Jeongin bajó a desayunar justo cuando el reloj marcó las 7. No podía esperar más, estaba muy impaciente por salir de casa, ya que solo había salido unas dos veces, y se quedaba dentro del auto de su padre. Se sentía como un animalito enjaulado al cual estaban a punto de abrirle la puerta. Se sentía feliz después de años, ya que a pesar de lo que pasó, Jeongin ama socializar.
Terminó su comida y se despidió de sus padres, tomó sus cosas y salió de casa. A pesar de que la señora Yang le mostró su mejor cara, por dentro se moría de preocupación. Su esposo trató de calmarla, convenciendola de que todo iba a salir bien, y que Jeongin ya había dejado atrás el pasado y esas conductas. Jeongin ya no era el mismo.
Y eso todos lo sabían.
Jeongin llegó al instituto, preguntó por su aula, dejó sus cosas, acciones normales. El día iba bien, Jeongin estaba feliz. A la hora del receso, salió de su aula y se dirigió a la cafetería a ver si le apetecía algo. Casi llegando a la cafetería, se tropezó con algo que parecía ser la mochila de alguien más. Decidió levantarla y ver quien era el dueño, así intentar devolverla. Alzó la mochila lo mas alto que pudo y soltó su grito mas fuerte.
-¿Alguien es el dueño de esta mochila?
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Hyunjin estaba sentado en una banca de la cafetería junto con Felix, su mejor amigo, Christopher, el hermano mayor de Felix, y Mina, novia de Hyunjin. Escuchó el grito de alguien proveniente de afuera de la cafetería que preguntaba:
-¿Alguien es el dueño de esta mochila?
Recordó instantáneamente que Félix horas antes le había hecho la jugada de esconderle la mochila, pero no imaginó que la hubiese dejado afuera, a la vista de todos.
-¿Estás loco acaso?-Hyunjin se dirigió hacia Félix y le dió un golpe en la cabeza. Félix solo pudo reir ante el hecho de que había sido descubierto.
Hyunjin salió casi disparado fuera de la cafetería a revisar que la mochila de la que se hablaba era la suya. Y efectivamente, la mochila que sostenía aquel chico pelinegro era la suya. Se acercó a pedirle la mochila al chico, pero cuando estuvo mas cerca, todo pareció tornarse raro.
-Hola, la mochila que sostienes es mía, ya puedes bajarla. Me la puedes devolver, por favor?
Jeongin se quedó estático.
¿Y ese chico quien es?
¡Es demasiado lindo!
Jeongin se quedó mirandolo por un tiempo que era mejor no saber. Hyunjin también se le quedó mirando unos segundos, pero menos embobado. Aunque debía admitir que el chico era lindo, en especial sus ojos. La voz de Hyunjin sacó a Jeongin de su trance.
-Ey, ¿Me devolverás la mochila o no?
Jeongin regresó al mundo y la primera acción de su cara fue ponerse completamente colorada. No podía evitar preguntarse cuanto tiempo estuvo mirando a ese chico, pero a la vez era mejor no saber.
Hyunjin rió al ver el muy notable sonrojo en la cara de Jeongin, le quitó la mochila de las manos suavemente al notar que este iba a tardar en dársela por cuenta propia y le sonrió de nuevo.
-Ya chico, quita esa cara de vergüenza, no pasa nada. Ven, te invito a una malteada. Gracias por encontrar mi mochila.-Hyunjin le guiñó el ojo a Jeongin.
Y Jeongin no podía estar mas maravillado con ese chico.
Su cabello negro liso, sus ojos que se encojen cuando ríe, su aura que transmite alegría, ni siquiera conocía su nombre y ya estaba maravillado. Por un momento, olvidó todo lo que había a su alrededor.
Entraron a la cafetería, Hyunjin lo dejó un momento y se acercó a sus amigos a decirles algo. Después regresó con Jeongin y lo abrazó por la espalda, como su fueran amigos de toda la vida.
-Ven, la tienda está acá. Te ves desorientado, ¿Eres nuevo?
-Sí, hoy es mi primer día aquí.
-Es raro ver chicos nuevos a mitad del semestre, pero bueno. ¿Cual era tu instituto anterior?
-Estudiaba en casa.
-Ah, ya veo.
Hyunjin decidió que era mejor no preguntarle las razones, ya que no se veia con una expresión feliz. Asi que se quedó callado.
-¿De que vas a querer tu malteada?
-Ah, de fresa, por favor.
Al chico pareció devolversele el ánimo a la cara, y Hyunjin no pudo evitar sonreir.
-Dos malteadas de fresa, por favor.
Hyunjin volteó a ver a Jeongin y le sonrío, sonrisa que Jeongin correspondió.
Tomaron sus malteadas y Hyunjin guió a Jeongin hacía la mesa donde estaban sus amigos. Tomaron asiento, quedando frente a frente.
-Este es el chico que tenía mi mochila-Hyunjin volteó hacia Félix con enojo fingido-Por cierto, ¿Cuál es tu nombre?
-Ah, me llamo Yang Jeongin.
-Jeongin, lindo nombre. Preséntense, chicos.
-Yo soy Lee Félix, y este de aquí es mi hermano, Lee Christopher.
Chris saludó a Jeongin con una sonrisa.
-Yo soy Myoui Mina, un placer.
-Y yo soy Hyunjin. Hwang Hyunjin.
Hwang Hyunjin... Lindo nombre, le queda perfecto.
-Será mejor que no te juntes con éstos dos retrasados-Hyunjin se dirigió a Chris y a Félix-No te hará bien.
Jeongin soltó una risa ante este comentario.
Hyunjin y Jeongin pasaron el resto del receso platicando de temas triviales, como el instituto y así. Mina era la menos contenta ahí. Desde que llegó Jeongin Hyunjin la ignoró por completo, y no le gustaba nada la manera en la que Jeongin miraba a Hyunjin. Ni siquiera se había tomado el tiempo de mencionar que eran pareja, pero de todas maneras, eran dos chicos. No podía pasar mucho, ¿Verdad?
Cuando acabó el receso, Hyunjin se separó de Jeongin. Y por fin, Jeongin tuvo tiempo de reflexionar sobre lo que había sentido toda esa hora.
¿Qué estaba pasando ahí dentro de su cuerpo?
¿Por qué sentía que su corazón se saldría de su pecho?
¿Por qué recuerda que la última vez que sintió eso, fue cuando veía a Seungmin?
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Después de ese día, Jeongin no vió a Hyunjin. En parte era por que quizá solo fue un agradecimiento por lo de la mochila y en realidad a Hyunjin no le interesaba la amistad de Jeongin, y en parte Jeongin tampoco lo buscaba, se moría de pena.
Pero a la vez sentía la necesidad de verlo de nuevo.
Jeongin iba cruzando los pasillos de camino a su primera clase, iba escuchando música en sus aurriculares, sin prestar mucha atención a su alrededor. Hasta que decidió voltear hacía el otro edificio por puro impulso, ya que estaba aburrido.
Vaya.
En el otro edificio estaba Hyunjin, de la mano de Mina.
Se veían muy cercanos.
¿Acaso son pareja?
Esa pregunta le rondó a Jeongin.
Pero le rondaba más otra pregunta.
¿Por que siento una presión horrible en mi pecho?
Esto es solo el inicio de algo muy complicado, Jeongin. Una lástima.

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𝐏𝐫𝐞𝐭𝐭𝐲 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫... -𝐇𝐘𝐔𝐍𝐈𝐍-
أدب الهواةDonde Yang Jeongin estuvo recluso en un hospital psiquiátrico por asesinato. No debía desarrollar sentimientos hacia nadie más, porque él era capaz de hacer lo que sea para obtener lo que quiere. Pero oh, sorpresa, se enamoró de la persona menos in...