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En dónde Gwener Stark es un imán para los problemas pero está enamorada de uno.
✧ * ˚ Estaré por siempre preguntándome si sabías que estaba encantada de conocerte...· . ·
No podía olvidarlo... fue en el baile de bienvenida de la escuela de Ciencias y Técnología de Midtown.
Tenía 14 años y era nueva en Queens. Mi madre había insistido en que sería una buena escuela en la que aprovecharía los conocimientos de mecánica e ingeniería que poseía de mi padre.
Ya que no era muy buenas haciendo amigos, la primera semana de clases me la había pasado sin entablar alguna conversación que no fuera forzosamente necesaria, pero después de algunas semanas la sensación de sentirme sola empezó a inundarme, pues me la pasaba sola en una de las mesas del rincón.
Aquella mañana en el comedor, una situación logró llamar mi atención. Flash, cuyo nombre había escuchado en clase y me parecía un patán de los que había tanto, estaba burlándose de dos chicos. Uno estaba de espaldas a mí y el que estaba enfrente de este, tenía unos rasgos asiáticos que veían a Flash con un poco de temor; no identifiqué porque los molestaba y le resté importancia.
-Creo que se esta burlando por sus figuras de Star Wars.- Dijo de repente una chica morena sentada en el otro extremo de la mesa. Recuerdo haber saltado del susto, ¿En qué momento había llegado? Estaba tan aturdida que solo pude asentir con la cabeza y ella siguió leyendo su libro.
Aquella tarde de camino a casa, me volví a topar con uno de los chicos del comedor, y aunque no vi su rostro porque se encontraba lejos, sabía que no era el de rasgos asiáticos. Parecía que estaba dándole indicaciones a una señora, y sin más decidí irme y no indagar. Ahora creo que debí de haber indagado más sobre él.
La escuela había anunciado que el viernes se llevaría a cabo su famoso baile de "Bienvenida" para los estudiantes nuevos. No dude dos veces en decidir que no asistiría, pero mamá era tan buena persuadiéndome que me terminó convenciendo de ir. No mentiría, lo mío era estar rodeado de máquinas, herramientas y que mis manos olieran a aceite de auto, así que estar rodeada de personas con elegantes vestidos y trajes, no era muy mi estilo, pero a pesar de eso me encontré a gusto en mi vestido morado y mi cabello pelirrojo rizado.
Mamá me había repetido hasta el cansancio que sonriera para que mi rostro se viera más agradable, pero lo máximo que lograba hacer era una mueca parecida una sonrisa. No me estaba divirtiendo para nada, estaba nuevamente sola en un rincón bebiendo ponche mientras miraba a todos bailar.
En un determinado momento, me encontré mirando al chico con rasgos asiáticos hablar con una chica rubia, o al menos hacía el intento, sentí curiosidad por saber donde estaba su amigo con el que siempre parecía estar, así que empecé a buscarlo por todo el auditorio...y fue ahí donde lo vi por primera vez.
Vamos, lo había visto en los días anteriores, pero hasta ahora nunca lo había visto de frente.
Yo lo buscaba con la mirada, pero él ya me había encontrado. Fue como si todo alrededor se desenfocara y solo estuviéramos él y yo.
No era muy buena en esto de leer miradas, pero por la expresión de su rostro era como si me susurrara "¿Nos conocemos?" y en un parpadeo, él se había levantado de su lugar para abrirse paso hasta donde me encontraba. Por lo visto, esta acción había sido puro impulso, pues cuando llegó hasta mí, toda silueta de seguridad se desvaneció. Frente a mí había un chico delgado, de mi estatura, con cabello y ojos color café claro, parecía estar totalmente avergonzado de su ultima acción y miraba el piso fijamente con la expresión de "¡Trágame tierra!".
Era la primera vez en la escuela que alguien se me acercaba por voluntad propia, a eso teníamos que agregarle la sensación mágica que mi cuerpo estaba recibiendo en ese instante, lo único que podía pensar era: ¿Esto es a lo que llaman enamorarse a primera vista? ¿Es tan siquiera posible esto? Como buena hija de un científico, empecé a cuestionarme rápidamente por qué él chico frente a mí hacía latir mi corazón tan rápido.
Capté después de un momento que nuevamente me había ido hacia otro lugar en mi mente y había dejado la realidad en la que él chico aun dudaba qué hacer o qué decir, así que torpemente di un paso hacia él e instintivamente me arrepentí, ¿Cómo hacía para callar el sonido de mi corazón y empezar una conversación?
Por suerte el aún muy inseguro y tartamudeando, habló primero:
-¿No-no-nos he-hemos visto antes? -¿Por qué su voz sonaba tan bien? Nuevamente mi mente empezó a viajar por todas las emociones que sentía en ese momento. Debí de haber tardado mucho pensando, pues noté que se movió levemente y habló.- Lo-lo siento, creo que te estoy confundiendo co-con alguien má-más.
-¡No! -. Me tapé la boca instintivamente, ¿Por qué dije no? ¿en qué momento decidí que estaba bien hablar? Da la vuelta y vete de ahí, estas emociones no pueden ser normales pensé, pero mi cuerpo no me obedeció.- Quiero decir...ah...no, no nos conocemos, pe-pero podemos hacerlo.
¿Qué? ¿Qué es lo que acaba de decir? "¿No nos conocemos, pero podemos hacerlo?" No sé quien tenía el control de mis acciones en ese momento porque definitivamente no era yo, ¿Era esa la mejor frase que se me había ocurrido para empezar una conversación?
No recuerdo cual era mi cara en ese momento, pero él me sonrió nerviosamente y saco una pequeña risa que me hizo reír también.
Podía huir en ese momento, decir que necesitaba ir al baño y no volver, por mi mente cruzaron varias excusas...pero decidí no seguir ninguna de ellas. Hice todo lo contrario, lo miré sonrientemente y me presenté:
-Soy Gwener S. Mattson-Janes.
Él me miró confundido. Créanme que había visto esa mirada muchas veces después de decirles mi nombre.
-¿S? ¿Qué significa la S? -.Preguntó con un pequeño tono de inseguridad.
-Créeme, me gustaría decírtelo, pero eso significaría meterte en problemas.- Reí nerviosamente y él también lo hizo. "Ojalá fuera broma" pensé en mis adentros.- ¿Y tú eres...?
-Solo Peter.
-¿Solo Peter? ¿Ese es tu nombre? ¿Cuál es tu nombre "Solo" o "Peter"?
Parecía que él también estaba teniendo un viaje por sus pensamientos, pues tardo en darse cuenta que estaba esperando una respuesta. Cambió su sonrisa a una de espantó y también se tapó la boca rápidamente.
-Lo-lo siento, quie-quie-quiero decir... -Tosió para aclararse la voz.- Soy Peter, Peter Parker.
Y a pesar de que los dos estábamos notablemente nerviosos, una conversación divertida empezó a fluir. Yo le conté todo lo que había observado del baile hasta ahora y él hizo lo mismo, era como si estuviéramos pasándonos pequeñas notas secretas en clase.
Después de que el baile terminara, para sorpresa mía, Peter decidió acompañarme a casa, así que mientras caminábamos uno junto al otro bajo la brillante noche, decidí que no podía dejar ir este momento. Conversé con él como nunca lo había hecho con alguien y algo me dijo que esta también era la primera vez que él mantenía una conversación con alguien que no fuera su amigo. Estaba tan maravillada que podía sentir mis mejillas sonrojadas todo el camino a casa.
Recuerdo muy bien que ese viernes en la noche no pude dormir por preguntarme constantemente ¿Estará enamorado de otra persona? No supe la hora exacta en la que logré descansar, pero al despertar seguía con la pregunta en mi cabeza.
Bailaba de pura emoción al recordarlo, e ingenuamente imaginaba que Peter tocaba la puerta para invitarme a salir. Y al pensar en él, rogaba desde lo más profundo de mi ser que por favor no estuviera enamorado de alguien de más. Creía que este era el principio y no el final de una posible historia.
Sin duda, su nombre hizo eco en mi mente todo el fin de semana mientras recordaba las palabras que le diría al verlo de nuevo, y que no había podido decirle aquella noche por irme demasiado pronto:
