidí terminarla en mi ciudad natal, Baytown, esta situado cerca de Miami, a una hora de distancia más o menos.
Los estilistas están acomodando mi pelo rubio que me llega por el hombro, el cual han alisado para el concierto. Llevo un top de tirantes finos negro, una falda de tablas blanca, bajo esta unos pantalones muy cortos, por si acaso sacamos los pasos prohibidos y unos tenis negros, llevo unos pendientes de aros.
De maquillaje, llevo la base de mi tono, la sombra de ojos en tonos marrones, eyeliner, rímel, el cual hace que mis largas pestañas hagan resaltar mis ojos marrones y pintalabios marrón.
Las canciones del tour, son tanto los sencillos con los que empecé como el disco que saqué el año pasado.
Después de este concierto comenzaré a trabajar en mi siguiente disco.
Las he ordenado por temas para que los bailes sean acordes con la ropa que lleve, es decir que está no me incomode.
Miro con mis ojos marrones el trazo del eyeliner para comprobar que esté correctamente.
— Avery, ya es hora de empezar.— me informó Nikolay, con su característico acento, como podéis deducir por el nombre, es ruso, de hecho vino con su primo Dimitri, pero su primo trabaja en Los Ángeles.
Está claro que ambos saben llevar a los jóvenes cantantes a la fama, un claro ejemplo de la ayuda de Dimitri son dos grupos que lanzó al estrellato, son una maravilla, Nikolay, por su parte es más de solistas.
Me levanto de la silla donde me estaban maquillando y voy junto a los encargados del sonido para que me coloquen el micrófono, que es de esos que van en la cabeza, debido a que mientras canto, bailo.
— 3...2...1... ¡Ya!— me avisó el técnico de sonido.
Salí al escenario junto al cuerpo de baile, la multitud gritó.
Me alegro ver en la primera fila a mi familia y a mis amigos.
Sin duda al salir vamos a irnos de afterparty todos juntos.
— ¡Buenas tardes a todos!— saludé una vez el público se calmó un poco.— ¿Qué tal?— el público contestó.— Bienvenidos al último concierto del Love meTour, es mi tercera tarde actuando aquí, así que... ¡Vamos allá!
Canté cinco canciones, con temática romántica, algunas más lentas, otras más moviditas.
Después volví al camerino y me puse el siguiente conjunto. Un body de tirantes color negro, unas medias de rejilla negras y unas botas por encima de la rodilla color vino. Seguía con los mismos pendientes. El maquillador cambió mi pintalabios por uno del color de mis botas.
