Cuenta la leyenda que en la antigüedad hubieron dos reyes, quienes ocultaban un gran secreto. Uno que si se descubría, no solo estaría en juego su puesto en la realeza, si no, sus vidas mismas. Después de todo, ¿quién aceptaría como rey a un Omega?
Este es el caso de dos reyes, los cuales tuvieron como hijos a Omegas. Descendencia que se detuvo ahí, por motivos que aparentemente nadie conocía. Un secreto a voces que se extendía por ambos territorios enemigos.