¿O simplemente te alegras de verme?

By raitala

"Lan Zhan te va a recoger, ¿verdad?" Mianmian mira a Wei Ying con duda.

Wei Ying se ha puesto en evidencia. Tiene los labios pintados y brillantes, una sombra ahumada alrededor de los ojos y un ligero brillo en los pómulos. Está envuelto en los suaves y gruesos pliegues de cachemira del abrigo de invierno que le compró Lan Zhan. Lan Zhan también le compró los zapatos de tacón, que tienen un corte bajo en la punta del pie y con una fina tira de cuero alrededor del tobillo.

Wei Ying sonríe a Mianmian. Abre y cierra el abrigo para mostrar un destello de medias negras transparentes con ligas y su conjunto de bragas y camisola de seda. Mianmian pone los ojos en blanco. Alguien que está limpiando en la zona del bar deja caer un vaso.

"Bien", dice Mianmian. "Pero voy a pedirle a Qiao Zhi que silbe si ve un coche de policía. Si lo oyes, vuelve a entrar aquí. Lo último que necesitamos es una investigación de vicio(1)".

"¿De verdad crees que Lan Zhan va a dejarme vagando por las calles durante mucho tiempo luciendo así?" dice Wei Ying.

"Tienes razón. Probablemente tiene francotiradores posicionados en los edificios cercanos por si acaso".

Wei Ying se distrae momentáneamente con una visión de Lan Zhan vestido con un equipo de operaciones especiales. Hmm, algo en lo que pensar si este primer roleplay va bien.

Mianmian ha estado diciendo algo más, pero no lo ha captado porque la idea de ser despertado sorpresivamente por Lan Zhan con un traje especial es... fascinante. "¿Qué?", dice.

"No importa. Diviértanse, raritos", Mianmian sacude la cabeza y va a supervisar la caja.

En la calle, Wei Ying se alegra de la calidez del abrigo por una corriente de aire inesperada. ¿Cómo es posible que las mujeres no se congelen siempre las nalgas? Wei Ying oye la voz de Wen Qing en su cabeza explicando con amargura que la mayoría de las mujeres no llevan sólo bragas y medias en pleno invierno. O, de hecho, en cualquier otro momento.

El sonido de los tacones de Wei Ying golpea el pavimento, fuerte en la silenciosa calle. Clak, Clak, Clak, rebotando en las caras vacías de los edificios de enfrente. Un viento frío le revuelve el cabello alrededor de la cara y los mechones se le pegan al brillo de labios.

Ha practicado con los tacones en casa, pero aún se sorprende de lo mucho que redistribuyen su centro de equilibrio, de cómo tiene que echar los hombros hacia atrás para contrarrestar la inclinación y de cómo esto hace que su culo se mueva al caminar. Es su primer par de tacones. Desde que tiene uso de razón, ha mirado con admiración las correas y los tacones afilados, las flores artificiales y los diamantes de los zapatos de fiesta de las chicas. A diferencia de la ropa de las chicas, que su jiejie y otras amigas le dejaban probar, él nunca pudo meter los pies en sus delicados zapatos. El gusto de Lan Zhan es clásico y con estilo. Wei Ying se pregunta si, para su próximo par, podría comprar plataformas de plexiglás. Se pregunta cómo se sentiría Lan Zhan si Wei Ying fuera más alto que él. Seguramente se pondría cachondo. No es una suposición descabellada.

Llega a la esquina antes de oír el ronroneo de un coche. Mira por sobre el hombro, pero no es el coche de Lan Zhan. Pasa por delante, con los cristales tintados, tan limpio y brillante que debe ser un coche de alquiler privado. Aunque el coche no frena, el corazón de Wei Ying se acelera un poco. No está seguro de poder ejecutar sus movimientos de defensa personal tan bien con estos tacones. Se siente extrañamente reconfortado por la sugerencia de Mianmian de que Lan Zhan habría contratado francotiradores. Lan Zhan no dejaría que le pasara nada.

Como si lo hubiera invocado, el siguiente coche que oye Wei Ying tiene el ronroneo familiar y gutural del super-coche de Lan Zhan. El coche se desliza hasta detenerse en la calle un poco más adelante de donde se encuentra Wei Ying, por lo que éste tiene que acercarse trotando un poco, con el ruido de los tacones, apartando el cabello de la boca y esperando que no se le haya corrido el brillo por la mejilla.