#23

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Mix parecía pensativo, con la mirada perdida todo el tiempo.

— ¿Te pasa algo? — Earth preguntó con una notoria preocupación en su voz.

— Es que... Cómo te lo explico...

— Mix, me estás preocupando, dilo ya, sin rodeos — exigió el mayor.

El menor se volteó hacia él, acercándose y sentándose en sus piernas.

— ¿Cómo te explico que quiero que muerdas mi cuello y aprietes mis muslos hasta hacerme gemir y llorar de placer, que me digas que soy de tu propiedad y me lo dejes muy en claro? — admitió Mix sin ningún tipo de vergüenza.

Al moreno casi se le va la respiración al escuchar esto, sin pensarlo dos veces se abalanzó hacia su novio dispuesto a complacer sus fantasías.

Empezó besando su cuello lentamente, dejando besos húmedos en cada parte de este, para después lamerlo mientras apretaba los enormes, gruesos y perfectos muslos de su novio. Mix se encontraba en un completo éxtasis disfrutando cada una de las caricias del moreno, soltando jadeos en cada una de estas. Poco a poco, el mayor se fue tornando salvaje; mordisqueando el cuello del contrario, dejando marcas y chupetones en este. Recorriendo cada centímetro de su espalda y cintura. Apretando su delicioso, enorme y redondo trasero.

Mix ya no podía más, se encontraba lo más erecto posible, y Earth no era la excepción, con un gran bulto intentando liberarse del encerramiento de su short. El menor empezó a moverse en un exquisito vaivén, esto hizo que la pareja soltara un gemido de satisfacción, Earth sujetó las caderas del contrario aumentando el ritmo, el menor estaba hecho un mar de gemidos y lágrimas rasguñando la espalda de su novio.

— Earth... Agh, por favor, ya no puedo más — suplicó entre lloriqueos.

El mencionado aumentó aún más el ritmo del vaivén, a la vez que mordisqueaba el cuello del menor, que ya se encontraba rojo por tantas mordidas.

El mayor, entre gemidos y jadeos, masculló. — Eres mío, me perteneces, eres de mi propiedad — el menor jadeó en respuesta.

A los pocos segundos, los dos se vinieron soltando al unísono un largo y cautivador gemido, manchando su ropa pero poco les importaba en ese momento. Con la respiración agitada, se miraron directamente a los ojos, sin decir ninguna palabra, simplemente disfrutando del éxtasis que acababan de experimentar.

𝗗𝗥𝗔𝗕𝗕𝗟𝗘𝗦; earthmixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora