Capitulo 20

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te llevo a tu casa- me miro
no es necesario estoy esperando a alguien— mentí
—entonces te acompaño ese tipo puede regresar —me dijo serio
—te he dicho que no es necesario—le dije molesta
—como quieras perra — exclamó enojado

El se fue y yo pude continuar mi camino.

[…]


—sube—Me ordenó
—No… —respondí
—sube Mary
—No voy a ir a ninguna parte contigo —dije segura

Al llegar a casa, la puerta estaba entre abierta, entre había un silencio sepulcral, mire a mi alrededor estaba todo un desastre, los muebles tirados,

—¿Alexander?—lo llamé

Silencio, silencio era todo lo que oía, Me alarme había sangre en el suelo

—ALEX, ALEX— grité asustada

Había un enorme rastro de sangre que llevaba a la cocina, en cada paso me temblaban las piernas, mis lágrimas empañaban mi vista, entonces lo vi, Alexander estaba en el suelo en un enorme charco de sangre, corrí hacia el sin importarme que me llenará de sangre, Alex aún estaba respirando,

—Alex va estar bien—dije con la voz rota

Tomé mi celular y llame a una ambulancia.

Con pánico intenté detener el sangrado con una toalla, Alex lloraba y gemía de dolor, yo estaba asustada, no sabía que hacer,

Un enorme alivio recorrió mi cuerpo cuando vi a paramédicos entrar, uno de ellos me alejo de Alex yo estaba llorando como loca.

La policía llegó, uno de ellos se me acercó.

—señorita Evans tendrá que acompañarme a la comisaría—dijo el oficial

Estaba en shock, empecé a llorar, mis manos estaban llenas de sangre de Alexander mi maquillaje estaba corrido.




—Entonces señorita Evans ¿Usted apuñaló al joven?
—ya de lo dije detective Decker yo no podría hacerle eso yo lo amo, solo lo encontré—dije llorando

La detective me seguía mirando sería

—sus huellas están en toda la escena del crimen
—lo sé, entre en pánico solo quería salvarlo no pensé nada más—dije con la voz ronca

El oficial que me había traído a la comisaría entro, no me había percatado que el era guapo.

Detective Decker,ella dice la verdad—
—ya veremos cuando la víctima despierte

La detective salió de la habitación, el oficial se acerco a mi

—no se es extraño pero yo creo en ti, eres inocente—dijo el oficial
—lo soy se lo juro, yo jamás le haría daño.

El oficial iba a decir algo pero fue interrumpido por alguien

—señorita Evans pude retirase

El oficial que aún no se su nombre me acompañó a hasta la puerta, al llegar a la salida, me dirigí al hospital.


Sweet innocence [Bill Skarsgård] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora