176 19 8
                                    

Las clases pasaban como si nada, miraba a la ventana que estaba a mi lado admirando el aguanieve y el nostálgico ambiente que comenzaba a esparcirse; comenzé a recordar muchas cosas sobre mí, sobre tí, sobre nosotros.

Siempre fuiste de los que preferían el invierno, y aunque yo por sobre este escogía el calor, no me molestaba abrigarte con mis abrazos cuando temblabas de frío en la parada del autobús en los días de invierno. Y, apesar de odiar el frío por siempre congelarme las manos, nunca me quejé de este frente a ti, ya que tu carita, en especial tu linda naríz toda rojiza por la baja temperatura me parecían tan adorables que compensaba el no poder sentir las manos.

Recuerdo que desde el principio fuí muy claro con mis sentimientos hacia tí, supe hace tiempo que la mirada que te dirigía no era la más fraternal; me hice la mente hace mucho tiempo y nunca me molestó gustar de ti, no me causaba ningún dolor o angustia pues sabía que estaba contigo, y eso, en su momento, me bastaba.

Pero ya no era suficiente.

Quería poder ser capaz de tomar tu mano, esa que encaja perfectamente con la mía y poder decirte lo mucho que me encantas, lo mucho que causas en mi y el revoltijo de emociones que tengo cuando me diriges tan solo una mirada. Deseaba tener el privilegio de besarte, no solo esos pomposos y provocativos labios que me moría por probar; quería poder besar tu frente para reconfortarte, y tus mejillas cuando se sonrojaran, tu naricita para mostrarte todo mi cariño y besar ese pequeño lunar debajo de tu ojo para que siempre seas consciente de que, ante mis ojos, eres simplemente perfecto.

Quería poder expresar todo el amor que era capaz de darte, ya no me era suficiente con los "abrazos de bros" que me dabas, ni con los besitos en el cachete cuando me saludabas; quería ser tu novio y hacer cosas que hacen las parejas, como salir a citas, pasar la noche en casa del otro mientras nos acurrucamos a ver películas, cocinar brownies juntos o hasta solo acostarnos mirando a la ningún punto en específico, quería hacer de todo y nada, pero hacerlo a tu lado, con tu mano tomándo la mía y dándome besos que me aseguren que siempre estarías junto a mi.

Estaba a una mínima gota del desborde, ya no podía soportarlo más, necesitaba que supieras todos mis sentimientos y que ojalá me correspondieras. Así que valientemente, decidí tomar un paso hacia tí y finalmente hacerte saber lo que me haces sentir.

Justó unos diez minutos después sonó la campana de salida, me levanté casi en automático y con prisa salí del salón para buscarte lo más rápido posible. Estaba decidido, hoy sería el día en que dejaría todo salir, y rogaba que resultara de buena manera.

Caminé, caminé y caminé los largos y estrechos pasillos de la escuela en busca de algúna pista de tí, un mechón de cabello, tal vez la ropa o el bolso que traías ese día. Busqué por varios minutos pero el tumulto de personas no me permitía ver con claridad, y cuando pensaba encontrarte, te perdías entre las personas.

Finalmente logré ubicarte, estaba muy acelerado por la caminata y mis sentidos se encontraban abrumados. Pisé lo más rápido que pude hasta el final del pasillo, donde te encontrabas hablando con Seungmin y Chris. Aceleré mi paso, si estaban ellos dos eso significaba que muy posiblemente estaba Jeongin cerca de tí, y yo no quería ni pensaba perder mi oportunidad.

Empezé a correr por el pasillo esquivando todas las personas que podía y asegurándome de nunca sacarte de mi vista para no perderte por si te ibas a otro lado, estaba cerca, casi llegaba a tí. Quería invitarte a un café de gatitos y poder ahí hablar, estaba todo listo y calculado en mi mente, todo saldría perfecto.

Solo olvidé un pequeño detalle, que nada en la vida es perfecto, y muchísimo menos mis improvisados planes de declaración.

Y como por arte de mágia, en mi camino se atravesó Jisung, tuve que parar de correr por un momento y tratar de ver qué querías, mientras más rápido lidiara con él mejor, lo saludé sin quitar mi vista de tí lo menos posible.

