Sin rumbo

7 1 2
                                    


Estoy en una debacle espiritual, porque no estoy guardando ningún volumen sano en lo físico, anímico, económico ni nada de las cosas que dan sentido a la vida en este mundo moderno. El único equilibrio que puedo presumir es que estoy hecho mierda en todos los ámbitos de mi vida. Y es que el tiempo me ha sido dañino como una enfermedad terminal, y aunque eventualmente todos vamos a morir yo estoy muriendo más rápido que lo que noto en los demás.

Hace mucho tiempo que no puedo amar, que no me siento plenamente alegre, que un día particular no puedo decir "hoy fue un buen día".

No sé si es una especie de condena, porque por mucho que me esfuerce y guarde una determinación clara de mejorar, no lo logro. Estoy absurdamente condicionado por mi entorno. El trabajo que tuve era horrible, y los que me han aceptado lo son aún más. No he querido tomar ninguno de ellos porque esperaba poder decir "vaya, suena bien, lo tomaré" pero no ha habido ocasión.

Paso tanto tiempo encerrado y más ahora que no tengo un centavo, el celular ha monopolizado toda mi atención porque verlo es lo único que a veces hago en todo el día.

Tengo un cactus que ha sobrevivido porque no necesita de tantos cuidados especiales, me recuerda a mí, porque de pronto reparo en que me tengo olvidado y procuro darme algún gusto ocasional, sin embargo sólo me sirve para sobrevivir unos días más.

Tengo pocos amigos, aunque sé que mi familia me quiere en cierta medida nunca me preguntan cómo estoy y si lo hacen es por el convencionalismo perenne de preguntar aun cuando no esperas ninguna otra respuesta diferente de "bien".

Hace tanto tiempo que me siento así, tantos años, pero por lo menos antes tenía la virtud de la juventud, pero ahora no he salido ileso al tiempo y a las experiencias desagradables de la vida.

Me siento cada vez más solo que ya no aguanto más. Siento un impulso de salir corriendo desnudo y aventarme de algún acantilado.

Nada me motiva particularmente, cada mañana veo en levantarme una tarea titánica. No me dan ganas de nada. Quisiera morir, pero me da flojera matarme.

No sé a dónde carajos estoy yendo y estoy hundido en mí mismo, ya no sé qué es lo que quiero. Creo que no quiero nada. Espero algún día despertar y no sentir esta necesidad de maldecir al mundo de siempre. Pero cómo no hacerlo si el mundo está podrido y no hay nada que yo pueda hacer al respecto.

A veces quisiera darme la oportunidad de sanar, pero no confío en nada ni en nadie. Siento que ya no tengo remedio. Ya son tantos años perdido que me he alejado mucho de mí mismo y creo que a estas alturas es una tarea inverosímil el volver a encontrarme. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 05, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Debacle espiritualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora