Gossip...?

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Como cada Sábado en la noche, Jungwon se encontraba en casa de Sunoo ambos con sus ropas de dormir listas y unas cuantas chucherias esparcidas por la extensión de la cama.
Los fines de semana eran los días establecidos por ambos para platicarse sea lo que sea que haya pasado de interesante en esos días. También simplemente disfrutaban de la compañía del otro como los mejores amigos que eran.

—¿Entonces? ¿Que te dijo después?—. Jungwon se veía bastante interesado con sus ojitos abiertos a tope y la sonrisa emocionada impidiéndole comer una gomita con tranquilidad. Sunoo estaba sonrojado hasta las orejas mientras hablaba de Sunghoon, un compañero de la universidad unos dos semesters mayor.
Le gustaba mucho.
—Nada, solo me pidió el número y dijo que me llamaría. Aún no pasa nada interesante—.
Jungwon le golpeó con una almohada por toda respuesta.
—Tonto, eso ya es algo. Claramente tiene interés en ti, ¿acaso esperabas que te propusiera que fueran a coger a los baños de la escuela?—. Sunoo se río acomodándose el cabello despeinado por el golpe juguetón de su amigo.
—Ganas no faltan. Sunghoon podría pedirme que me aviente del tercer piso a cambio de una noche con el y ni siquiera tendría el tiempo de pensarlo—.

Jungwon río con el mientras se proponían a juntar todo el regadero de dulces y envoltorios de las sábanas, sacudiendo éstas y sentándose de nuevo, esta vez, uno frente al otro.

—Ayer vi a Heeseung—. Esta vez fue el turno de Jungwon de ruborizarse. Sunoo cubrió su boca con sus manos en señal de asombro.
—¡Yang Jungwon!—. Le regañó el mayor.

Heeseung era un pasante en la empresa de sus padres y lo había conocido en una cena de "negocios". El tipo era varios años mayor y tenía una bonita novia a la cual siempre presumía y llevaba a todos lados, incluso la había visto en los edificios un par de veces en las salas de espera aguardando por Heeseung.
El problema era que el mayor no le guardaba la misma lealtad y respeto, por que en cualquier mínima oportunidad que tenía llamaba a Jungwon para desquitar sus ganas.

—¿Y qué tal?—. El tono de confidencialidad de Sunoo contrastó con el "regaño" que le había hecho. Si bien no estaba a favor de la furtiva relación de su amigo, ya se había cansado de hacerle ver que eso solo terminaría mal para los dos. Además, Heeseung era bastante caliente y tenía pinta de ser de esos maniáticos dominantes. Justo como a Sunoo y Jungwon les gustaban en la intimidad.

—Estuvo increíble, me tuvo amarrado a la cabecera de la cama la mayoría del tiempo e incluso me vendó los ojos. Nunca había hecho algo así... yo, verdaderamente es otro nivel—.

Sunoo se sintió envidia de la buena manera. Si bien eran unos chiquillos atrabancados, no tenían tampoco la gran experiencia que a veces parecía o incluso presumían. Obviamente, ninguno era virgen, pero tampoco eran los aventureros que les hubiera gustado ser a estas alturas.

—Dios, ni siquiera puedo imaginarlo. Jamás he hecho algo así—.
Sunoo se paso las manos por la cara para ahuyentar el calor que sintió en sus orejas. Si solo Sunghoon y el pudieran...

—De verdad no tienes idea. El tener los ojos cerrados todo el tiempo hace que tus sentidos se agudicen y todo se siente más intenso. Mientras me daba era tan desesperante el no poder moverme debidamente que incluso la desesperación me hizo gritar como loco. De solo pensarlo vuelvo a ponerme duro—.

Sunoo gritó juguetón y le golpeó uno de los brazos del menor con su mano abierta. Jungwon río con su amigo un tanto abochornado. Hablar de Heeseung siempre le provocaba ese efecto.
Quiso distraerse comenzando a devolver también los golpes, nunca sin pasarse de la raya al juguetear con su hyung.
Sunoo también tenía esa sensación de calor al escuchar la historia de su mejor amigo, su mente recordándole en este caso las grandes manos de Sunghoon que sin duda podrían aprisionar sus caderas tan fuerte mientras irrespetaba su cuerpo.
Buscando disipar el sentimiento, dio inicio a una lucha más intensa de risas, golpes y cosquillas con su amigo.

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