Luces Ultravioleta | Jilco [One-Shot]

Luces Ultravioleta

Falta una hora para que se termine la noche del 31 de diciembre y que a su vez empiece un nuevo año en Runaterra. Uno de los eventos más esperados entre naciones donde todos dejan de lado sus ocupaciones y son libres de disfrutar ese último día sin tener la más pequeña preocupación del mañana. Piltover como siempre organiza altas ceremonias para sus ricos y Zaun festeja entre muchas fiestas clandestinas. El bar de La Última Gota posee el mayor escándalo en todo el distrito suburbano, la música suena fuerte haciendo vibrar las bocinas, hay luces de diferentes colores que podrían dejarte ciego y sus clientes beben o consumen shimmer hasta desconocerse.

Silco acaba de bajar por las escaleras de su oficina colándose en la celebración y sorprendiendo a los pocos clientes aún cuerdos por su cambio de selección en ropa, está usando un traje de gala único de un llamativo rojo carmín y solo la camisa, la corbata y los zapatos son negros. Un conjunto sofisticado que Jinx había dejado como regalo en su habitación junto a una nota pidiendo que se lo pusiera para la ocasión, era un tanto extraño y aunque el mayor dio una revisión completa al traje que justamente encaja con su figura, no pudo encontrar algo fuera de lugar. Tampoco le dio más vueltas y confió enteramente en ella, la tela era cómoda y viéndose frente a un espejo le quedaba de maravilla.

Se abre paso entre la gente ignorando sus miradas y busca en la multitud a la chica de cabellos azules, a quien no ha visto en varias horas desde su obsequio sin poder dar con ella, en cambio, divisa a su mano derecha sentada en una zona VIP donde está fumando y apostando con unos pobres hombres a los que ya les ha ganado varias rondas. El industrialista se aproxima hacia ellos obteniendo la misma vista extrañada de los acompañantes de Sevika y reprime el deseo de rodar los ojos con molestia.

“¿Sabes dónde está Jinx?” Tiene que alzar la voz por el ruido y la morena asiente antes de dar una inhalación a su puro, dejando salir el humo por sus fosas nasales.

“Está esperándolo abajo.” Hace un movimiento de cabeza hacia el lugar por donde Jinx había entrado y de donde no había salido todavía.

Silco le devuelve el asentimiento, dejando que continúen sus juegos en paz y se encamina hacia la guarida de Jinx. En el recorrido puede notar que el área está más limpia y organizada, es una señal de que ha preparado algo y lo hace sentir una agitación por lo que sucederá en adelante. Ella es demasiado impredecible y una caja de sorpresas, por lo que adivinar sus planes no es tarea fácil. Se peina el cabello con sus dedos para relajarse antes de irrumpir en el taller con unos toques de puerta.

“¿Jinx?”

“¡Silco! Por un segundo creí que no llegarías a tiempo.” Ella estaba en su mesa de trabajo dándole la espalda mientras hacía unos ajustes con sus herramientas a algo que él no podía ver.

“No quería perderme el evento otra vez.” El año anterior llegó varios minutos tarde para el brindis siendo encargado del discurso principal, fue tan vergonzoso que prefirió no volver a darlo y el recuerdo provoca una risa en Jinx porque en parte tuvo responsabilidad de distraerlo y demorarlo. “También deseaba agradecerte por tu regalo.” La chica lo mira a través de un espejo roto que tiene al frente y suelta un silbido en aprobación.

“Valió la pena aprender a coser.” Lo más probable es que en realidad fuera robado de algún sastre en Piltover y que la peliazul solo modificara ciertas características para darle aires de Zaun, pero el hombre le sigue dando crédito por su elección.

“Jinx, ¿Por qué te has puesto a laborar si es año nuevo?” Avanza unos pasos con las manos tras su espalda. “No tienes que exigirte hoy, podrías estar arriba divirtiéndote con los demás esta noche.”

“¿Divirtiéndome con los demás o divirtiéndome contigo?” Jinx se quita las gafas de seguridad y gira sobre su silla para mirarlo con una sonrisa retadora, ambos saben la respuesta cuando Silco titubea y sus ojos se desvían rápidamente al piso, el gesto no dura casi nada y vuelve a tener un rostro serio para responder.