Encuentro.
Hace cinco años que mi padre ya no vive con su madre, mi abuela, como era costumbre me tenía que venir a buscar al ser fin de semana.
Cuando íbamos en el auto, me di cuenta que no íbamos a la casa de mi abuela.
—Padre, ¿a donde vamos?—
—Oh, disculpa hijo mío, olvide decirte que compre un departamento con July, mi pareja—
—Pero papá, la abuela quedará sola, ¿no pensaste en ella?— le digo empezando a molestarme.
—Claro que pensé en ella, y es por eso que no podemos seguir viviendo ahí. Ella necesita su espacio e iremos a verla de ves en cuando para que no se sienta tan sola.
—¿Y donde queda esta nueva casa, papá?
—Arriba, pasando por las trillizas.
Nos sumergimos en un silencio por más o menos treinta minutos. Una vez llegamos a los cuartetos, habían cinco bloques de edificios, cada uno con tres pisos.
—Es el bloque C en el segundo piso, ve subiendo mientras buscó un estacionamiento.
Hice caso a lo que mi padre dijo, y empece a subir las escaleras.
—Dijo segundo piso, ¿no?— pensé.—Si— contestó una voz detrás mío.
Salté del susto ya que iba tan distraído que no me di cuenta que hable en voz alta, y que no lo había visto ahí sentado.
—Hola, disculpa haberte asustado. Soy Benjamín, tu debes ser David el hijo de Julio.
—El mismo, un gusto Benjamín.
—Ven entremos, esta helando.
Lo seguí hasta la puerta, 368 figuraba.
Entramos y en la sala había dos mujer una mayor que la otra y dos niñas gemelas.
—Hola David, yo soy Andrea y ellas son Hadley y Greteil, mis hijas al igual que Benjamín.
—Hola July, y un gusto Andrea. Mi padre no tarda en subir.
—No hay problema, ve a jugar con Benjamín mientras llega tu padre.
Seguí a Benjamín a su cuarto, lo contrario que pensaría de un chico, era bastante ordenado y limpio.
—Ven, ¿que prefieres jugar? ¿Juegos online o de mesa? ¿Cartas quizás?— no se si era mi impresión o sonaba nervioso.
—Amm.... ¿Monopolio? ¿Tienes?
—¿Te refieres a Monopoly? Si, si tengo.. Espera lo busco— Debería estar por aqui— murmura.
—Cuidado— casi grito al ver que se resbala de la silla a la cual se había subido.
Caímos al piso, el sobre mi con la respiración acelerada. Alza un poco su cabeza y me queda mirando.. No se que pasa no podría explicarlo, nos fuimos acercando de a poco. Cuando nuestros labios casi se rozaban, abren la puerta y Benjamín se para de un salto.
—¿Que pasó? ¿Que fue ese grito?
—No te preocupes mamá, resbale pero David me agarró.
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Secreto de dos
Short StoryDavid conoce a Benjamín en un día cualquiera, lo que no sabían es que desde ese día sus vidas cambiarían para siempre... Un amor prohibido e intenso, con subidas y bajadas pero... ¿Al final lograran terminar juntos? O solo serán un secreto de dos.