Prologo. Invocados.

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Sky.

No sé quién soy.

Estoy dentro de un círculo con dibujos extraños, intente arrastrarme fuera de él, pero choque con una pared de luz amarillenta. Mire a mi alrededor, junto a mi hay otros tres chicos, están desnudos y aturdido, también intentaron salir, pero la luz los obligó a mantenerse adentro.

Frente a mí, pero fuera del círculo, se paró un hombre, es alto y tiene ojos de bestia, retrocedo como puedo y me abrazo a mí mismo buscando protección, los otros tres hacen lo mismo, estamos espalda con espalda, por primera vez me siento protegido, sé que estamos conectados, somos diferentes a todos los que nos observan, pero no entiendo por qué.

— La invocación no fue 100% exitosa.

Levante la mirada buscando el origen de esa voz, una mujer con lentes nos analiza. Acerca su mano a la barrera, como si fuera acariciar mi cara, reaccione por inercia y me heche hacia atrás.

— ¿Recuerdas tu nombre? – Me pregunta, yo niego y ella asintió. — Sus recuerdos se dañaron, son inservibles. Desaparécelos.

Vi a la mujer alejarse, le habla al oído al hombre intimidante y este comienza a dibujar un brillante circulo verde en el aire, luego, comienza a darle pequeños detalles en su interior, pero no lo termina. Notó que mira en mi dirección, esta impactado, su mano tiembla y lentamente los detalles del círculo se desvanece.

— ¿Mi...nombre? — Oigo a mis espaldas una voz ronca y potente.

Me volteo lentamente, uno de los chicos está poniéndose de pie, sus manos arden en llamas, pero no parece que lo lastimen. Sus ojos demuestran furia, su cuerpo tiembla.

— ¡¿Por qué te diría mi nombre si tu no me has dicho el tuyo?!

De un salto, el exaltado chico comienza a golpear la pared de luz, pero apenas la toca, el fuego de sus manos desaparece. Intento arrastrarme a él, necesito tocarlo, saber que es real, pero todo se vuelve negro. Me sostengo la cabeza con fuerza mientras mi cerebro se llena de imágenes, estoy derritiéndome. Quiero gritar, pero de mi boca no sale ningún sonido, no entiendo que pasa, las imágenes son rápidas, no puedo conectarlas al inicio, pero cuando las consigo entender el dolor cesa. Intento ponerme de pie, Adam me ayuda, miro sus ojos, igual de azules que los míos, después de todo, somos hermanos. A nosotros se nos une Ren, me sostiene de la cintura, pero también se aferra a mí. Ninguno de los tres puede estar de pie solo, juntos somos una sola masa temblorosa. Quiero llamar al furioso cuarto integrante de nuestro grupo, conozco su nombre, pero no sé si es correcto decirlo, miró a Adam, él tiene el mismo dilema, solo queda Ren, imaginó que él no tiene ese problema, después de todo, él no es un Phoenix como nosotros. Quiero decirle que intervenga por mí y Adam, pero una masculina voz se hace oír entre el silencio.

— Somos los caballeros de la orden de Vitals, ¿Cuál es tu nombre? — Le habla el hombre misterioso al otro chico, este se queda en blanco mirándolo.

— Mi nombre...

No lo recuerda.

El hombre levanta la mano y comienza a dibujar nuevamente el circulo. Miro a Adam, sé que pensamos lo mismo, no podemos dejar que termine el sello, si lo termina, moriremos. Paso mi lengua por los labios y grito con todas mis fuerzas.

— ¡Sky Phoenix! ¡El incinerado!

Me tiembla todo al oír el nombre que elegí usar hace tantos años junto al extraño apodo que recibí cuando me convertí en protector de Vestal. jamás me hice llamar así, pero muchas personas lo decían para distinguirme de Adam, aunque no fuera necesario. Mi hermano y yo éramos completamente diferentes, él tenía una belleza delicada enmarcada por un suave cabello rubio. No se parecía en nada a su madre, era más bien un reflejo puro de papá.

Los Héroes de Lahar: VitalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora