One-shots Noblesse

El castigo de Frankenstein

One-shot: El castigo de Frankenstein
Universo: ¿Fanon?
Palabras: 1,805

-Nuevamente me has desobedecido Frankenstein

Había sido la decima vez que el rubio había desobedecido sus ordenes ese mes. Por supuesto que no era intencional, bueno las primeras tres veces no, pero ya las otras siete si, su lado rebelde parecía estar saliendo nuevamente

-Aceptaré cualquier castigo Amo -Menciono haciendo una reverencia.

-Retirate

El rubio parpadeo sorprendido, ¿acaso no lo perdonaría como las veces anteriores? ¿realmente le impondrá aquel solitario castigo?

-Si Amo -Sin mas se retiro de la habitación, estando afuera solto un suspiro- (Espero que mi castigo de confinamiento sea corto, con la Unión activa no puedo estar encerrado mucho tiempo) -Piensa caminando por el corredor de su hogar.

Cuando aun vivían en Lukedonia, Frankenstein se metía en varios problemas con algunos nobles y líderes de clan. Por ordenes del Lord anterior, le pidió a Raizel imponer un castigo a su sirviente para tenerlo controlado

Raizel propuso castigar a ambos bandos, los nobles/líderes involucrados y a su sirviente a estar en confinamiento un tiempo para que pudieran reflexionar sobre sus acciones. Por supuesto que los nobles/líderes estaban en confinamiento por mas tiempo que el humano debido a la manera en que percibían el tiempo

Generalmente el humano se quedaba en aquella habitación por medio año o un año entero, mientras los nobles/líderes se quedaban un siglo o mas dependiendo de las ordenes del Lord, Raizel solo castigada a su sirviente mientras el Lord anterior castigaba a los suyos

Aquel castigo funcionaba por dos razones, la primera era que Frankenstein ya no soportaba la soledad como antes de que su Amo apareciera en su vida, la segunda era la preocupación de dejar desatendido a su Amo por tanto tiempo, por lo cuál trato de comportarse lo mejor posible

Ante los resultados del castigo por parte de los dos bandos, el Lord anterior decidió hacer oficial aquel castigo en Lukedonia, cualquier noble/líder que se comportará de manera indebida sería confinado para que reflexionara sobre su comportamiento, esto se aplicaba mayormente en los jovenes rebeldes

Frankenstein creyó que su Amo le daría ese castigo de siempre sin embargo no podía estar mas equivocado

Raizel tenía un castigo cruel para su leal sirviente

♧Al día siguiente♧

Frankenstein regresaba tarde a su casa debido a la acumulación de papeleo en su escritorio. Suspirando con pesadez caminaba con tranquilidad hacia la sala la cual estaba completamente sucia, migajas encima de sus sillones, en el suelo, sobre la mesita, bolsas de frituras junto con envases vacios esparcidas por todo el lugar, lo que mas le molesto fue ver a quienes les correspondía limpiar tranquilos bebiendo té

-¿Por qué no han limpiado? -Tan solo escuchar su voz, los cuatro presentes se asustaron bastante- ¿Y bien?

-¡Je-jefe! -Exclamó Tao levantándose de golpe- Es que ÉL nos ordeno no limpiar la casa en absoluto

-¿Qué? -Fue lo único que dijo para dirigirse rápidamente hacia la habitación de su Amo.

No podía ser cierto, su Amo no pudo haberles ordenado semejante cosa, ¿cierto?

Una vez enfrente de la habitación, toco con suavidad esperando una respuesta pero su respuesta fue distinta. La puerta se abrió dejando ver a Rael en un traje de mayordomo tradicional haciendo una seña que pasara. Esto confundió al rubio mayor

¿Qué estaba pasando?

-Amo -Hablo estando a una distancia de su Amo.

-Este sera tu castigo a partir de ahora, la casa quedará sucia y Rael sera mi sirviente hasta nuevo aviso

El rubio mayor dio un paso hacia atrás incrédulo por lo que había escuchado. Podría soportar ver su casa sucia un tiempo, le costaría demasiado contenerse pero es algo que aguantaría pues era un castigo pero

...

¡Jamás soportaría que alguien mas le sirviera a su Amo!

¡Él era su leal y único sirviente!

¡Su Amo, su salvador, su luz, su ancla, su ángel, no necesitaba a nadie más, solo lo necesitaba a ÉL!

-¿C-cuánto tiempo exactamente? -Pregunta aguantando las ganas de asesinar al pobre noble.

-Sera un corto tiempo -Dijo sin apartar la mirada del libro.

Frankenstein gritó internamente ante la respuesta de su Amo, ¡un corto tiempo significaba quizas años para un humano! ¿¡Tendría que soportar ver al hijo menor de su mejor amigo ocupar su lugar por tanto tiempo!?

-Puedes retirarte

-Si Amo -Haciendo una reverencia, sale de la habitación sin antes dedicarle aquella mirada sádica al rubio noble quien fingió no tener reacción pero por dentro estaba muriéndose de miedo.

Dirigiéndose al lugar que había construido para ocultar su poder cada vez que entrenaba en secreto y dónde accidentalmente habia roto su sello en pocas ocasiones. Hizo un gran pero moderado berrinche, maldiciendo una y otra vez a la Unión, a Rael y a él mismo por desobedecer las ordenes de su Amo tantas veces

Mientras tanto el joven noble Kertia estaba prácticamente muriéndose de miedo por dentro y no era el único. Los demás habitantes de la casa, menos Raizel, estaban aterrados por dentro, sabían como se ponía el dueño de la casa con la mínima cosa fuera de lugar

Sin embargo lo que nadie sabía era que literalmente el castigo de Frankenstein duraría muy poco, solo estaría castigo por tres días ¿Por qué? Debido a una experiencia pasada

Raizel sabía que Frankenstein era muy sobreprotector con respecto a su puesto y ultra sobreprotector hacia su persona

Cuando aun vivían en Lukedonia, quiso aligerar la carga a su leal sirviente por lo cual le pidió al Lord anterior unos cuantos mayordomos, este acepto con felicidad. Cuando llegó a su mansión con los nuevos mayordomos y le dijo su idea al rubio, este acepto pero se retiro tan rápido y alejándose lo mas posible para hacer un gran berrinche

Sin mas remedio el Noblesse tuvo que disculparse y despedir a los nuevos mayordomos, provocando una enorme felicidad en su único sirviente quien se había ido a cumplir su castigo por haber hecho tal berrinche, sin algún tipo de arrepentimiento

Por la seguridad de Rael y los demás este nuevo castigo debía ser lo mas corto posible

Frankenstein juró pensarlo infinitas veces antes de volver a desobedecer las ordenes de su Amo ó de actuar rebelde solo por diversión

Raizel sabía que Frankenstein ahora debía estar haciendo un berrinche y reflexionando por sus acciones. Suspiro cerrando su libro de matemáticas, definitivamente esta vez no cedería ante ese sentimiento extraño y castigaría apropiadamente a su sirviente

Y así fue como Frankenstein se volvió mucho mas obediente, también aquella admiración y amor hacia su Amo aumentó