Epílogo

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Los dos lobos habían hecho su hogar el uno con el otro, alternaban entre Maine y Washington, e incluso viajaban por mundos cuando los Swan-Mills los llamaban. La mirada en el rostro de Leah había valido la pena las dificultades la primera vez que probó la carne de quimera.

Granny sintió simpatía instantánea por la mujer nativa y comenzó a preguntar cuándo daría a sus nietos. Leah parecía confundida, afirmando que ambas eran lobas... pero Granny, siendo abuela, le dio unas palmaditas en la mejilla y le guiñó un ojo diciendo que el lobo siempre encuentra la manera.

Efectivamente, aproximadamente un año después, cuando las chicas se pusieron juguetonas mientras estaban en forma de lobo, algunas luces mágicas explotaron durante su acoplamiento. Efectivamente, sobre roja.

9 meses después Red había dado a luz una camada de 3 paquetitos de alegría traviesa.

Sue estaba más que feliz e incluso pasó un tiempo en Storybrooke en la posada para estar cerca de sus nietos. Sue y Granny tuvieron una amistad maravillosa a lo largo de los años construida sobre el amor mutuo por sus parientes.

Un feliz accidente ocurrió cuando Seth visitó a sus sobrinos y sobrinas en Maine. Se imprimió en Sven, que resultó ser un cambiaformas de renos de Arendelle. Kristoff estaba más que sorprendido cuando su amigo más antiguo se transformó ante sus ojos en un joven ágil, con los ojos más amables que jamás había visto.

Era difícil de creer, y casi demasiado cliché para decirlo, pero realmente vivieron felices para siempre.

¡EL FIN!

Lobo rojo/ Lobo grisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora