٬ 💜 ․⠀Sour. ˚ . ✦ (Minsung)

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El chico de cabello azul se encontraba escuchando música junto a su amigo más cercano. Específicamente el álbum 'Sour' de Olivia Rodrigo, llevaban escuchándolo tres horas en bucle constante.

Aquellas canciones le dieron en sus más profundas inseguridades, cómo una daga clavándose una y otra vez en su pobre corazón herido.
Principalmente porque Han Jisung era una persona con poco autoestima, que en secreto, envidiaba profundamente a las personas bellas de las redes sociales que parecían tenerlo todo, a demás de una notable vida perfecto.
El deseaba eso, deseaba una vida hermosa, dónde el fuera feliz, tuviera dinero, una familia normal y una relación bonita.

Pero más bien, su vida era todo lo contrario, especialmente su relación.

Su novio, Lee Minho, estaba muy distante con él. Las pocas veces que se veían fuera de la universidad, su pareja se la pasaba con el teléfono, extrañamente sonriéndole a la pantalla. Jisung no era idiota, sabía que su novio lo estaba engañando, pero el esperanzado peliazul decidía quedarse ahí, aguardando a que todo vuelva a ser cómo antes.

—Siento que cuándo logro dar un paso adelante con mi vida, al instante retrocedo tres.

—¿No será que ya escuchamos demasiado 'sour' por hoy? —su amigo respondió.

Ambos rieron levemente, Jisung con la voz rota. ¿Quién diría que un álbum de música podría describir tan bien su miserable vida de adolescente conociendo el mundo adulto?

—Deberíamos irnos, se está haciendo tarde. —Ignoró lo dicho por el rubio de pecas, tomando su bolso dónde guardaba sus cosas de la universidad.

En el momento dónde Felix y Jisung se dispusieron a salir de la cafetería, la puerta principal de ésta se abrió, dejando ver a un jóven de cabello morado entrando con una chica rubia de la mano.

Ésa chica rubia, 'Minari bebé' la de los mensajes.

Felix miraba la escena con normalidad, no le parecía raro, había visto a Minho con Mina en el campus muchas veces, supuso que eran mejores amigos o algo del estilo.
Aquella teoría se cayó por su propio peso en el momento que Minari acunó el rostro del chico, dándole un suave beso en los labios.

Jisung palideció, a punto de romper en llanto.

—¿Minho? —Susurró lo suficientemente fuerte para que el pelimorado girará a verlo, confundido.

Sin decir más, salió del lugar, siendo perseguido por Felix.
Caminaba por la solitaria calle en medio de una tormenta, con su amigo siguiéndole detrás.

Nunca pensó que ver a Minho con otra persona podía doler tanto.
Felix tiró del brazo de su amigó y rodeó su cuerpo en un cálido abrazo, ambos completamente mojados de pies a cabeza.

—Tranquilo, calma bebé.

"Bebé" el mismo apodo por el que su novio lo había llamado cuándo le dijo que él era el único y solo estaba paranoico. Ahora él estaba con aquella chica rubia, más grande que él, quién desde que vió los mensajes en el teléfono de Minho lo hizo dudar.

Finalmente los dos amigos llegaron al auto de Jisung, empapados hasta las medias por la gran tormenta. Entraron al automóvil y el peliazul comenzó a andar, sin importarle ponerse el cinturón de seguridad antes.

—Sung ¿Qué es esto?

Y el corazón de Jisung volvió a partirse cuándo logró visualizar su licencia de conducir, aquella que había conseguido con tanto esfuerzo solo para llevar a Minho a fiestas.

Ya no podía conducir por los mismos lugares dónde había estado con él, le dolía cómo el infierno mismo.

Felix se dió cuenta de que no debería haber preguntado y guardó la licencia nuevamente, quedandose quieto para no molestar a su amigo; lo único que hizo fue poner música.

'Happier' se reproducía dentro del vehículo y Han se retorcía de dolor por dentro.

—She is beautiful, she looks kind, she probably gives you butterflies. I hope you're happy, but not like how you were with me. —Cantó con todo el sentimiento posible, mientras las lágrimas volvían a descender por sus mejillas, haciendo llorar a su amigo también por el ambiente.

Todo era tan triste en ese momento.

Después de muchos minutos de silencio e incomodidad pasados, llegaron a la casa de Lix. El rubio se bajó del auto y se despidió de su amigo, diciéndole que cualquier cosa podía llamarlo.

Jisung volvió a irse, ésta vez rumbo a su casa, dónde sabía que nadie lo esperaría.

'Jealousy, jealousy' comenzó a reproducirse.

Esa canción tenía demasiado significado para él, 'i'm so sick of myself' definitivamente estaba harto de sí mismo y de su vida.
Desearía ser otra persona, estaba completamente celoso de las familias perfectas, los autos caros y las relaciones estables de las redes sociales ¿Por qué el no podía ser esas personas? Con buen cuerpo, alta clase social, una cara divina y con millones de amigos.

Paró el auto frente a un bar bastante reconocido de la zona y se metió dentro, usaría el poco dinero que tenía para emborracharse. Así fue cómo en cuestión de minutos, Han Jisung era el más ebrio del lugar, tanto así que los empleados se negaban a darle más alcohol.

—¿Saben? Estoy tan inseguro de lo que pienso, siento que voy a morir después de tomar tanto. —Soltó una risa escandalosa para después proseguir.— ¿Dónde se supone que están mis sueños de adolescente? Si alguien más me dice que disfrute de mi juventud voy a llorar, ¡Ellos no tienen idea de lo dura que es mí vida! Con un padre abusivo y una madre a punto de morir, un novio que me pone los cuernos cada que puede y con menos de tres amigos reales, estoy tan cansado.

Se soltó a llorar y lo obligaron a retirarse del lugar, el peliazul no tenía noción del bien y el mal en aquel momento, no podía ver, no sentir, solo caminaba por las calles, se había olvidado hasta de su propio auto.

Tampoco vió aquel camión que logró pasarle por encima.