Capítulo 1. El Examen

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Lunes otra vez, suena el temido despertador y yo, con el pie, intento pararlo. Me levanto de la cama y me visto con mi mejor ropa, un chándal, como siempre. Bajo las escaleras automáticas de mi casa y me dirijo a la cocina.

Veo a mi padre preparándome el almuerzo, pero no nos hablamos, nunca lo hacemos des de que mamá no está. Él cree que sigo enfadado, pero la verdad, es que la distancia entre nosotros, me ha hecho recapacitar sobre el accidente.
***

Las 7:45, debo irme al instituto, sino llegaré tarde. Por el camino me encuentro con Nyx, mi mejor amiga, que empieza a hablarme de muchas cosas.

-¿Oye, y tú has estudiado?- me preguntó ella.
-¿A qué te refieres?- Le respondí asustado.
-¿Ya te sabes el complemento circunstancial verdad?

Yo en ese momento caí. ¡El examen es hoy, joder!
***

Llegamos al instituto, yo preocupado por el examen y ella pendiente de la respuesta de Nathyn Clayton, el chico más guapo y rico del instituto, obviamente, del que todas estaban pilladas.

De lejos veo a mi mejor amigo Ezra, que me saluda con la mano izquierda. Él es un niño un poco tímido, es zurdo y de pequeño recibía bullying por su extraño físico y sus gafas teashades. Me acerco rápidamente a ver los apuntes de lengua castellana, que contemplé des de lejos.

-Gracias tío, no me acordaba del examen.- Le dije yo.
-No, no, te-te preocu-cupes.- Me respondió tartamudeando.

Y de repente, de un sobresalto me asusté, ya que sonó repentinamente el timbre que declaraba que el comienzo de clases arrancaba, y como no, la sensación de nervios me recorrió todo el cuerpo.
***
Las 10:35, la hora del examen ha llegado, el peor miedo de todos se acercaba, como si el día de tu muerte estuviese dictado.

Entré a clase, con mis nervios en la mochila, pero avanzando directamente hacia mi pupitre, al fondo de la clase, con mis compañeros mirándome incómodamente. Llegué a mi sitio y me senté, sacando el estuche de mi bolsa, y preparándome para el fracaso, esperé a que la profesora repartiese los exámenes.

La profesora se acercó a mi mesa, y me dio el último examen que tenía. Al verlo, un alivio instantáneo atravesó mi mente.

-¡Es un examen de tipo test!- Me dije a mi mismo, celebrando, que podría aprobar el examen.     

***

Después de una hora de sufrimiento, por fin acabé el examen. Me levanté de mi asiento y me empecé a recoger mis pertenencias, hasta que la vi, era ella.

Los Secretos de MarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora