musa

epílogo: el sol vuelve

unos meses habían pasado desde aquél encuentro que tuvimos.

no fue muy difícil superarte, después de todo, no te conocía.

solo fue un enamoramiento superficial; me enamoré de tu belleza, de tu sonrisa, de tus sonrojos y de tu dulce voz.

pero definitivamente no de lo horrible que eras por dentro.

dejé de ir a la cafetería que solía frecuentar porque sabía que ahí te encontraría. dejé de ir a aquél local en el que trabajabas porque sabía que ahí estabas. también dejé de seguir a heeseung a esas "reuniones" porque temía que pasara lo mismo de la última vez.

pero no puedo evitar extrañar tu mirada, minho.

extrañar tu dulce sonrisa, tu cabello castaño oscuro, y sobre todo el brillo que emanabas por el simple hecho de existir.

lástima que solo tenías la apariencia de un ángel. no estoy enojado por como me trataste esa vez, estoy decepcionado y triste, porque pensé que al menos me agradecerías por haberme quedado a tu lado aquella noche.

una lástima que tuve que volver a salir a comprarle comida al perro de mí mamá nuevamente y que justamente, otra vez estabas cerrando tú.

me miraste y me reconociste, me di cuenta por tu horrible mirada sarcástica.

nuevamente te pedí permiso para pasar, pero no fue como la otra vez, te lo pedí de mala gana.

pero eras tan imbécil, solo me dijiste "ya cerramos" y sonreiste. por primera vez, odié tu hermosa sonrisa.

te lo volví a pedir y, afortunadamente, me dejaste pasar.

agarré la comida, te pagué y me fui.

o bueno, al menos trate de irme. porque me detuviste llamándome, y yo como tonto, frené y te miré, esperando a que hablaras.

"que te vaya bien, jay. nos vemos otro día, se ve que el destino quiere que nos volvamos a ver"

y sí, tal vez tenías razón, porque no podía dejar de encontrarte a cualquier lugar al que iba, y dolía verte. así que tomé la decisión de irme de nuestra ciudad, pero no sin antes dejarte estas cartas que te escribí.

después de todo, cada palabra que escribí, va dedicada a tí, jungwon.

al sol que nació de la lluvia.