Prefacio.

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Chifuyu nunca creyó dar con quien sería su alfa destinado a una edad tan temprana, pero eso era lo curioso de la vida, que la mayoría de veces era inesperada, poniendo personas en tu camino en momentos impensables para uno.


Había ido a un bar con algunos compañeros de la prepa para festejar que habían logrado quedarse en la institución de su elección.

Chifuyu no tenía amigos realmente, pero solía llevarse bien con la mayoría de sus compañeros de colegio, por eso había sido invitado y como no tenía nada más interesante que hacer, aceptó.


Todos bailaban y bebían diversos tipos de alcohol, él no era mucho de beber, por lo que seguía bastante sobrio a comparación del resto.

Cansado de tanto bailar decidió sentarse en el banco alargado frente a la barra tomando un coctel de limón con poco licor y algunos hielos.

Se encontraba bien, su condición de omega no estaba causándole problemas como luego lo hacía, esto porque no se había olvidado de tomar sus inhibidores, sin embargo, el bienestar le duró poco ya que al cabo de unas horas empezó a sentirse acalorado, al inicio se lo había adjudicado al ambiente del lugar, pero se preocupó enserio cuando el calor aumentó casi sofocándolo y empezó a sentirse húmedo de la entrepierna teniendo el corazón acelerado y el aliento tibio.

Todo resultaba muy incómodo y preocupante al deducir lo que podría estarle pasando, aunque no podía asegurarlo ya que para que llegara su celo faltaban algunos días, pero no ignoró el hecho de que bien podría haberse adelantado y en ese caso un simple inhibidor no lo contendría, necesitaba supresores y por desgracia no cargaba con ninguno al fiarse de sus fechas que hasta el momento habían sido regulares; por suerte el inhibidor que había tomado horas antes mitigaría un poco el estado, tiempo suficiente para ir al baño a refrescarse antes de recuperar un poco el control e irse a casa antes de que fuera demasiado tarde.


Estando en el baño se empapó el rostro con agua y se obligó a respirar hondo barias veces intentando tranquilizarse, pero no le estaba siendo fácil y la cosa empeoró cuando un esquicito aroma se coló por su nariz.

era un olor medio dulce y medio amargo, entre uva y chocolate, era un tanto extraño y muy peculiar, por alguna razón le fascinó.

Levantó la cabeza como perro que acababa de rastrear a su objetivo e inspiró con más avidez; había una cierta familiaridad en aquel particular aroma, lo había olvidado, pero ahora lo recordaba, aunque de manera vaga por culpa de que la mente se le había vuelto a nublar a causa de ese olor.

Minutos antes de entrar al baño ya había detectado una versión tenue de aquel olor, le había parecido que venía del chico alto que había ocupado un sitio alado suyo en el banco frente a la barra y se preguntó si se trataría de la misma persona, aunque en ese momento el aroma era mucho más potente y lo estaba afectando de tal modo que el cuerpo comenzaba a temblarle como si tuviera frío.

Se giró buscando instintivamente al dueño de esa abrumadora fragancia que embotaba su mente, pero no fue necesario, ya que él responsable de su alteración estaba recargado en la puerta cerrada del baño, adoptando una postura despreocupada mientras lo miraba entre divertido e interesado.

Su gesto molestó a Chifuyu, aquel sujeto era un sínico al observarlo de esa manera, sin pudor alguno, y quiso golpearlo en aquel llamativo rostro que sonreía de un modo que solo vislumbraba un par de dientes filosos y blancos.

Entonces Chifuyu cayó en cuenta de que lo que estaba oliendo eran las feromonas de ese alfa y si seguía inhalándolas su estado iba a empeorar de sobre manera, por lo que se tapó la nariz con la manga de la playera conteniendo la respiración.

Siendo padres. (TR/AU omegaverse/Kazufuyu)+ 18-en edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora