❛❛...ʜᴀᴘᴘʏ ʙɪʀᴛʜᴅᴀʏ...❞

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Nadie había venido

Era algo obvio que nadie viniera el día de su cumpleaños.

Ni siquiera su propia madre u padre.

Ella entendía lo de su padre pero su madre no y nunca lo iba hacer.

La pequeña rubia de ojos violetas se quitó aquel gorrito de fiesta, ya eran más de las 6 de la tarde.

Su hermana estudiaba en la tarde, lamentaba no estar ese día con ella.
Decidió salir un poco para despejarse y posiblemente llorar en una banquita sentada.

Así fue, miraba como esos niños pasaban con sus familias. Tenía celos de ello porque su familia nunca haría eso.

Quédate y bla bla bla –repitió las misma palabras que habían dicho, realmente sus compañeros eran molestos–

"Y odio hacerte esto en tu cumpleaños"

Dijo su padre, realmente quería ir a su pequeña fiesta de su hija pero no podía ir por cosas de trabajo.

Al parecer su jefe era algo especial con eso del trabajo.

Escuchó unas pisadas por el pasto que era movido por el viento, volteó a ver y era un niño castaño de ojos azules.

Sus pecas en su rostro era algo notables, limpió sus lágrimas porque no quería llorar ante un niño desconocido.

¿Que te pasa?, ¿Porque andas llorando? –preguntó algo extrañado, no era muy común ver niñas llorando por los parques–

— No es nada... –pasaron unos segundos y sus lágrimas volvieron a pasar por sus mejillas, escuchó como el infante suspira y se sentó a su lado–

— ¿Quieres hablar? –mirando aquella niña que solo dió una mirada sorprendida, alguien quería escuchar sus problemas–

Sin más que decir contó todo lo que sentía la pequeña rubia, el escuchaba atentamente sabiendo que lo regañarian por llegar tarde.

Sintió algo de pena por la niña, pasando por un divorcio de sus padre y que su madre este con otro hombre por ahí a estas horas.

Sus compañeros de escuela la molestaba a cierto punto de pasarse mientras su hermana trataba que ella no se diera cuenta de todo esto.

Era algo difícil pero es la triste realidad.

La cruel realidad.

Ahora solo lloraba porque estaba sola en este día especial para ella, quería que alguien estuviese y que le dijeran "feliz cumpleaños", que le dieran un abrazo.

Así es odiaba su realidad.

Sabes lo que me dijeron cada uno de ellos –el solo la estaba escuchando, no decía nada desde hace horas, se desahogó al instante. Sabía que ya estaba en su límite– "No eres tú, soy yo y todas esa mierda", "Sabes que es una mierda, ¿no lo sabes, Susie?" Todo lo dijieron yo solo- –se abrazaba así misma mientas sollozaba, sintió como el niño le puso su mano en boca–

Realmente sentía pena por la niña, así que decidió darle varios consejos y así lo hizo.

Calmo a la pequeña que le compró unos cuántos dulces y algún teléfono de juguete raro de los tianguis.
Después fue a una banca dónde pudieron seguir hablando, la ánimo demasiado hasta que a veces se sacaba unas pequeñas risas.

Después de un rato le compro un pequeño muffins, ella lo había escogido y unas velitas pequeñas. Sin olvidar un encendedor.

Ya estaba anocheciendo y decidió encender las velas ya estando en el muffins.

 ❛❛ ¿ǫᴜɪᴇɴ ᴇʀᴇs? ⚊ ғʀᴇᴅᴅɪᴄᴀ ❞   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora