𓄹 ׁ٬٬ ᝄ 𓍱 𝑭𝒆𝒆𝒍𝒊𝒏𝒈𝒔 ⚊ 𝑺𝒐𝒏𝒂𝒎𝒚 ៹ 𓂃♥︎ ࣪ ˖ ٫٫ 𓄼

𓄹 ׁ٬٬ 01 ٫٫ 𓄼

𓄹 ׁ٬٬ Alegría ٫٫ 𓄼

El pensaba que cuando estaba con sus amigos era agradable, sin embargo cuando estaba con su amiga era más de lo común aunque era algo empalagosa con él.

Así lo pensaba.

El erizo descansaba en un árbol tranquilamente hasta que sintió la presencia de ella.

La iba a ignorar pero no lo hizo.

Seguía pensando que haría con esos sentimientos tal vez lo ocultaria o simplemente no diría nada, no quería dar gusto.
No sabía lo que decía la eriza pero lo más probable sea de sus dos amigos que salían juntos o que había hecho alguna comida.

Lo normal en ellos o en ella.

— Sonic –llamando la atención del ojos esmeralda, miró como estaba haciendo un pequeño puchero, había notado que no le estaba poniendo atención–

— Ames.. deja de poner esa cara de trasero –poniendo sus manos en las mejillas de ella que recibió un golpe mientras se quejó del dolor ella se volteaba a ver otro lado–

Al instante sintió como sus mejillas eran tocadas por esas manos delicadas, tenía la mirada fija en los ojos jade de ella ¿desde cuándo se había vuelto algo cómodo para él? Es lo que se preguntaba en ese instante.

Había huido de ella durante años ahora su presencia era bastante cómoda para él.

Paso unos minutos, sintió como besaron su frente, bien eso no era normal de ella.

Sus mejillas ardieron al instante, se encontraba ahí con ese agarre de la eriza rosada nervioso, atrapado.

Sin dudarlo se alejó de ella con rapidez para mirarla algo extrañado con aquel sonrojo que tenía en su rostro.

Vio esa mirada confundida.

La rosada trato de acercarse a él pero más se alejaba.

— Amy deja de hacer eso –miró como la ella solo negaba con la cabeza y se lanzo hacia él quedando encima– ¡Hey!.. detente. Vamos quítate de ahí.

— Eres suave –con una ligera sonrisa, lo dejo sin palabras, no dijo nada en absoluto en unas cuantas horas, pero por otra parte sabía que no se iba a levantar tan fácilmente–

Enserio debía como hacer todo lo que sentía se fuera lo más rápido posible, no quería que nadie se diera cuenta de su situación.

Eso sería un problema para él.

Y así fue que duraron horas hasta que la de vestido rojo se levantó y ayudó al erizo que se estaba durmiendo, caminaron hasta llegar al taller del zorrito que no salía desde tres meses por arreglar algunos aparatos descompuestos por la misión pasada o más bien de aquella resistencia hacía Eggman y "Infinite".

El pequeño quería averiguar el porque había sido absorbido por el "Rubí Fantasma" con el prototipo que había hecho el mismo doctor.
También tenía curiosidad del porque solo una ardua investigación podría darle las respuestas.

Y él de ojos azules no se rendiría fácilmente, quería una respuesta ante eso.

Solo salía por comida y herramientas.

Durante su lapso hacía el hogar como taller de su amigo yacía nervioso, ¿agradable?, no sabía cómo describirse en ese momento.

Solo no quería que ella se fuera de su lado, lo mantenía feliz.

Finalmente llegaron, tocaron la puerta pero nadie respondía.

— Tails –tocando la puerta con unas cuantas llamadas por su nombre varias veces– tal vez esté ocupado por ese asunto

— ¡Tails! —ella gritó su nombre pero nadie salía, no sabían si era algo normal de ello, a veces abría la puerta o respondía desde lejos– esto es raro, el siempre responde o abre la puerta

— Aquí están –ambos miraron al zorrito que yacía atrás de ellos, de ambos se escuchó en sintonía un "oh". Tenía el seño fruncido algo había pasado–

— ¿Qué pasa hermano?, ¿Todo bien? –escucharon un pequeño suspiro de agotamiento, estaba bastante cansado que apenas veía por dónde caminaba–

— Ustedes me deben un favor... vamos entremos –ambos se miraron extrañados, un favor desde cuándo. No recordaban que le debían un favor–

— Tails te veo algo mareado –solo nego con la cabeza, no era suficiente–

— Oye viejo ¿seguro que estás bien? –tocando la frente de él, solo asintió quitando la mano de él que se dirigió hacía la puerta mientras sacaba sus llaves hasta que se cayeron–

La eriza fue dando unos pocos pasos y levanto las llaves de la residencia, sabía que algo le pasaba a su amigo ya que no era nada normal. Hasta que vieron como había caído de cara al suelo.

Estaba bien decía él.

— ¡Tails! –ambos se acercaron con rapidez a su compañero que yacía en el suelo de cara–

Así fue como su alegría se desvaneció en segundos por su pequeño amigo que cayó al suelo.

— Oigan...

Ambos erizos voltearon a ver, era su amigo el equidna. Tenía la misma expresión del rostro al ver al pequeño caído en el suelo.

Estaban preocupados por él que no dudaron llamar al médico.