— Uhmm, hola Ji.

— ¡Lix, qué bueno verte! justo te estaba buscando — dijo con un tono muy alegre, presentí que esta conversación no iba a ser corta y eso me preocupaba.

— ¡¿Enserio?! ¿Para qué me buscabas? Espero que sea algo que podamos hablarse más tarde, es que traigo un poco de prisa — tenía un pequeño tick en la pierna y mi desesperación creció mucho más al ver a lo lejos que Jeongin se acercaba al grupo donde estabas y te saludaba tan amorosamente.

— Bueno, no sé si podamos hablarlo más tarde. En mi casa no tengo wifi, además que tú nunca respondes los mensaj... — dejé de escuchar luego de unos segundos, sintiendo como mi corazón se paralizaba al observar la escena frente a mis ojos.

Estabas abrazado de los hombros con Jeongin y los cuatro del grupo se reían de algo, luego él te preguntó algo solamente a tí y accediste. Ví como se despedían de Chris y Seungmin y aún abrazados se iban caminando a no sé donde.

Mi corazón se descontroló de sobremanera y aunque pensaba en correr y alcanzarlos mis piernas no lograban moverse, Jisung aún seguía hablando de fondo y yo trataba con todas mis fuerzas de salir del shock para poder correr e ir a buscarte.

En eso Jisung se da cuenta de que no le estaba prestando atención y pasa su palma por mi rostro para espabilarme, cuando volví a la realidad no dudé ni un segundo en irme corriendo por la dirección que te ví irte con Jeongin y dejé atrás a Jisung confundido por haberme ido tan bruscamente.

Corrí, corrí y corrí hasta la salida de la escuela, salí y desesperado miré a los lados para buscarlos, volteé hacia el jardín del frente y sentí el momento exacto cuando mi corazón sacó brazos de algún lado y con toda la fuerza del mundo se ahorcó a si mismo hasta romperse en pequeños pedacitos. Un poco exagerado pero no puedes esperar menos de un virgo, supongo.

Estabas ahí, con él, se tomaban de ambas manos, estaban tan cerca el uno del otro, se notaban tan cómodos con la presencia ajena que, a pesar de estar a varios metros de distancia me sentía como un intruso en su burbuja.

Pero definitivamente lo que terminó de quebrar el vaso encargado de almacenar cada gota de mi amor por tí, fué el hecho de que se estaban besando.

Jeongin te besaba y tú lo besabas a él, cada cuanto se separaban un poco y sonreían y en ese momento caí en cuenta que fuí un estúpido. Un ridículo que pensó que mágicamente corresponderías a sus sentimientos cuando nunca diste señales de ello y siempre me hablabas de Jeongin con tus ojitos brillantes; creí que podía cambiarlo de la noche a la mañana y hacer que me miraras y que te fijaras en mi, pero ahí parado observando como te veías tan felíz besando al chico frente a tí, mi corazón por un momento se apagó.

Sentí las pesadas lágrimas caer y mi cuerpo de a poco temblando por los espasmos, cada vez lloraba más, cada lágrima quemaba miles, haciéndo arder hasta las cenizas a mi ya destruído corazón, y aunque me dolía como nunca verte besando a alguien que no era yo, no fuí capaz de moverme de mi lugar, viendo como todo un masoquista la escena que me había roto el corazón en mil pedazos, hasta que se separaron y me ví obligado a correr a esconderme para que no me vieras.

Solo me preguntaba el por qué, por qué me tomó tanto tiempo decidir decirte, por qué no fuí más valiente, por qué me conformé por tanto tiempo, por qué no me mirabas a mi y por qué lo mirabas a él.

Sentía un ardor en el pecho y una rabia inexplicable mezclada con intensa tristeza y decepción. Tal vez no era momento, tal vez nuestro tiempo no era ese; tal vez algún día me notarías a mi, y tal vez, solo tal vez algún día me quisieras tanto como yo te quiero a tí.

Y una vez más te lo dijo, Hyunjin. Lo siento, lo siento desde lo más profundo de mi corazón por amarte tanto que me duele.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 07, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

sorry, i love you - hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora