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Estoy aburrida todo el tiempo en casa, el poder quedarme sin ir a la escuela en verano es demasiado aburrido, realmente en la escuela es peor, nadie habla con la rara la que no habla, la que tiene que usar un aparato en la oreja para poder escuchar casi con claridad.

Me gusta leer y mucho, mi habitación literalmente parece una biblioteca.

Pasé todo el día leyendo sentada con las piernas recogidas y ya me duele el coxis de tanto quedarme en esa postura, baje de la cama me quité el aparato de la oreja y comencé a estirarme, me desordené el cabello al momento de masajearme la cabeza mientras bostezaba.

Vi la silueta de mi madre delante mío pero me la oía solo veía en sus gestos de la boca que decía "Lena" seguidamente hacia un gesto con su mano de como "Ponte tu cosito" sí, mi madre le decía cosito a mi aparato auditivo.

- Perdón - le dije en lenguaje de señas

- no te preocupes, reina. Solo quiero que vayas al minimarket, ya sabes el que esta cerca de la casa.

- Oh, mamá! Qué flojera - me quejé moviendo las manos sin gana y haciendo un puchero.

- Pero Lena! Tu te quejas que tu vida es aburrida, que no sales... y me dices eso? - se cruzó de brazos

- Vale... - suspiré

- Quién te entiende - giró los ojos - dejaré el dinero y la nota en la mesa pequeña junto a la puerta. - habló y se retiró.

Bueno a decir verdad yo si escuchaba claramente, sobretodo cuando estaba en un lugar con completo silencio y hablaba con otra persona, bueno, la otra persona hablaba y yo me comunicaba de una forma no verbal. Otra cosa era cuando había mucho ruido y las personas parloteaban y encima tenía que mantener una conversación, en pocas palabras 《la escuela》.

Me saqué mis pantalones de pijama verde agua y el polón verde agua algo más oscuro, me peiné y me puse un vestido verde sencillo como para ir a dar una vuelta, me arreglé un poco las pestañas y me coloqué unas sandalias de meter.

Bajé y fui directo a la mesita, mi mamá me dejó la nota del mandado, el dinero h una sombrilla de mano, seguramente porque eran las 11:00am y el sol quema.

Mi mamá escuchó cuando abrí la puerta y me despidió con la mano, hice lo mismo y le dije que ya volvía.

Caminé tranquilamente unas cuadras ya que la sombrilla de mano me hacía el favor de evitar sudar o sentir bochorno.

Caminé un poco más y entré al minimarket, había unas cuantas personas en caja, seguramente la señora Howard se confundió de nuevo al marcar las teclas del cajero y dio mal el cambio.

Pasee por la sección de verduras y frutas hasta encontrar todo lo que me pidió mamá, solo me faltaban 2 bolsas reutilizables. Sí era obvio que tenía que usar bolsas reutilizables para las compras, hace mucho que no consumo plástico, hasta para mi uso personal reciclo.

Llevé el cesto con las cosas hasta la caja vacía, no estaba ni un cliente, ni la señora Howard que era la cajera. Supongo que estaría en el baño, ella es algo mayor tendrá sus 60? Realmente, no tengo ni idea, pero sí parece una abuelita, no sé cómo sigue trabajando a su edad realmente.

Comencé a poner las cosas sobre el mostrador, se me cayó la nota del mandado, me tuve que poner en cuncliyas para agarrarla, me levanté al tenerla ya en la mano y justo en el momento que lo hago una rubia hace el mimo movimiento que yo del otro lado del mostrador. Sus ojos azules conectaron con los míos, aunque no los podía ver bien por los anteojos, realmente. Ella es muy guapa y tiene unos cachetitos muy tiernos.

Nos quedamos viendo por un rato, yo quedé con los ojos casi como platos por la impresión y ella con la boca ligeramente abierta.

Ella no hablaba y yo pues, no podía hacerlo, entonces justo cuando quisé levantar la mano para señalar los productos y así lograr traerla a la realidad, ya que se quedó inmóvil literalmente, una persona entró y preguntó si vendían limpiador de autos en el minimarket, a lo que la rubia salió de su mundo y dijo que no, que no lo hacían, la persona salió de inmediato y ella se, se puso colorada?.






Sin Voz | Supercorp AUWhere stories live. Discover now