FLASHBACK
Ayer me desvele por el sonido de los truenos por la tormenta, pero gracias a eso, ahora me da pereza levantarme, sin embargo, no sé de dónde saco las fuerzas para despegarme la almohada de la cara y me levanto de la cama, me cepillo, me lavo la cara y me cambio el pijama por mi uniforme de la escuela y al revisar mi reloj me pregunto qué carajos estoy haciendo despierta a las 5:30 A.M. En fin, salgo de mi cuarto y me dirijo hacía la cocina para ver que me puedo preparar, al final me decido por un sándwich de crema de maní con jalea de fresa y me propongo a desayunar un poco de cereal con leche.
Una vez lista salgo de mi casa a las 6:10 A.M.
-Mmmm es buena hora- digo guardando mi celular y agarrando mi mochila para encaminarme hacía la escuela.
-Ya son las 6:45 llegué justo a tiempo- Me propongo ingresar a la escuela y una vez dentro me dirijo directo a mi salón.
Y como ya es normal en mi me siento hasta atrás en la mera esquina del lado derecho del salón, justo en donde se perfectamente que nadie me verá y en donde sé que en este momento soy invisible para cualquier ser humano que entré al aula, incluyendo a mis profesores.
Lo sé, doy pena.
Pero eso no me importa, solo deseo que todo esto termine para poder salir de aquí, para ser sincera, nada de esto me importa ya, porque al final del día todos morimos algún día, así que... ¿Qué más da?
De igual forma sé que debo entregarle buenas notas a mi madre para el final del curso y eso para mí, es más que estresante.
Unos minutos después el profesor de matemáticas entra y comienza con su aburrida clase, pero me propongo prestar atención a todo lo que dice.
O al menos lo intentó.
De pronto y sin previo aviso, un chavo se para en frente de mi haciendo que deje de prestar atención y tapando mi campo de visión.
Es Jackson, un tipo alto, como de 1.80, castaño, pero con unos ojos azules que te hechizan. Él es uno de los estudiantes promedio. Pero eso no me importa.
- ¡Oye, idiota! - Digo refiriéndome a Jackson. – Podrías apartarte ¿por favor? Intento poner atención. –
- Disculpa, no quería molestarte, es solo que no encontraba donde sentarme y el profesor me mando hasta acá. – Dijo mirando la silla que estaba al lado de mí. –
- Ok, disculpa, pensé que venías a hacer idioteces como todos los demás –
- De ahí lo de idiota, ¿cierto? –
- Si, lo siento – Digo con algo de pena por lo ocurrido – Te puedes sentar junto a mi si gustas. –
- Gracias, soy Jackson, por cierto – Dice mientras me da su mano para estrecharla. –
- Mucho gusto Jackson, soy Amelí – Digo respondiéndole el saludo estrechando su mano.
El módulo de matemáticas pasó rápido, pero cuando Jackson se sentó junto a mí, unos segundos después comenzamos a platicar y... me impresiono porque la plática nunca ceso, siempre teníamos un tema de conversación y lo mejor es que cuando había silencio, no se volvía incómodo.
Debo admitir que me lo pasé increíble y ahora entiendo porque es uno de los mejores, e le entendía muy bien a cualquier tema que el profesor explicará.
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EL AMOR ES DE DOS
RomanceSi me hubieran preguntado hace unos años que era el amor posiblemente solo hubiera dicho alguna cosa que ni yo misma entendería, pero de igual forma pensaría que es la cosa más lógica del mundo, en cambio ahora si me llegan a hacer la misma pregunta...